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En los 90 el archiconocido grupo AC/DC cantaba eso de «Come on, come on listen to the moneytalk» («Vamos, vamos, escucha la charla del dinero»). Con él suelo abrir algunos de mis cursos porque me encanta y me va «de perlas» para introducir temas que tengan que ver con las finanzas.

Y es que la música y el dinero están estrechamente relacionados. Al margen de las historias acerca de cantantes o grupos sumidos en la ruina más absoluta por no saber manejar sus finanzas, lo cierto es que la industria musical puede darnos lecciones sobre economía bastante interesantes.

El mayor quebradero de cabeza en la industria musical es cómo monetizar un disco en una época en la que consumir música es prácticamente gratis.

Lejos quedan ya los días en que los músicos vivían prácticamente de sus ventas de discos (en formato cassette, vinilo o CD). De un tiempo a esta parte, cualquiera de nosotros puede acceder a nuestros temas favoritos de manera gratuita o a precio irrisorio. ¿Cómo? A través de plataformas de streaming como Spotify.

El streaming permite que cualquier persona en cualquier parte del mundo pueda escuchar su música favorita a coste cero.

Actualmente gran parte de los ingresos de los músicos proviene de sus actuaciones en vivo. Aquí cito a Alan Krueger, quien fue asesor económico del expresidente Obama y su más que recomendable libro (disponible sólo en inglés) titulado «Rockonomics». Krueger cita en su libro a Paul MacCartney como ejemplo de lo dicho anteriormente: el 80% de sus ingresos provienen de sus conciertos en vivo. Ya os podéis imaginar, el descalabro económico que el Covid-19 está causando en el gremio.

Razones más poderosas que la adrenalina hacen que artistas no ya tan jóvenes continúen «dando guerra» sobre sobe los escenarios (para disfrute de muchos). Muchos de ellos sin ni siquiera aportar nuevo material. ¡Los fans quieren escuchar los clásicos de siempre!

Otra de las fuentes de ingresos de los músicos son sus negocios complementarios. Muchas de las grandes estrellas tienen negocios paralelos que les proporcionan una buena cantidad de dinero.

Os puedo poner unos cuantos ejemplos. Rihanna es una de las artistas musicales más ricas del mundo según la revista «Forbes». Hace más de 4 años que no saca un disco, sin embargo sus firmas de moda y cosméticos están logrando alcanzar un gran éxito.

El cantante de Iron Maiden, Bruce Dickinson, también le ha sacado jugo a esto de los negocios complementarios: es conferenciante de moda en el mundo empresarial, tiene su propia empresa de mantenimiento de aviones (es piloto), desarrolla los primeros drones comestibles del mundo, diseña su propia cerveza con el nombre del grupo que se vende actualmente en más de 50 países … ¡Eso sí que es Rock&Roll!

La economía colaborativa también se cuela en el mundo de la música. Grandes artistas consagrados colaboran con jóvenes que «lo están petando» en la actualidad. Ambos salen ganando: los veteranos vuelven a ser visibles y los jovencitos suman likes a sus ya rebosantes redes. Una de las últimas colaboraciones ha sido la de Madonna con Dua Lipa causando un gran revuelo ya que la cantante de «Like a Virgin» ni siquiera se digna a aparecer en el video.

Los AC/DC también tiene algo que decir al respecto. Con su álbum «Back in Black» (1980) vendieron más de 50 millones de copias. Son un grupo de culto al que siguen varias generaciones. ¿Cuántas de vosotras no tenéis alguna camiseta de AC/DC comprada en Bershka? No sólo viven de sus giras. El merchandising, o sus negocios alternativos (tienen hasta un crucero propio), les proporcionan grandes alegrías. El grupo amasa una considerable fortuna. De hecho los hermanos Young se encuentran entre las familias más adineradas de Australia.

Ellos ya lo decían en su canción «Moneytalks»: «Ámame por el dinero (…) Escucha la charla del dinero». Y es que cuando se tiene, suena bien. Pero desgraciadamente, son muchos los artistas anónimos que jamás llegan a escuchar su sonido. Aunque de eso ya hablaremos otro día…

 

 

 

 

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Los Rolling Stones llevan más de 50 años triunfando sobre los escenarios. Eso es algo muy complicado en una banda de rock, pero ellos han demostrado que pese a sus diferencias, han conseguido mantenerse unidos y lograr un objetivo común: el éxito.

Lo que no sé si sabéis es que además de ser el líder de la banda, Mick Jagger también ha demostrado ser avispado en eso de los negocios.

Hoy en día nadie duda del valor que como marca, tienen los Rolling. Sin embargo, rentabilizar el dinero que generaba el grupo no era tarea fácil.

El nombre «Rolling Stones» engloba toda una arquitectura financiera: existen diversas fuentes de ingresos así como distintos modelos de negocio.  Todo ello unido al ya de por sí complicado y enrevesado mundo de la industria musical y del espectáculo en general, hizo necesaria la figura de alguien que «hiciera magia» con los negocios.

Ese mago apareció en la vida de los Rolling allá por el año 1968. Se trataba del príncipe Rupert Loewenstein,-nacido el 24 de agosto de 1933 en Mallorca-, banquero y gerente financiero de la banda, a quienes sus «satánicas majestades» apodaron como «Rupie the Grupie».

El príncipe Loewenstein revolucionó las finanzas de la banda (quienes no comprendían cómo su éxito no se traducía en dinero), al plantearlas como si el grupo fuera una empresa con cuatro áreas de negocio diferenciadas:

  • Giras.
  • Publicidad.
  • Discos.
  • Derechos de imagen y «merchandising».

Como era de esperar, el príncipe no les pasaba ni una, y decidió dirigir con mano de hierro las finanzas de las giras para que resultaran rentables. Se mantuvo al frente de los números durante 40 años.

La cosa no fue fácil para Loewenstein que tuvo que combinar su faceta de banquero con la de psiquiatra y niñera, reduciendo incluso el séquito de «amigotes» que acompañaban a los Rolling en sus giras.

Keith Richards llegó a decir de Loewwnstein: «Interpreta las finanzas como yo toco la guitarra».

A principios de los 90, se unió al equipo el productor Michael Cohl (Canadá 1948) que introdujo otra gran revolución: eliminó a los productores de sus negociaciones.

Para los que no lo sepáis, os diré que un promotor musical es la figura que se encarga básicamente de publicitar los conciertos para que lleguen a buen puerto (trata con los managers de las bandas, elige y reserva salas, promociona el show, etc).

Pues bien, Michael Cohl decidió que en vez de negociar cada concierto con un promotor distinto, propondría una especie de «tarifa plana«: un pago único por gira. Se contrataba la gira al completo por un precio cerrado (por ejemplo 30 millones de dólares por treinta conciertos). Eso les permitió negociar directamente con los locales sin necesitar un promotor al que pagar para que hiciera el trabajo.

Además Cohl también amplió los ingresos de la banda con ideas como la venta de localidades junto al escenario (las zonas VIP), incrementó los contratos con televisión, patrocinio corporativo y un «merchandising» más diversificado… ¿Cuántos artículos podéis ver en tiendas con la famosa lengua de los Rolling?.

Sólo os daré un dato: la gira «A Bigger Band» del 2005, generó 550 millones de dólares. Una cifra que demuestra cómo una banda de rock, puede convertirse también en una gran empresa.

El estilo de vida del príncipe Rupert Loewenstein tenía poco que ver con el mundo del rock, lo que al final terminó pesando en la balanza y en 2007 los Stones decidieron prescindir de sus servicios.

Loewenstein murió con 80 años el 20 de mayo de 2014 en Londres, víctima del Parkinson. Probablemente olvidó sus «años rockeros», pero en la memoria de todos quedará la historia de que una vez hubo un príncipe en la corte satánica.

**»Please allow me introduce myself

I´m a man of wealth and taste

I’ve been around for a long, long year

Stole many man´s soul and faith…»

 

** («Por favor permíteme que me presente, soy un hombre de dinero y buen gusto, he estado aquí durante un largo, largo año, he robado el alma y la fe de muchos hombres…»).

 

 

 

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2017-04-11, Marian López


Los Robo Advisors, también conocidos como gestores automatizados, han entrado con fuerza en el mercado español. Y llegan para quedarse.

En EEUU, la inteligencia artificial ya gestiona unos 50.000 mil millones de dólares, y esto es sólo el principio.

Os acordáis de las películas allá por los años 90 en las que se predecía un futuro totalmente basado en la tecnología para el año 2000?. Bueno, pues esa realidad ya está aquí.

Hace un tiempo surgieron las Fintech como principal amenaza tanto para los bancos como a los asesores financieros, ya que ofrecen asesoramiento financiero a bajo coste y sin necesidad de acudir a ninguna oficina o despacho.

Sin embargo gracias a la tecnología Fintech, podemos “mantener a raya” nuestra economía con aplicaciones que nos ayudan a controlar nuestros gastos.

Ahora surge otra amenaza para el sector financiero de la mano de los Robo Advisors. Se trata de gestores de inversión automatizados cuyos objetivos son, por un lado rentabilizar tus ahorros, y por otro, ahorrar costes en el proceso.

 Los Robo Advisors por tanto ofrecen un servicio de gestión de patrimonio low-cost y además on line, donde es inexistente el contacto humano entre el cliente y los Robo Advisors que se encargan de la gestión.

¿Cuál es el perfil de clientes que utiliza este servicio?.

 Pues os diré que son muchos los jóvenes empresarios que se han lanzado a los brazos de los Robo Advisors. De hecho, hace poco tuve un caso de un cliente millennial que no dudó en depositar parte de sus ahorros en un gestor automatizado.

¿Qué apps de Robo Advisors hay en España?.

En nuestro país contamos con varias apps de gestores automatizados. Una de las más conocidas es INDEXA CAPITAL. Cuentan con dos productos: Fondos de Inversión indexados (su rentabilidad debe replicar la del índice al que hacen referencia) y planes de pensiones.

Otra de las apps es FINIZENS a través de la cual podrás invertir también en planes de ahorro o planes de pensiones desde sólo 100 euros.

INBESTME es otra app con la que en base a tu perfil de inversión y a tu dinero disponible, puedes elegir entre tres modalidades de gestión de carteras: Inbestme Basic (a partir de 5.000 euros), Inbestme Dynamic (a partir de 10.000 euros) o Inbestme Advanced (a partir de 50.000 euros).

¿Qué ventajas ofrecen los Robo Advisors?.

Los CEO de las citadas apps, nos hablan sobre sus “virtudes” entra las que se encuentran una más que evidente reducción de costes (no hay tantos intermediarios), lo que hace que la rentabilidad del producto se incremente: “a menor comisión, mayor rentabilidad para el cliente”.

Además se trata de herramientas muy fáciles de utilizar, aunque tus conocimientos informáticos resulten más bien escasos. Son páginas muy intuitivas en las que sólo debes ir rellenando los datos que te soliciten.

¿Los Robo Advisors suponen una amenaza para el gestor o asesor financiero tradicional?.

Bajo mi punto de vista, no. Los Robo Advisors son una herramienta con la que los asesores financieros tradicionales deberemos convivir y colaborar.

Una característica muy común entre las personas es el temor y la desconfianza a lo desconocido. Pero debemos ver en los Robo Advisors no una amenaza, sino un avance.

Respecto a los clientes, son muchos los que necesitan que haya una persona detrás que los guíe o los oriente en sus finanzas, y ahí es donde está precisamente nuestro trabajo.

Porque si alguien que quiere invertir, no toma conciencia de lo que verdaderamente busca, es muy complicado que una app pueda dárselo.

Lo primero que debemos hacer es ayudar a nuestros clientes a que encuentren el por qué de su decisión, qué es lo que desean hacer con su dinero y para qué. Para ello es fundamental mirarse a los ojos.

Una vez que tengamos esto claro, nuestra tarea no es otra que facilitarles el camino hacia la consecución de su objetivo, y a nivel económico, ese objetivo puede resultar más fácil con la ayuda de un Robo Advisor.

Esta semana me despido con una frase del periodista Sydney J. Harris que el siglo pasado decía El verdadero peligro no es que las computadoras comenzarán a pensar como los hombres, sino que los hombres comenzarán a pensar como las computadoras”.

La semana que viene volveré con un nuevo post. Hasta entonces por favor, sed felices.

 

 

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2017-01-16, Marian López


«Renovarse o morir«. Eso es lo que ha sucedido últimamente con los depósitos. Y es que con los tipos de interés bajo mínimos, si este producto de inversión quiere sobrevivir, no le quedará más remedio que renovarse.

El Banco de España publicaba que en noviembre del pasado año, el tipo de interés de los depósitos a un año era del 0,11%.

Los inversores más conservadores siempre habían apostado por los depósitos como uno de sus «productos estrella» con los que además de obtener una buena rentabilidad de su dinero, el riesgo que corrían era mínimo.

Pero la «época dorada» de los depósitos ya pasó y ahora toca afrontar una nueva etapa en la que este producto ya no brilla como lo hizo hasta hace relativamente poco tiempo.

Toca «ponerse las pilas» e intentar hacer atractivos de nuevo a los depósitos. Hay entidades y plataformas que ya están en ello. Con ese objetivo han lanzado al mercado algunas opciones «diferentes» para contratar depósitos:

1.- Raisin. Empezaremos con esta plataforma que funciona en nuestro país desde hace poco más de un año (en diciembre de 2016) a través de la cual podréis invertir en depósitos de entidades bancarias de la Unión Europea.

Esta plataforma alemana de depósitos a plazo fijo ha obtenido el reconocimiento del público como la mejor de su categoría dos años consecutivos (2014 y 2015). Cuenta con una base de 60.000 clientes «satisfechos» (como ellos mismos lo denominan).

¿Cómo funciona Raisin?. Te registras en la plataforma, transfieres el dinero que quieras invertir a tu cuenta Raising (abierta para la ocasión) y podrás elegir un depósito de entre cualquiera de los bancos colaboradores.

Es una fintech (finanzas + tecnología) enfocada a quienes quieran invertir su dinero en depósitos a plazo fijo con una rentabilidad algo atractiva, aunque ello implique invertir en entidades ubicadas fuera de España.

Ventajas: las entidades con las que trabaja Raisin están adheridas al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), por lo que el ahorrador tiene protegidos hasta 100.000 euros por titular y banco.

Desventajas: La oferta no es muy amplia y está fuera de nuestro país. Actualmente cuentan con 3 productos:

  • Depósito a 2 años al 1,05% TAE con EuramBank (Banco austriaco).
  • Depósito a 2 años al 0,94% TAE con AliorBank (Banco polaco).
  • Depósito a 2 años al 0,80% TAE CON J&T BANKA (Banco checo).

2.- Crédit Agricole Consumer Finance. Es la filial de créditos al consumo perteneciente al banco francés Crédit Agricole, líder en su país.

Tiene varias opciones de depósitos cuyos importes van desde los 5.000 (importe mínimo a invertir) hasta los 500.000 euros.

Las opciones son:

  • Depósito a 3 años al 1,35% TIN.
  • Depósito a 2 años al 1,20% TIN.
  • Depósito a 1 año al 1% TIN.
  • Depósito a 6 meses al 0,70% TIN.

Ventajas: son depósitos sin costes ni comisiones y con cobro de intereses anual (excepto el de 6 meses que se cobra a vencimiento).

En este caso sería el Fondo de Garantía de Depósitos y Resolución Francés (FGDR) quien garantizaría los 100.000 euros por depósito y titular.

3.- Banco Mediolanum. Condiciona la rentabilidad de sus depósitos a que contrates otros productos gestionados por la entidad por el mismo importe o superior al del depósito contratado. Los tres depósitos son a 6 meses:

  • Depósito 1.25 MIX.
  • Depósito 1.75 MIX.
  • Depósito 4.0 MIX.

A mayor número de productos contratados, mayor rentabilidad. También están garantizados los 100.000 eur por titular a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español.

Amigos y amigas, hasta aquí las ofertas más «jugosas» de depósitos que actualmente podéis encontrar en el mercado.

Si lo que buscáis es obtener rentabilidades más elevadas, también deberéis asumir más riesgo. Es la regla que nunca falla.

No obstante, si necesitáis algún tipo de orientación sobre vuestras finanzas personales, no dudéis en contactar con nosotros a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es. Estaremos encantados de poder ayudarte.

Esta semana me despediré con una frase del gran Warren Buffett: «Regla número uno: nunca pierdas dinero; regla número dos: nunca olvides la regla número uno».

La semana que viene volveremos con nuevos contenidos. Hasta entonces, por favor, sed felices.

 

 

 

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cobro-dividendos

2016-10-03, Marian López


El próximo lunes 3 de octubre de 2016 quienes tengan acciones se verán afectados por el cambio en el cobro de dividendos.

A lo largo de mi vida laboral en banca, he sido testigo de la cantidad de personas que poseen acciones independientemente de sus conocimientos financieros o su nivel económico.

¿El motivo?. A veces los clientes se encuentran en su cartera acciones heredadas de sus padres y otras son los mismos clientes quienes aconsejados o no por la persona de confianza en su banco, se deciden a comprar acciones con las que obtener algo de rentabilidad.

A partir del lunes 3 de octubre, todos aquellos con acciones en compañías que paguen dividendos, sufrirán un cambio en el cobro de los mismos.

Ahora será necesario tener acciones de una compañía tres días hábiles antes de un pago de dividendos.

¿Qué sucedía antes del cambio?. Pues que los inversores con acciones en bolsa española, podían comprar acciones incluso un día antes del reparto de un dividendo y tenían derecho a cobrarlo.

A partir de octubre una empresa que pague dividendos el martes, con la nueva normativa, la fecha límite para haber comprado las acciones y cobrar el dividendo correspondiente sería el martes (tres días hábiles antes del viernes).

Pero esto no es algo que haya ocurrido de repente sin más, tiene una explicación.  Desde el 27 de abril de este 2016 entró en vigor la denominada reforma del mercado de valores.

Esta reforma ya lleva varios años desarrollándose y su objetivo no es otro que el de crear una plataforma común de operaciones bursátiles en Europa y unificar las reglas que rigen en los distintos países europeos.

La citada reforma consta de varias fases y se espera que esté totalmente implantada en España a partir del 2017.

Ahora que ya sabéis en qué os afecta el cambio del cobro de dividendos, explicaré algunos conceptos para aquellos que sois accionistas «accidentales» y no expertos en la materia.

¿Qué son los dividendos?.

 Los dividendos son una forma de retribuir a sus accionistas que tienen algunas empresas.

Cuando una empresa obtiene beneficios, el equipo directivo decide qué hacer con ese dinero: si lo reinvierte en el propio negocio, o lo reparte entre los accionistas en forma de dividendos.

Las empresas más estables eligen una fórmula equilibrada que consistiría en reinvertir una parte de los beneficios obtenidos y pagar el resto como dividendos.

Dichas empresas pueden pagar a sus accionistas los dividendos en efectivo (una cantidad x por acción) o en forma de acciones (gratuitas para los accionistas).

Los dividendos permiten «compensar» de alguna manera el precio de una acción que no se mueve mucho, proporcionando a sus accionistas un ingreso.

Sin embargo las compañías de «alto crecimiento» normalmente no ofrecen dividendos, ya que reinvierten los beneficios para mantener su crecimiento ampliando el negocio.

Entonces, ¿cómo recompensan a sus accionistas?. Pues la recompensa de estas compañías a sus accionistas es un precio de las acciones mayor del esperado. Así tus acciones pasarán a valer más en el mercado.

¿Cuándo se pagan los dividendos?.

Cada vez que una empresa paga dividendos, debe declararlo oficialmente la Junta Directiva.

Normalmente, las empresas que pagan dividendos en efectivo lo hacen cada seis meses, pero en ocasiones pueden decidir pagar un dividendo extraordinario.

¿Qué fechas hay que tener en cuenta?.

1.- Fecha de la declaración. Es la fecha en que la Junta Directiva anuncia a los accionistas y al mercado en su conjunto que la compañía pagará dividendos.

2.- Fecha ex-dividendo o «ex-date«. Es el día a partir del cual se negocia la acción en el mercado sin derecho a participar en el dividendo.

3.- Fecha de registro o «record date«. Día en el que la empresa mira en sus registros para saber quiénes son los accionistas de la misma.

Un inversionista debe figurar como titular en el registro para garantizar el derecho a cobrar dividendos.

4.- Fecha de pago o «payment date«. Es el día en el que se pagan los dividendos a todos aquellos que tengan derecho a su cobro.

Por último, si tenéis acciones o estáis interesados en invertir en bolsa, tened siempre en cuenta estos sencillos consejos:

  • Nunca acertarás el momento exacto en el que comprar o vender una acción. Olvídate de análisis técnicos. Lo único que puedes hacer tú o tu asesor es identificar los niveles óptimos para entrar o salir de una acción y actuar cuanto antes.
  • Corta pérdidas rápidamente. No esperes a que la acción baje a mínimos. Hay que dejar correr las posiciones ganadoras y cortar las pérdidas.
  • Rentabilidad y riesgo van unidos: a mayor rentabilidad, mayor riesgo y viceversa.
  • No ir nunca contra la tendencia. Si el mercado sube, la mayoría de acciones subirán y si baja, éstas caerán.
  • Aíslate de los rumores. No hay que dejarse llevar por la euforia ni por las alarmas. Crea tu propio método y actúa según el mismo.

Desde www.garciaslopezasesores.es, esperamos que este post os resulte útil. Ya sabéis que podéis poneros en contacto con nosotros a través de nuestra página web. Estaremos encantados de ayudaros.

Y recuerda, como dice el gran inversor y empresario Warren Buffett: «Nunca inviertas en un negocio que no puedas entender».

La semana que viene, prometo volver con un nuevo tema. Hasta entonces, por favor, sed felices.

 

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economía-colaborativa-antes-y-ahora

2016-09-05, Marian López


El consumo o economía colaborativa quiere cambiar el mundo con su concepto de «compartir en vez de poseer«. Todo ello a través de las nuevas tecnologías.

Cada vez son más las plataformas de intercambio de productos y servicios que se abren paso desafiando a las empresas tradicionales.

¿Qué es la economía colaborativa?.

Wikipedia define el consumo colaborativo o la economía colaborativa como una «interacción entre dos o más sujetos, a través de medios digitalizados o no, que satisface una necesidad real o potencial, a una o más personas».

¿Cómo hemos llegado a este modelo económico?.

Hace ya mucho tiempo, las personas no tenían la cantidad de cosas de las que disfrutamos actualmente. Entonces decidían vivir en comunidades donde se ayudaban mutuamente compartiendo lo poco que tenían.

Sin embargo, con la industrialización, llegamos a la época en la que se ensalza el concepto de «propiedad«.

Los trabajadores, gracias a sus sueldos, pudieron empezar a comprar por ejemplo sus propios electrodomésticos.

La sociedad aún sufriría otro cambio. Las personas, podían permitirse comprar cada vez más cosas y si no, se endeudaban para hacerlo.

Entramos en una sociedad «consumista» por excelencia en la que si no tienes un móvil último modelo, no eres nadie.

Actualmente, la crisis sufrida a nivel mundial, ha dejado a mucha gente sin trabajo por lo que nos hemos visto obligados a reducir drásticamente los gastos superfluos para centrarnos en lo que realmente necesitamos.

Otra característica de la sociedad actual es que estamos cada vez más conectados gracias a las nuevas tecnologías.

Esa interacción con las nuevas tecnologías, unida al deseo de que todos podamos acceder a determinados servicios sin necesidad de gastar grandes sumas de dinero, ha hecho que triunfe la economía colaborativa.

Quien no puede tener algo por no disponer del dinero suficiente, al menos podrá probarlo. Eso es lo que hace de la economía colaborativa un fenómeno imparable.

En los últimos años han proliferado las empresas dedicadas a promover la economía colaborativa que nos permiten aprovechar servicios o bienes infrautilizados por sus propietarios.

Ejemplos de economía colaborativa.

En nuestro país, las plataformas de economía colaborativa van en aumento. Tenemos varios ejemplos de empresas que se dedican a ello.

1.- Relendo (www.relendo.com). Su lema «Gana dinero alquilando tus cosas» resume claramente su filosofía.

La página está dividida por categorías: fotografía y video, deporte, electrónica, herramientas, eventos, instrumentos musicales, camping y otros.

Tu publicas el producto que quieras alquilar y esperas a que alguien se decida por él. Es una manera fácil de sacar provecho a aquellas cosas que no utilizas. Por ejemplo si tienes un proyector, lo puedes alquilar a 25 euros al día.

2.- Socialcar (www.socialcar.com). Es una página de «carsharing» o préstamo de vehículos. Puedes alquilar tu coche por horas o por días, por ejemplo sólo los fines de semana, ganado más de 35 euros al día.

Anuncias tu coche y se ofrecen personas interesadas en alquilarlo. Si decides seguir adelante, lo alquilas.

Tienes tres opciones como punto de entrega de tu coche. Quien lo alquila puede ir a recogerlo donde esté aparcado, entrega a domicilio o en el aeropuerto.

Socialcar pone a tu disposición un servicio de comunicación de incidencias.

3.- WestmartPark (www.weatmartpark.com). Si vives en Madrid o Barcelona, a través de esta aplicación podrás alquilar tu plaza de garaje y ganar una media de 9 euros diarios.

Quien alquila tu plaza estará feliz porque se ahorrará hasta un 50% en parking y tú le sacaras partido a la plaza que no utilices.

4.- Airbnb (www.airbnb.es). ¿Quién no conoce esta página?. Es otro claro ejemplo de economía colaborativa.

Si en tu casa tienes una habitación libre y estás dispuesto/a a alquilarla, puedes hacerlo ganando más de 30 euros al día.

5.- Zank (www.zank.com/es). Esta plataforma pone en contacto a personas solventes que buscan un préstamo y quieren pagar intereses no abusivos, con personas que tienen dinero para invertir y quieren obtener mayor rentabilidad.

El importe del préstamo va desde los 1.000 hasta los 10.000 euros y el plazo de devolución, entre 6 y 48 meses.

6.- Heygo (www.heygo.com/es). «Encuentra y ofrece servicios cerca de ti» es su lema.

Al igual que Relendo, está dividida por categorías: deporte, profesores, reparaciones, transporte, bienestar y salud, entretenimiento, hogar, mascotas, cuidador y otros.

A través de este portal de economía colaborativa, sus usuarios podrán ofertar servicios profesionales y ganar una media de 10 euros la hora.

Desde www.garciaslopezasesores.es, podemos asesoraros en todo lo que tenga que ver con la economía colaborativa: tanto páginas a las que acceder según vuestras necesidades, como asesoramiento jurídico respondiendo a vuestras inquietudes.

La economía colaborativa se ha instalado en nuestra sociedad para quedarse.

Un reciente estudio de la auditora PWC (Pricewaterhousecoopers) vaticina que para el año 2025, el 65% de los adultos hará uso de las plataformas de economía colaborativa para ahorrar u obtener rentabilidad por sus propiedades.

Esta semana me despediré con una frase del escritor Antoine de Saint-Exupéry: «La caridad según el sentido de mi imperio, es la colaboración«.

Ojalá todos aprendamos a ser más caritativos y compartir lo que tenemos. Recordad que también así podemos sacarle provecho.

Hasta la semana que viene. Sed felices.

 

 

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chiringuito

2016-07-25, Marian López


El año pasado, el número de alertas publicadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre chiringuitos financieros, creció un 65%.

Estamos en verano, época de vacaciones, playa y chiringuito. Pero no todos los chiringuitos son igual de agradables que esos en los que te presentas con tu bañador y tu chanclas a comerte unos buenos mejillones y una cerveza bien fresquita.

Existen otros chiringuitos en los que te reciben con traje y corbata para ofrecerte productos de inversión con elevadas rentabilidades sin apenas riesgo. ¿Os suena de algo?. Son los llamados chiringuitos financieros.

En este post intentaremos definir qué es un chiringuito financiero, así como las claves para evitar caer en él.

Empezaré contando una experiencia que viví en primera persona con un ex cliente de banca privada. Vamos a llamarlo Sr. Joan (por ponerle un nombre de la tierra).

Pues bien, el Sr. Joan tenía invertidos en la entidad para la que yo trabajaba por aquél entonces, más de un millón de euros ganados con el «sudor de su frente«, como propietario de un negocio de éxito.

El Sr. Joan estaba encantado con su cartera de inversión. Era una cartera bastante diversificada, adaptada a su perfil y con el riesgo controlado.

Pese a estar satisfecho con las rentabilidades obtenidas, de pronto comenzó a deshacer posiciones y a disponer de buena parte de su dinero.

Ante la falta de información al respecto, decidimos preguntar directamente al cliente qué era lo que estaba sucediendo. El Sr. Joan expresó su satisfacción, pero nos comunicó que le habían ofrecido unas rentabilidades muy superiores a las nuestras en un producto de inversión sin riesgo.

¿Elevadas rentabilidades sin riesgo?. Algo «chirriaba» en esta ecuación. Le recomendamos al Sr. Joan que fuera prudente, que se informara muy bien antes de invertir los ahorros de toda una vida.

El Sr. Joan contestó que se trataba de gente seria, con unas oficinas de lujo en un lugar privilegiado y que además, le enviaban información sobre la evolución de sus inversiones cada mes.

Él ya se había encargado de recomendarlo a otras personas (familiares y amigos), puesto que por cada cliente que fuese de su parte, su rentabilidad se incrementaba. Eso sí, el mes de agosto la oficina cerraba, no le pagaban su cupón y en septiembre le pagaban el acumulado de ambos meses.

Estoy segura de que a muchos de vosotros, este guión os parece sacado de una película de ciencia-ficción, pero os puedo asegurar que es real como la vida misma.

Bien, la cosa acabó como el «rosario de la aurora«. Un buen día, la lujosa oficina cerró sus puertas con un escueto cartel de cambio de ubicación que, por supuesto, resultó falso.

No obstante, la policía logró detener a la red de delincuentes acusados de estafa. Pero desgraciadamente, el Sr. Joan no recuperó su dinero. Es más, perdió amigos y se ganó la enemistad de parte de su familia.

¿Cómo alguien que llevaba al frente de su propio negocio tantos años, con un prestigio reconocido, se dejó embaucar de esa manera?. Era la pregunta que aún hoy continúo haciéndome.

Es la triste historia de un empresario que por su avaricia, cayó en las redes de un chiringuito financiero.

Pero ¿qué es exactamente un chiringuito financiero?.

La CNMV define con el término de «chiringuito financiero» a «aquellas entidades que ofrecen y prestan servicios de inversión sin estar autorizadas para hacerlo». No están registradas ni en la CNMV ni en el Banco de España.

Los chiringuitos financieros actúan al margen de la legalidad. No están adheridos al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), por lo que sus inversores no están protegidos en caso de insolvencia de la entidad no autorizada.

¿Cómo actúan los chiringuitos financieros?.

Utilizan diferentes técnicas de contacto y de persuasión.

En cuanto a las técnicas de contacto más habituales:

  • Llamada de teléfono. Al ser una toma de contacto más directa, permite mayor presión psicológica. Son llamadas que no responden a una solicitud previa de información.
  • Correo. Utilizan lujosos folletos en los que presentan inversiones sofisticadas y prometedoras para sus futuros clientes. Solicitan que contactéis con ellos bien rellenando un cupón, bien llamando por teléfono o a través de su página web.
  • Internet. Es uno de los medios más utilizados ya que permite a los anunciantes acceder a una amplia masa a un coste inferior al de otros medios.

Las técnicas de persuasión empleadas por los chiringuitos financieros son:

  • Predicciones acertadas. Utilizan una técnica muy simple. Para demostrar su conocimiento de los mercados financieros, llaman a un número elevado de personas divididas en dos grupos:

En un grupo apuestan por la subida de un valor, y en el otro por lo contrario.  Si el valor sube, sólo llaman al primer grupo, que queda encantado con su capacidad de predicción. Esto mismo, lo repiten varios días hasta convencer al cliente.

  • Apariencia de respetabilidad y éxito. Los responsables de los chiringuitos financieros, suelen vestir muy elegantes y tener oficinas lujosas.
  • Dar explicaciones incomprensibles y utilizar muchos tecnicismos.
  • Ofrecer grandes beneficios con pocos riesgos.
  • Insistencia para que se adopte una decisión inmediata.
  • Presión psicológica.

Claves para evitar caer en manos de un chiringuito financiero.

1.- Tu puedes ser una víctima potencial. No existe un perfil determinado de víctima, ya que a veces las estafas están tan elaboradas, que son 100% creíbles por lo que pueden caer en ella desde pequeños ahorradores a empresarios.

2.- Atento a las técnicas de captación. Los chiringuitos financieros no emplean canales diferentes a los de otras empresas reguladas de servicios de inversión: teléfono, internet, anuncios publicitarios en televisión, etc.

3.- No des tus datos personales. La CNMV aconseja que nunca des información personal o confidencial a empresas o personas desconocidas. Por favor, elimina los mails que soliciten información confidencial.

4.- Quizás seas víctima de una estafa piramidal. Tal como hemos visto en el ejemplo, que tú lleves clientes al chiringuito financiero, incrementa tus beneficios. Incluso a los primeros clientes la propia empresa les paga algo más.

5.- Ojo con la presión psicológica. Al principio, la conversación suele ser amable, pero si los comerciales detectan que no estás interesado en lo que te ofrecen, se vuelven más insistentes y su discurso más agresivo.

6.- Te presionan para que tomes una decisión rápida. Las decisiones a la hora de invertir tu dinero, suelen necesitar un tiempo de maduración. Sin embargo, en estos chiringuitos financieros te presionarán para que tomes una respuesta afirmativa lo antes posible.

7.- Desconfía de promesas de elevadas rentabilidades sin riesgo. Sencillamente un producto financiero así, no existe. Toda inversión en la que se quieran obtener rentabilidades atractivas, requiere un riesgo: «a mayor rentabilidad, mayor riesgo».

8.- Protégete. La mejor manera de protegerse es desconfiar de comportamientos como los expuestos, pedir información sobre esa entidad al Banco de España o a la CNMV y si no nos convence, no entrar en su juego.

Colgar el teléfono o eliminar un mail a tiempo, puede ahorrarnos muchos disgustos. No obstante, cualquier duda que tengáis al respecto, ya sabéis que podéis contactar con nosotros a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es.

Esta semana me despediré con una frase del filósofo griego Epicuro: «¿Quieres ser rico?. Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia».

Volveremos la semana que viene. Hasta entonces, por favor,sed felices.

 

 

 

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Casas verano

2016-06-27, Marian López


A lo largo del año, son muchas las personas que se plantean si les resultará rentable alquilar su casa en vacaciones.

Y es que el alquiler vacacional se ha puesto de moda. Siempre han existido propietarios que aprovechaban alquilar su segunda residencia en vacaciones para sacarse un «dinero extra«, pero las cosas han cambiado.

Uno de los objetivos de Hacienda durante el pasado año y a lo largo del presente, está siendo detectar y sancionar la llamada «economía sumergida«. Para ello no duda en rastrear en la red rastros de actividades no declaradas.

Por tanto, si tienes una vivienda que alquilas en vacaciones, este post te interesa.

En primer lugar, vamos a distinguir entre contrato de alojamiento y contrato de arrendamiento de temporada. En ambos casos se produce una cesión de uso del inmueble, pero en el contrato de alojamiento hay además, prestaciones de servicios.

1.- ¿Se puede alquilar un piso con finalidad vacacional?.

Por supuesto. Si solamente se cede la cesión del uso del inmueble, estaremos ante un alquiler vacacional de los de «toda la vida«. Bastará con hacer un contrato entre el dueño de la vivienda y la persona o personas que lo alquilan.

Dicho contrato será un contrato de alquiler de temporada, contemplado en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).

2.- ¿Qué ocurre si alquilo y además presto servicios turísticos?.

Por prestación de servicios entendemos limpieza, reposición de sábanas, mantenimiento de servicios, servicio de atención al público en horario comercial, asistencia telefónica 24 horas, etc.

En este caso, estaríamos ante un contrato de alojamiento turístico permitido, aunque sujeto a una serie de obligaciones como la de presentar la declaración responsable de inicio de actividad turística.

Esta diferenciación es sumamente importante: si sólo alquiláis la vivienda en vacaciones, debéis especificar que es un contrato de alquiler de temporada sin prestación de servicios turísticos.

¡Ojo!. Para los que vivimos en Baleares, el alojamiento turístico solamente es posible con viviendas unifamiliares y pareados, de un máximo de seis dormitorios, doce plazas y que tengan como mínimo un baño por cada tres plazas.

Una de las ventajas de alquilar tu casa en vacaciones es que se elimina el riesgo de morosidad, ya que el 99% de los inquilinos pagan antes de entrar.

A la hora de alquilar tu vivienda, tienes dos opciones:

Opción A). Relajarte y dejar la gestión del alquiler a un profesional que se encargue de publicitarlo. Éste os cobrará entre un 20% o un 25% de la renta. Si la gestión se delega a una empresa (en vez de a un asesor inmobiliario), el porcentaje se elevará al 35% o 40% del alquiler.

Opción B). Como propietario quieres encargarte personalmente del alquiler. Para ello cuentas con un montón de plataformas como por ejemplo, Airbnb o HomeAway. El turista conecta directamente con el propietario y el portal cobra por el anuncio.

Otro de los puntos a tener en cuenta para saber si te resulta rentable alquilar tu casa en vacaciones, es el de los impuestos que deberás pagar.

¿Cómo declarar el alquiler vacacional?.

1.- Ingresos como segunda vivienda.

Es la opción que tiene mayor acogida, ya que no incluye ningún tipo de papeleo. Tú firmas un contrato de alquiler de temporada con la persona que te alquila la casa.

Los ingresos que percibas se imputarán en la declaración de la renta como rendimientos del capital inmobiliario (en el IRPF) y para determinar la ganancia final, se podrán deducir todos los costes que conllevan poner la vivienda en alquiler.

Así a los rendimientos de capital inmobiliario, habría que deducir la parte proporcional del IBI, seguro de hogar, tasa de basuras o gastos de comunidad entre otros.

Además esta operación no lleva IVA.

2.- Ingresos como alojamiento turístico.

No es la opción más usada, pero quizás sí la más adecuada, aunque conlleva una serie de requisitos.

Tendréis que registrar la vivienda como alojamiento turístico en el registro de vuestra comunidad autónoma y daros de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) para poder ejercer la actividad.

En este caso, los ingresos por alquiler tendrán la consideración de rendimientos de actividad económica en el IRPF y además deberá cobrarse IVA (lo ideal es emitir una factura por cada estancia).

Asimismo tendréis que presentar declaraciones trimestrales de pagos a cuenta de IRPF e IVA.

¿Qué ocurre el resto del año?.

Si la vivienda que alquiláis está vacía le resto del año, la tenéis que incluir como una imputación de renta durante ese periodo.

Hacienda exige que los contribuyentes paguemos impuestos sobre los pisos que tenemos sin alquilar. Para ello, establece un rendimiento económico: Hacienda «se inventa» que como propietarios recibimos unos ingresos por el sólo hecho de tener un piso, y éstos ascienden al 1,1% de su valor catastral.

Habrá que incluir esas cantidades en el apartado correspondiente de la declaración de la renta, además de las cantidades que se hayan cobrado por el alquiler.

¿Qué pasa si no declaras el alquiler vacacional de tu casa?.

Si Hacienda detecta que has alquilado tu casa y no la has declarado, te sancionará y te obligará además a presentar una declaración complementaria de IRPF incluyendo estos ingresos junto con un recargo que dependerá del tiempo que haya pasado.

Incluso podrían obligarte a declarar el IVA que no emitiste en su momento.

¿Me sale rentable alquilar mi casa en vacaciones?.

La verdad es que muchas veces, las personas que alquilan su casa en vacaciones, alardean de que en tres meses de verano, se sacan lo mismo que alquilándola el resto del año.

Bueno, permitidme que ponga en duda esos cálculos hechos «a grosso modo».

Si habéis leído todo lo expuesto en líneas anteriores, os daréis cuenta de que los alquileres se tienen que declarar y conllevan una serie de impuestos.

Calculando los ingresos por alquiler, deduciendo los gastos que sean deducibles y restando los impuestos que correspondan, resulta que nos sale más rentable alquilar una vivienda todo el año que sólo en vacaciones.

Si necesitáis que os ayudemos a calcular la rentabilidad que supone el alquiler de vuestra vivienda sólo en vacaciones, no dudéis en contactar con nosotros a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es

La semana que viene volveremos con nuevos contenidos. Hasta entonces, sed felices.

 

 

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Consejos invertir

2016-06-06, Marian López


En época de volatilidad como la actual, es fácil tomar decisiones erróneas. Para invertir «con cabeza» es mejor seguir una serie de reglas básicas.

Nos movemos en un entorno difícil, con muchos altibajos que no facilitan la labor de aquellos que han decidido invertir. Lo que ayer nos daba alegrías con buenísimas rentabilidades, hoy está en negativo.

No considero que yo esté en un plano superior, pero sí en uno privilegiado que me permite ver las barbaridades que hace al gente al invertir. Por este motivo, he decidido que mi post de esta semana vaya encaminado únicamente a enumerar una serie de reglas para invertir sabiendo lo que hacemos.

Son unas reglas muy básicas y bastante obvias que se deberían poder aplicar sin problema.

Regla número uno. Timing de mercado.

El timing de mercado consiste en la pericia de comprar y vender en el momento justo.  Ser capaz de comprar en mínimos y vender en máximos.

Dicho así no parece muy complicado, ¿verdad?. Pero lo cierto es que para quien domine esta técnica, invertir se convierte en un «arte».

Es muy complicado acertar con el momento de entrada o salida de una acción. De hecho lo de comprar en mínimos y vender en máximos es difícil que nos suceda.

De lo que se trata es de ser lo suficientemente ágil como para identificar esos niveles (de máximo y mínimo) lo antes posible, y actuar en consecuencia.

Regla número dos. Corta las pérdidas cuanto antes.

Si ya estás metido de lleno en esto de invertir, ojo con las pérdidas que puedas tener.

Esta segunda regla es difícil aplicarla. ¿Qué es lo que suele hacer generalmente un inversor?. Lo primero que hace es vender inmediatamente las acciones que tengan ganancias y dejar correr las que obtienen pérdidas.

Mal: lo único que conseguiréis «pasando por alto» las acciones que pierden, es que dichas pérdidas vayan en aumento. De repente pasáis a convertiros en inversores a largo plazo, con un dinero del que no disponéis, invertido en unas acciones cuyo valor va cayendo cada vez más.

Cuando os encontréis ante esta situación, lo primero que debéis hacer es «dejar correr» las posiciones ganadoras y cortar las pérdidas.

Lo básico a la hora de invertir es preservar el capital en la medida de lo posible.

Regla número tres. Rentabilidad vs riesgo.

Una premisa básica en el mundo de la inversión es que «rentabilidad y riesgo van unidos«. A mayor rentabilidad, mayor riesgo y viceversa (esto mismo ya lo he repetido en otras ocasiones).

Por tanto, si quieres invertir es importantísimo que sepas dónde lo haces. No es lo mismo un depósito a plazo que un fondo de inversión. Igual que no es lo mismo invertir comprando acciones en el sector tecnológico o en el financiero.

Imagino que antes de invertir, vuestro banco ya os habrá hecho algún tipo de cuestionario para conocer vuestro perfil de inversor. Pues bien, vuestro objetivo debe ser manteneros siempre en productos que encajen con vuestro perfil (conservador, moderado, agresivo, etc).

Regla número cuatro. Cuidado con los cambios medios.

Muchos inversiones que mantienen posiciones perdedoras, lo que hacen es comprar acciones a niveles más bajos esperanzados en poder recuperarse un poco con esa operación, para al final acabar recuperando la inversión total.

¡Error!. En la mayoría de casos esta «jugada» no suele salir bien y lo único que se consigue es que se incrementen las pérdidas.

Regla número cinco. Procurad no ir contra la tendencia.

También aquí se aplica una máxima muy evidente: Si el mercado sube, la mayoría de títulos subirán, y si por el contrario el mercado baja, los títulos también lo harán.

Basándonos en esta premisa, deberíamos ser capaces de actuar en consecuencia.

Regla número seis. No es bueno «obsesionarse» con un único activo.

El que una compañía sea buena, no garantiza que sus acciones vayan a comportarse bien. Tampoco obliga a que el inversor tenga acciones de dicha compañía en su cartera.

Podemos identificar si una compañía es buena a través de los datos fundamentales, pero nos hará falta además conocer cómo está el mercado y si es el momento adecuado para entrar a comprar.

Regla número siete. Ojo con el análisis técnico.

El análisis técnico es una herramienta cuyo objetivo consiste en predecir cómo evolucionará en nuestro caso, una acción, basándose en el comportamiento que esa acción haya tenido en el pasado.

Pero que una acción se haya comportado de manera extraordinaria en el pasado, no implica que vaya a continuar igual de cara al futuro.

Como hemos comentado al principio, nos encontramos ante un escenario lleno de cambios. Si no, ¿quién iba a predecir que las acciones de Bankia llegarían a no valer prácticamente nada?.

Regla número ocho. Mantente alejado del ruido mediático.

A la hora de invertir, pese a que nuestros sentimientos influyan más de lo que creemos, debemos ser capaces de mantener la mente fría y no dejarnos arrastrar por lo que hagan los demás.

¿Qué sucede cuando la Bolsa baja durante una temporada?. Pues que todo el mundo se lanza en masa a vender, cuando a lo mejor, no es el momento idóneo para ello. El pánico escénico no es bueno para nadie.

Si queremos invertir con un mínimo de éxito, hay que dejar de lado las corazonadas y aplicar cierta disciplina a la hora de operar.

Siguiendo estas reglas tan básicas, podremos ahorrarnos más de un disgusto, seguro.

No obstante, como siempre, os recomiendo que antes de invertir o dar un paso en falso, si no estáis seguros de lo que hacéis, acudid a un experto que pueda orientaros. Desde www.garciaslopezasesores.es, estamos dispuestos a ayudaros. Podéis visitar nuestra página web sin compromiso alguno.

Esta semana, me despido con una frase del famoso inversor Seth Klarman: «Evitar cometer los errores de los demás es un paso muy importante para alcanzar el éxito».

Volveremos la semana que viene. Hasta entonces, sed felices.

 

 

 

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Deuda Pública

2016-05-30, Marian López


España ha colocado 3.000 millones de euros en deuda pública a 50 años. Más concretamente en bonos.

Con esta noticia nos despertábamos hace un par de semanas. Sí, como lo oís, hay gente que está comprando deuda pública nada más y nada menos que a 50 años.

En un entorno con tipos de interés tan bajos, la deuda pública se ha convertido en el «refugio» al que acuden los inversores más conservadores para obtener algo de rentabilidad.

Si sois clientes de Barclays, BNP, Caixabank, Citi, Santander o Société Générale, seguro que os han ofrecido unos «jugosos» bonos del Estado al 3,49%.

Dicho así y frente a depósitos que no llegan ni al 1% de interés, suena de maravilla, ¿verdad?. Pero ¡cuidado!. Al largo plazo en que se emiten estos bonos (50 años), se une algo que los que ya llevamos un tiempo en el mundo financiero conocemos bien, y es que «la renta fija tiene riesgo«.

Pero para saber bien de qué hablamos, primero deberemos entender algunos conceptos.

¿Qué es la deuda pública?.

Por deuda pública o soberana se entiende al conjunto de deudas que mantiene un estado frente a los particulares u otro país. Constituye una forma de obtener recursos financieros por parte del Estado o cualquier poder público materializada mediante emisiones de títulos de valores o bonos.

Para aclararlo un poco: el Estado emite deuda para obtener financiación. Esa deuda pueden ser Letras del Tesoro, bonos u obligaciones. Nosotros compramos la deuda a través de nuestro banco, a fin de conseguir algo de rentabilidad.

¿En qué consisten los bonos?.

Pues como acabo de decir en líneas anteriores, los bonos son productos de inversión que consisten en la compra de deuda en este caso pública (la deuda también puede ser privada) para obtener rentabilidad.

¿Qué diferencia hay entre bonos y depósitos?.

Aquí es donde viene el «meollo» de la cuestión. No hay que confundir los bonos con los depósitos, ya que las características de ambos son diferentes.

Ya sabemos cómo funcionan los depósitos:

Depositas dinero en el banco a un plazo determinado. Por este dinero el banco te paga un interés y cuando vence el plazo pactado en el contrato, te devuelven tu dinero (además de los intereses que hayas cobrado). En caso de quiebra del banco, el FGD (Fondo de Garantía de Depósitos) te cubre 100.000 euros por titular.

Pero, ¿sabemos cómo funciona un bono?.

Recordemos que el bono es Deuda Pública emitida por el Estado para financiarse y por la que te paga un determinado interés (en caso de que compres). Sin embargo, y pese a que los bancos nos lo intenten vender como algo seguro, los bonos tienen sus riesgos.

1.- En primer lugar, tu dinero sólo estará garantizado por el organismo emisor. Por ejemplo, si compras bonos de la Comunidad Autónoma de Madrid, el dinero estará garantizado por dicha Comunidad Autónoma.

¿Qué ocurre si en este ejemplo, la Comunidad Autónoma quebrase?. Pues que, a diferencia del depósito, el FGD no cubre tu inversión. Tu dinero quedaría garantizado por la Comunidad Autónoma, por lo que en caso de quiebra de la misma, recuperar tu dinero sería una «ardua» tarea.

2.- En segundo lugar, los bonos no son tan líquidos como nos los venden. Imagina que has comprado estos maravillosos bonos a 50 años y por ejemplo, decides deshacerte de ellos a los 5 años. Para venderlos tendrás que acudir a un mercado denominado «mercado secundario».

¿Qué puede ocurrir?. Pues que cuando vayas a vender tu bono, el precio por el que tengas que hacer la operación, sea inferior al precio al que lo compraste. Pues bien, en este caso perderías dinero.

Tipos de deuda pública.

Si hablamos de deuda pública del Estado (es la más común), encontramos bonos y obligaciones que, según el plazo al que se emitan, tienen nombres diferentes:

  • Letras del Tesoro. Es la deuda a más corto plazo: entre 3 y 18 meses.
  • Bonos del Estado. Su duración media es entre 2 y 5 años.
  • Obligaciones del Estado. Es la deuda pública a mayor plazo, entre 10 y 30 años.

Bonos o depósitos, ¿qué elijo?.

Para elegir dónde invertir nuestro dinero, siempre deberíamos mantener un buen equilibrio entre rentabilidad, riesgo y liquidez (disponibilidad).

Antes de dar un solo paso, deberemos tener claros tres puntos:

  1. Que conocemos bien el producto.
  2. Si nuestro dinero estará disponible y cuándo.
  3. Cuál es nuestro perfil de inversor (conservador, moderado o arriesgado).

Hasta que no tengamos claros estos 3 puntos, no estaremos en disposición de invertir en bonos por nuestra cuenta (es mejor buscar un profesional que nos oriente).

Por tanto, si nos acechan las dudas, mejor no arriesgarse e invertir directamente en un depósito. Pese a que su rentabilidad es baja, sabemos que se trata de un producto líquido (podemos disponer del dinero cuando queramos bajo penalización) y con hasta 100.000 euros garantizados por el FGD.

Entonces, ¿es una buena alternativa para nosotros invertir en deuda pública a 50 años?.

 Bueno, si lo pensamos, entre un depósito cuya rentabilidad apenas llegue al 0,61% y un bono con una rentabilidad del 3,49%, la opción sería clara.

Pero, ¿y si os digo que para obtener esa rentabilidad debéis mantener vuestra inversión un plazo de 50 años, arriesgándote además a perder parte de tu dinero si decides venderla antes?. Dicho así ya no suena tan atractivo, ¿verdad?.

Otra cosa que deberéis tener en cuenta es que si los tipos bajan, vuestros bonos subirán. Pero por el contrario, si los tipos suben, el valor de vuestros bonos bajará.

Pese a que ahora los tipos de interés están muy bajos, desde la FED ya se habla de una posible subida de tipos en breve. Los analistas creen que en 2-3 años, los tipos iniciaran una escalada.

50 años dan para mucho, y lo que hoy es un maravilloso 3,49% en diez años puede resultar una miseria.

Por todos estos datos, lo que en principio nos tratan de vender desde el banco como algo muy seguro, la inversión en bonos (deuda pública), es de todo menos segura.

Recordad que no debéis embarcaros en productos que no conozcáis. Si tenéis alguna duda, ya sabéis que podéis consultarnos sin compromiso a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es

Como decía el tango «Volver» del gran Carlos Gardel: «que veinte años no es nada». En nuestro caso, 50 años dan para mucho. No es necesario plantearse inversiones a tan largo plazo para tratar de obtener rentabilidad. Existen otras opciones.

Volveremos la semana que viene. Hasta entonces, sed felices.