Linkin Park: más allá de la música.

Linkin Park: más allá de la música.

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Corría el mes de julio de 2017 cuando hallaron muerto en su casa de Los Ángeles a Chester Bennington, vocalista y líder del grupo de rock Linkin Park. La verdad es que a todos los que somos fans del grupo, la noticia nos cayó como una jarra de agua fría.

Cuando se subía a un escenario, Bennington era puro rock & roll. De lo contrario, la cosa no habría funcionado. Su voz prodigiosa, su actitud y muchas buenas canciones, hicieron de Linkin Park una banda de culto.

Pero lo mejor no era sólo su música. La banda supo adaptarse a los “nuevos tiempos” y ampliar sus miras.

La música en general no atraviesa su mejor momento, y los que nos dedicamos a esto lo sabemos. Caen las ventas de discos, las descargas musicales, pero en cambio los servicios de streaming suben.

La tecnología ha forzado a muchos artistas a replantearse la forma de hacer negocios. Los artistas de más éxito, vislumbran nuevos horizontes y deciden dar el salto para expandir esos negocios a otras áreas como la moda, la tecnología o los videojuegos.

Los chicos de Linkin Park resultaron ser bastante avispados. Ya en 1.999- antes del lanzamiento de su primer álbum-, la banda con la ayuda de un banquero de inversión, estableció una firma de innovación llamada Machine Shop con el objetivo de incrementar sus ingresos.

Machine Shop se centraba en servicios de marketing y en los videojuegos.

En el 2.000, la banda a la par que autoproducía su primer álbum, decidió crear un plus a través de conversaciones en línea entre ellos y sus fans.

Por aquél entonces, una joven becaria llamada Jessica Sklar que trabajaba para el grupo, hizo evolucionar esa conversación en línea hacia eventos, meetups y conciertos, a través de los que se producía un acercamiento más cercano entre el grupo y sus fans. Fruto de estos encuentros, surgió el club de fans “Linkin Park Underground”.

Pero la cosa no quedó ahí, porque Linkin Park-con el asesoramiento adecuado por supuesto-, continuó con su evolución. Para afrontar su nuevo reto, acudieron en busca de ayuda, a una experta en estrategias de marketing para firmas de marketing y entretenimiento.

La elegida fue la profesora de la Harvard Business School, Anita Elberse. Ella y algunos de sus alumnos, realizaron un estudio en el negocio que representaba Linkin Park para darle un giro.

A raíz de este estudio, la banda se replanteó algunas cosas:

  • Necesitaban crear un concepto de marca global que resultara atractiva a sus “posibles” futuros socios.
  • Tenían que crear contenido creativo para comunicar de manera eficaz el punto de vista de su marca.
  • Debían asegurarse de que la ética de su marca estaba suficientemente clara y que ésta se reflejara en todos los aspectos de la banda.
  • Era importante que diversificaran sus fuentes de ingresos para minimizar el riesgo
  • Además, debían expandir el concepto de su marca.

A mediados de mayo de 2015 se lanzó “Machine Shop Ventures”, la firma de capital de riesgo de la banda enfocada para invertir en compañías de crecimiento en fases tempranas alineadas con la ética de la banda, que busca conectar personas e innovar a través de la tecnología y el diseño.

Así Linkin Park, a la vez que tocaban, aprovechaban sus tours para contactar con compañías de tecnología, marcas y firmas de capital riesgo a fin de estudiar la posibilidad de aliarse con ellas.

A través de la historia de esta banda, podemos comprobar cómo las empresas deben “reinventarse” y adaptarse a los cambios para sobrevivir. En este proceso es importantísimo dejarse asesorar por expertos que puedan ayudarte a escoger las mejores opciones para tu compañía.

¿Qué ha conseguido Linkin Park en estos años?. Continuar haciendo música, pero además ampliar su negocio ayudando a empresas que empiezan en sectores con los que la banda se siente identificada: una jugada redonda. Diversificar es la mejor manera de minimizar el riesgo.

El ejemplo de esta banda puede servir para no quedarnos estancados y abrirnos a nuevas posibilidades siempre que éstas se encuentren alineadas con los valores de nuestra marca. 

Por si esto fuera poco, abrir nuestra mente, aprender cosas nuevas, hace que nuestro cerebro esté en constante evolución, transformándose las conexiones neuronales. En otras palabras, nuestro cerebro se mantiene joven. ¿Qué más podemos pedir?.

Pasemos a la acción, no tengamos miedo a evolucionar, adaptar nuestro negocio o nuestra marca a los nuevos tiempos. Como decían los mismísimos Linkin Park: “Deja el pasado, vive el presente y espera el futuro”.

Pronto volveré con un nuevo post. Hasta entonces, por favor, sed felices.