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2016-10-24, Marian López


A lo largo de los próximos 3 años se acelerará el proceso de reestructuración bancaria.

Dicho proceso de reestructuración bancaria está a la espera de que haya una estabilidad en el Gobierno para su culminación.

En nuestro país la banca comercial sigue estando sobredimensionada. Yo misma sufrí en su día una de las mayores fusiones del sector entre Caja Madrid (entidad para la que trabajaba) con Bancaja, Caja Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja… Casi nada.

Particularmente, decidí «abandonar el barco» y comenzar con mi «plan B» antes de que muchos de mis compañeros acabaran en la calle y no por decisión propia.

La reestructuración bancaria afecta a dos sectores muy concretos:

Por un lado, miles de trabajadores se han visto afectados por ERES en sus oficinas, no teniendo otra alternativa que la de quedarse sin trabajo y con una situación delicada ya que a partir de los 40 años, estás fuera de un mercado laboral cada vez más competitivo.

De otro lado, los clientes han sido víctimas de la reestructuración perdiendo la comodidad y cercanía con su oficina bancaria de toda la vida.

Países como Holanda o Reino Unido, ante una coyuntura tan complicada como la actual, ya se han puesto «manos a la obra» reduciendo sus sucursales bancarias.

En España el número de oficinas de banco no rentables es considerable. A eso se une el hecho de que los clientes «no están por la labor» de contratar aquellos productos que dejan más margen al banco como los fondos de inversión o los planes de pensiones.

¿Qué es lo que nos espera con la reestructuración bancaria?-

1.- Oficinas más especializadas.

El número de oficinas bancarias se verá reducido a la «mínima expresión«. El mayor impacto lo tendrán los pueblos o los barrios cuyos habitantes dispondrán de una o dos oficinas en las que hacer sus trámites diarios.

Habrá una etapa puente en la que convivirán oficinas principales y oficinas satélite (Banco Sabadell lo empezó a aplicar a su red de sucursales), antes de que esas pequeñas oficinas satélite también reduzcan su tamaño.

En cuanto a las mencionadas oficinas en sí, cada vez estarán más especializadas tanto por productos como por segmentos de clientes (autónomos, pymes, grandes empresas, etc).

Por ejemplo, en un futuro no muy lejano, cuando vayáis a vuestra oficina a solicitar un préstamo hipotecario, esta operación se enviará a un gestor que aglutine todas las operaciones hipotecarias de la zona.

¿Qué se consigue con ello?. En lo que concierne al banco, se consiguen abaratar costes. Respecto a los clientes, éstos contarán con gestores más especializados.

2.- Digitalización imparable.

Otro de los procedimientos que se están llevando a cabo en este proceso acelerado de reestructuración bancaria, es la digitalización.

La operativa diaria como: consultar el estado de nuestras cuentas, hacer traspasos entre cuentas propias o transferencias a cuentas ajenas, se hace prácticamente en su totalidad por internet.

La banca on line implica reducción de plantilla en las oficinas bancarias, ya que nos ofrece multitud de servicios sin necesidad de pisar la sucursal. Incluso podemos contratar productos desde nuestro ordenador.

Sin embargo, la «cara oculta» de esta digitalización la vemos en algunos colectivos como las personas mayores.

Da la sensación de que los bancos pretender «prescindir» de nuestros mayores (que apenas saben lo que es un ordenador), «obligando» a sus clientes a operar on line si quieren evitar comisiones.

Un ejemplo de lo expuesto, lo vemos con las transferencias que son gratis siempre y cuando se hagan desde nuestro ordenador. Si las haces desde el banco, pagarás comisión por la operación.

3.- Operadores independientes.

Nos encontramos en la era de las nuevas tecnologías, y éstas también afectan a los bancos. Basta con ver las noticias: cada vez son más las aplicaciones de todo tipo que evolucionan «a pasos agigantados» dejando atrás a la banca tradicional.

Las monedas virtuales, los pagos por móvil o la financiación entre particulares, son sólo algunas de las opciones que nos ofrece la tecnología actualmente.

Estos operadores independientes, están amenazando al sistema bancario tal como lo conocemos.

A lo largo de los próximos tres años, viviremos una dura reestructuración bancaria (aún más austera) que supondrá el cierre de más oficinas, además de nuevas fusiones entre entidades.

Los bancos buscarán una mayor eficiencia y control de costes intentando rentabilizar su negocio. Y a todo esto habrá que añadir la presencia de nuevos operadores venidos de la mano de las nuevas tecnologías.

Deberemos estar muy atentos a todo lo que suceda y aprender a comparar ofertas entre las diferentes entidades para decidirse por la que más nos convenga en base a nuestras necesidades.

En www.garciaslopezasesores.es, contamos con un grupo de expertos capacitados para asesoraros en todas aquellas cuestiones sobre las que dudéis. Sólo tenéis que meteros en nuestra página web y nosotros contactaremos con vosotros al instante.

Esta semana me despido con una frase del historiador estadounidense Arthur M. Schlesinger: «La ciencia y la tecnología revolucionan nuestras vidas, pero la memoria, la tradición y el mito enmarcan nuestras respuestas«.

Ahí lo dejo…

La semana que viene volveremos con nuevos temas, hasta entonces por favor, sed felices.

 

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Bancos espías

2016-08-08, Marian López


Los bancos en su afán de garantizar la seguridad de sus clientes, recurren a la tecnología en busca de nuevas fórmulas.

Según palabras del presidente del BBVA, Francisco González, la industria bancaria se ha quedado obsoleta. Los bancos que quieran sobrevivir, deberán adaptarse a los «nuevos tiempos«.

El máximo objetivo de los bancos, es el cliente. Las entidades deben crear nuevos productos y servicios para hacer frente a las nuevas exigencias de dichos clientes y que además, mejoren su cuenta de resultados.

Ya el año pasado y sobre todo a lo largo de este 2016, son muchos los bancos que ofrecen sus servicios a través de aplicaciones para móviles.

La banca a distancia, ya sea a través del móvil o del ordenador, supone una serie de ventajas tanto para los bancos como para sus clientes.

A las entidades les permite llegar al usuario de manera más directa y a conocer sus inquietudes sin que ello suponga un incremento significativo de costes.

Por otro lado, gracias a la banca a distancia, el cliente podrá acceder a múltiples servicios sin tener que desplazarse hasta la oficina bancaria y además gratis.

De todos los canales alternativos, el móvil es el que cuenta con una mayor acogida. El 60% de los clientes online, lo utilizan.

Actualmente es posible recibir alertas y avisos varios en tu teléfono tales como:

  • Realizar pagos en los comercios a través del móvil sin usar la tarjeta.
  • Firmar contratos.
  • Solicitar productos de ahorro e inversión (depósitos, fondos, préstamos, acciones).
  • Pagar recibos e impuestos.
  • Gestionar cuentas y tarjetas.
  • Financiar tus compras, etc.

Está claro que la banca a distancia nos facilita el «día a día» al permitirnos poder controlar mejor nuestros gastos y pagar menos comisiones a los bancos.

Pero con la llegada de la transformación digital, surge un nuevo problema: la ciberseguridad. Qué pueden hacer los bancos para garantizar la seguridad de sus clientes digitales.

Y es que en un mundo tan hiperconectado como el nuestro, los ataques de ciberseguridad son cada vez más frecuentes produciendo además un gran impacto.

La mayoría de los fraudes se cometen con el robo de datos de tarjetas para fines comerciales.

Ante esta problemática, los bancos se toman cada vez más en serio el asunto y recurren a la tecnología para garantizar la seguridad de sus clientes.

El diario The Wall Street Journal, publicó recientemente que una de las últimas medidas antirrobos de los bancos, consiste en «rastrear» la ubicación de sus clientes a través de sus smartphones para tratar de evitar posibles usos indebidos de tarjetas.

El primer banco en aplicar esta medida será el estadounidense Bancorp. El servicio ya ha sido probado por algunos clientes y en principio, será opcional.

¿En qué consiste el servicio de «rastreo» por parte del banco?.

Si los bancos deciden rastrear la ubicación de sus clientes a través de sus smartphones, lo harán con la intención de evitar posibles usos indebidos tanto de tarjetas de crédito como de débito.

Al conocer la localización exacta del titular cuando se haga un pago o se saque dinero lejos de donde éste se encuentre, el sistema lo detectará inmediatamente identificándolo como un posible fraude.

De confirmarse que, efectivamente, se tratase de una operación no autorizada, ésta se podría frenar antes de que fuera demasiado tarde.

Con este sistema también resultarían menos «sospechosas» las operaciones que los clientes pudieran efectuar fuera de su zona habitual.

Supongamos que te vas de vacaciones y, o bien sacas dinero, o haces algún pago. A través de tu smartphone, el banco comprobará que tarjeta y titular se encuentran en el mismo sitio, por lo que la operación se considerará como segura.

¿Qué se consigue con el sistema de «rastreo«?.

La ventaja principal es que los bancos se ahorrarían todos los gastos que conllevan las operaciones no autorizadas.

Por otro lado, evitaría a muchos clientes el «mal trago» de ver cómo su Visa es rechazada en algún establecimiento. Esta situación se reduciría en un 30% al poder verificar la localización del titular de la tarjeta.

¿Qué problemas plantea este servicio?.

Como hemos comentado en líneas anteriores, en principio el servicio sería opcional, pero los bancos estudiarían la posibilidad de incluirlo en su app y que fuera obligatorio para todos los clientes que se la descargasen.

Aquí entraría en conflicto la privacidad de dichos clientes.

Si ya nos sentimos «acosados» por los bancos, esta iniciativa supondría que el usuario tendría que proporcionar aún más datos a su banco. Algo a lo que muchos clientes no estarían dispuestos, lo que les llevaría a cambiar de banco.

Otro de los problemas que plantea el servicio de ubicación de clientes es que no se podría rastrear a aquéllos que no dispongan de teléfono inteligente.

Como veis, la evolución de los bancos tradicionales hacia bancos digitales, conlleva toda una serie de consecuencias no siempre asumibles «de buen grado» por los clientes.

En este caso, entrarían en conflicto la protección al cliente por parte de los bancos, con la privacidad del mismo.

¿Estarías dispuesto a proporcionar más datos a tu banco a cambio de una «supuesta» mayor protección?. Esa es la pregunta que debemos plantearnos.

Ya sabéis que en www.garciaslopezasesores.es, contamos con expertos que os ayudarán a solucionar cualquier conflicto derivado de esa «pérdida» de privacidad. Podéis consultarnos sin compromiso alguno.

Esta semana me despediré con una frase del fundador de Wikileaks, Julian Assange: «Es imposible corregir abusos a no ser que sepamos que están sucediendo«.

La próxima semana volveremos con un nuevo tema. Hasta entonces, por favor, sed felices.

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Fidelización bancos clientes

2016-06-13, Marian López


El ahorro está muy mal remunerado, y los bancos intentan «a toda costa«, retener a sus clientes evitando que se marchen con sus ahorros «debajo del brazo» en busca de rentabilidades más suculentas.

Dicen que «en el amor y en la guerra, todo vale«. Los bancos no paran de urdir estrategias con las que conseguir retener a sus clientes más ahorradores. Nos intentan «seducir» para que nos mantengamos fieles a sus dictados.

La verdad es que las entidades bancarias, no escatiman en recursos para conseguir su propósito. Con los tipos prácticamente a cero nos ofrecen por ejemplo, cuentas remuneradas hasta el 3%.

En este post, os desvelaremos cuáles son las «armas» que utilizan los bancos para retener a los ahorradores.

1.- Cuentas corrientes: remuneradas, sin comisiones, con descuentos y regalos.

Las cuentas corrientes son el producto «estrella» por excelencia para intentar retener a los ahorradores, ya que es una manera «fácil» de llegar a todo el público.

¿Qué nos ofrecen los bancos al respecto?.

En primer lugar, deciros que a mayor vinculación con el banco, mayores ventajas tendréis. Ese es el objetivo de este tipo de cuentas. Las mejores ofertas están reservadas para los clientes que domicilien su nómina o ingresos.

Banco Santander te paga un interés entre el 1% y un 3% TAE en función del saldo que mantengas en cuenta (hasta 2.000 euros es el 1% y el 3% para saldos de más de 3.000 euros hasta 15.000 euros).

Inconvenientes:

  • Requiere vinculación: nómina o ingresos y domiciliación de recibos.
  • Tiene comisión de mantenimiento: 3 euros al mes si cumples requisitos, si no los cumples la comisión de mantenimiento sube hasta 8 euros al mes.

Banco Sabadell ofrece hasta un 3% TAE con devolución de recibos y descuentos en gasolineras. Sin comisiones.

Bankinter tampoco cobra comisiones a sus clientes y remunera la cuenta hasta con un 5% TAE el primer año (baja al 2% el siguiente año). ¡Ojo!. En este producto el importe máximo remunerado son 5.000 euros.

Aún hay más entidades que remuneran sus cuentas, pero sólo citamos algunos ejemplos. En todos ellos, el denominador común es que para disfrutar de las ventajas se deben cumplir una serie de requisitos.

Otras entidades recurren a los regalos para intentar retener a sus clientes ahorradores. Todo un clásico que nunca falla.

2.- Depósitos: lucha por ser los más rentables, depósitos bienvenida y los depósitos online.

Pese a que han perdido parte de su atractivo por ofrecer tipos de interés «raquíticos», continúan en el podio como producto preferido de los ahorradores conservadores. ¿Por qué?. Pues por su escaso riesgo. Además recordad que el Fondo de Garantía de Depósitos cubre hasta 100.000 euros por titular en caso de quiebra del banco.

Sin embargo, las mejores ofertas en este producto, vienen de la mano tanto de los depósitos bienvenida como de la banca online.

3.- Fondos garantizados.

Los fondos garantizados no ofrecen una rentabilidad atractiva, pero la palabra «garantizado» hace que sea un producto fácil de «colocar» entre los ahorradores más conservadores.

Pero, ¡cuidado!. El que se denominen fondos garantizados, no implica que garanticen todo tu capital. De hecho, la mayoría sólo garantizan el 85% o como mucho el 90%, pero no de tu capital inicial, sino del valor liquidativo que tengan las participaciones del fondo (VLP) en el momento que decidas venderlas.

Resumiendo y para que lo entendáis: con los fondos garantizados, podéis perder dinero.

4.- Bonos estructurados.

 Otro producto con el que debemos tener mucho cuidado. Pueden llegar a ofrecer rentabilidades cercanas al 2% (que ya es mucho en los tiempos que corren). Sin embargo, no es un producto adecuado para los clientes ahorradores con perfil conservador.

La rentabilidad de los bonos estructurados, dependerá del comportamiento de una cartera compuesta por acciones, índices, etc. El cliente que invierta en este producto, debe hacerlo por un plazo predeterminado que puede ir de 3 a 5 años.

Llegada la fecha de vencimiento, si todos los índices o acciones se han comportado bien, obtendrás además de tu capital inicial, un tipo de interés atractivo. De lo contrario si por ejemplo alguna acción ha bajado más de lo previsto, te quedas sin cobrar ningún interés y puedes incluso perder dinero.

5.- Créditos preconcedidos a clientes.

Seguro que en más de una ocasión, os han llamado de vuestro banco para deciros que tenéis a vuestra disposición un crédito por ejemplo de 5.000 euros sin que ni siquiera lo hayáis solicitado.

Es otra de las herramientas empleadas por el banco para fidelizar a sus clientes.

Son créditos que se caracterizan por su inmediatez: en cuanto lo aceptas, te ingresan el dinero en tu cuenta.

Y aquí me permito también alertaros. Por favor, leed toda la información detenidamente, tanto de las condiciones del contrato, como de las comisiones que deberéis pagar, así como de los intereses que os apliquen.

Si tenéis alguna duda, ya sabéis que podéis contactar con nosotros sin compromiso alguno a  través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es. Os ayudaremos a resolver las cuestiones que os inquieten.

Esta semana me despediré con una frase de Kate Zabriskie: «Aunque a tus clientes no les guste que les des un mal servicio, a tu competencia sí».

Por tanto, ya sabéis queridos bancos, lo que debéis hacer es ofrecer un buen servicio a vuestros clientes «vendiéndoles» los productos que realmente encajen con sus necesidades y su perfil. Esa es la mejor manera de fidelizarlos.

Hasta la semana que viene. Sed felices.

 

 

 

 

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Que viene el coco

2016-05-09, Marian López


Los bonos Convertibles Contingentes (CoCos) han llegado a las sucursales de los bancos. Se trata de deuda bancaria de alto riesgo.

¿Quién de nosotros no habrá oído eso de «Que viene el Coco«?. Pues bien, esta vez parece que viene de verdad disfrazado de fondo con una más que atractiva rentabilidad.

Pero… ¡cuidado!. Los CoCos han sido catalogados por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), como producto desaconsejado para los inversores minoristas. O sea, cualquier ahorrador de «a pie».

Como ya deberíais saber, el binomio rentabilidad-riesgo funciona siempre igual: «a mayor rentabilidad, mayor riesgo» y viceversa.

¿Qué están haciendo las sucursales bancarias para vender este producto catalogado como de riesgo?. Lo comercializan a través de fondos de inversión en los que puedes entrar a partir de 10 euros.

Son ya varios los bancos españoles que lo están ofreciendo con rentabilidades que van desde el 9% al 13%. Y decidme, con los tipos de interés en mínimos, ¿a quién no le atrae el poder obtener una muy buena rentabilidad sin invertir demasiado dinero?.

Vamos a tratar de explicar de manera sencilla qué son esos CoCos, su funcionamiento y lo que debéis tener en cuenta si os los ofrecen.

¿Qué son los CoCos?.

Las siglas se corresponden a su definición: son bonos Convertibles Contingentes. Un producto híbrido a medio camino entre deuda y capital, que tienen la posibilidad de transformarse en acciones del banco en caso de que se cumplan determinadas condiciones.

Como seguro que la mayoría de vosotros os habréis quedado igual con esta definición, vamos a simplificar.

Un banco (como empresa) decide emitir deuda a través de bonos para tratar de incrementar su capital y poder así cumplir con los requisitos precisamente de capital que les exigen los organismos superiores encargados de regular el sector bancario.

Y ¿cómo van a vender esos bonos?. Pues muy fácil: ofrecen la posibilidad a los pequeños inversores, de a cambio de comprar esos bonos, obtener una rentabilidad muy superior a la que ofrece el mercado.

Cuanto más dinero logre captar el banco a través de estos bonos, más aumentará su capital «de reserva« (es un dinero que deben tener los bancos obligatoriamente para cubrirse en caso de que las cosas vayan mal).

Por tanto al banco le va genial, y el inversor (nosotros) sale ganando porque obtiene una buena rentabilidad.

Hasta aquí todo bien, ¿no?. Pero como ya hemos avanzado, «no hay dos sin tres«. Nadie recibe elevadas rentabilidades sin un riesgo detrás, y el que piense lo contrario, está muy equivocado.

Estos bonos como su propio nombre indica, se pueden convertir en acciones. Ahora empieza lo bueno…

En los bonos convertibles normales, esta conversión de bonos en acciones se deja en manos del inversor. Si a vencimiento de dichos bonos, yo como inversor no quiero convertirlos en acciones, quien los haya emitido me tiene que devolver mi dinero.

En cambio en los bonos Convertibles Contingentes (CoCos), esta decisión de convertir dichos bonos en acciones ya no está en manos del inversor (en nuestras manos), sino que la conversión vendrá sujeta a una serie de condiciones. Ya no seremos nosotros quienes decidamos si convertimos nuestros bonos en acciones o no.

¿Qué ventajas tienen los CoCos para los bancos?.

Para los bancos como emisores de los bonos, la deuda se convierte forzosamente en capital a través de acciones. Esta conversión la realiza de forma unilateral el propio banco para mejorar su capitalización cuando baja su nivel de capital por debajo de lo que debiera.

La elevada rentabilidad que ofrecen los bonos antes de convertirse en acciones, está muy por encima del resto de productos en mercado, lo que la hace atractiva para los inversores.

Por tanto, aumenta el número de inversores dispuestos a comprar estos bonos, mejorando con ello las posibilidades de que el banco se financie.

¿Qué suponen los CoCos para los inversores?.

Como ya hemos dicho, bancos como: Popular, BBVA, Santander, Bankinter y Deutsche Bank, están ofreciendo bonos contingentes convertibles (CoCos) a través de fondos de inversión, en los que se puede entrar a partir de 10 euros, obteniendo a cambio rentabilidades entre el 9% y el 13%.

Para los inversores como nosotros, comprar estos bonos (ya sea directamente, ya a través de fondos de inversión que invierten en los mismos), supone una manera de obtener una rentabilidad fija durante un plazo (hasta que venza el bono).

Las rentabilidades suelen ser bastante atractivas, y con pago de intereses anual.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos bonos se convierten en capital si el banco así lo decide (el inversor aquí no pinta nada). Y ¿cuándo decide el banco convertir esa deuda en capital?. Pues cuando las cosas no le van bien. Si su nivel de capital baja por debajo del exigido por normativa.

Por tanto, cuando al banco empiezan a irle mal las cosas, decide que te convierte esos bonos en acciones, con la pérdida de capital correspondiente.

Es decir, cuando al banco le va bien, a ti también, puesto que recibes un tipo de interés elevado durante el plazo que dura el bono (suele ser duda sin plazo de vencimiento predeterminado) y a vencimiento (lo decide la propia entidad emisora), el banco te devuelve tu dinerito (además de los intereses que hayas ido cobrando).

El problema viene cuando al banco le va mal. En ese caso, a ti también te irá mal: verás como tus bonos se convierten en acciones del banco que te vendió el producto de la noche a la mañana. En este caso, asumirás la pérdida de valor que tengan dichas acciones, con lo que perderás dinero.

Por si esto fuera poco, en caso de quiebra del banco, los accionistas (si has invertido en CoCos tú serás un accionista más) serían los últimos en cobrar.

Resumiendo: mucho ojo con los «fondos trampa» que os pueden vender en el banco. Actualmente, hasta los fondos de renta variable están en negativo o con rentabilidades no muy elevadas.

Cuando os ofrezcan algún fondo con rentabilidades que os parezcan muy buenas, antes de nada preguntad en qué invierten. Si os dicen que uno de los instrumentos en los que invierten son bonos Convertibles Contingentes, se os debe encender el piloto rojo.

Cuidado porque «nadie da duros a pesetas«. Normalmente una buena rentabilidad, conlleva riesgo y eso es algo que debéis valorar antes de firmar ningún papel que os comprometa.

Si necesitáis algún tipo de asesoramiento para vuestro dinero, no dudéis en contactar con nosotros sin ningún compromiso a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es

Esta semana, me despido con una frase del fabulista francés Jean de La Fontaine: «La avaricia lo pierde todo por quererlo todo«. Ahí lo dejo.

Volveremos la próxima semana con nuevos contenidos. Hasta entonces, sed felices.

 

 

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Cláusulas cero

2016-05-04, Marian López


Los bancos se blindan ante el euribor negativo introduciendo en las hipotecas la denominada «cláusula cero«.

Hace unos días, saltaba la noticia de que en países como Dinamarca, el banco pagaba intereses a sus clientes por las hipotecas debido precisamente a que los tipos de interés están en negativo.

En nuestro país, el 90% de las hipotecas están referenciadas al euribor. Este índice lleva desde el pasado mes de febrero, cotizando en negativo.

Entonces, ¿qué va a suceder en España?. ¿Nos va a pagar el banco por nuestra hipoteca?. Señores, no nos olvidemos de que «Spain is different«. Aquí se buscarán todas las «triquiñuelas» posibles para no darnos ni un euro.

Pues bien, esa «triquiñuela» ya tiene nombre, y se llama «cláusula cero«. Aún merodean por los juzgados miles de reclamaciones por las ya famosas «cláusulas suelo» y ahora los bancos se «sacan de la manga» esta nueva jugada.

El Banco de España (organismo por el que se rigen las entidades de nuestro país), ya aconsejó a los bancos «extraoficialmente» que no devolviesen dinero a sus clientes con hipotecas en tipos negativos.

«Dicho y hecho«. Las entidades se pusieron «manos a la obra» y se han blindado ante los intereses negativos con la ya mencionada «cláusula cero«.

¿En qué consiste la cláusula cero?.

La cláusula cero prevé que quienes tengamos una hipoteca (prestatarios), no veremos reducida nuestra deuda aunque el índice de referencia entre en negativo, poniéndonos un tope del 0%.

Recordemos que las hipotecas se pueden hacer a un tipo fijo durante toda la vida del préstamo, o a tipo variable. las hipotecas a tipo variable se componen del euribor a doce meses + un diferencial (porcentaje).

En caso de que el euribor esté en negativo, los clientes que tengan hipoteca pagarán únicamente el diferencial, pero en ningún caso el banco les devolverá el dinero.

Es decir, los clientes sólo pagarían capital (no intereses) mientras el euribor continuase en negativo.

¿Es legal la cláusula cero?.

Siempre que se recoja de manera transparente en el contrato, no hay motivo alguno para que sea ilegal.

Sin embargo, no debemos olvidar que nos encontramos ante un escenario completamente nuevo, por lo que es posible que en un futuro los clientes intenten reclamar al banco que les devuelva el dinero que les correspondería en caso de que el interés negativo rebase el diferencial.

¿Qué medidas adoptan los bancos?.

Los bancos están incluyendo de forma masiva la «cláusula cero» en sus nuevos contratos de préstamos hipotecarios.

Y aquí nos encontramos con un «problemilla» respecto a las hipotecas firmadas hace siete u ocho años.

En pleno «boom» inmobiliario, cuando los pisos se vendían «como churros«, los diferenciales que aplicaban los bancos en sus préstamos hipotecarios, llegaron a ser realmente bajos. Así podemos ver hipotecas firmadas al 0,5% o incluso al 0,15%.

Lo veremos claro con un ejemplo. El euribor a 12 meses está actualmente al -0,012%. Una persona que constituyó su hipoteca al euribor + 0,15%, pagaría ahora un interés del 0,13%.

Supongamos que el euribor continua bajando y llega al -0,16%. Al cliente mencionado, le saldría un interés negativo (a su favor) de -0,01%. Ese sería el dinero que debería devolverle el banco (-0,16 + 0,15%= -0,01%).

En aquella época, la mayoría de las hipotecas tenían «cláusula suelo» por la que el cliente pagaba un tope mínimo aunque el euribor bajara.

Pero ¿qué ocurriría si ese cliente acudiera a reclamar su cláusula suelo y los tribunales le dieran la razón?. ¿Qué pasaría si se le quitase la cláusula suelo y le saliera un tipo de interés negativo?. En ningún sitio constaría la nueva «cláusula cero». ¿Debería el banco devolverle su dinero?.

Como veis, la cosa es más complicada de lo que parece.

De momento los bancos están adoptando diferentes medidas para protegerse de los tipos negativos:

1.- Intentar contratar el mayor número posible de hipotecas a interés fijo. Se fija un tipo durante toda la vida de la hipoteca, que será el que deba pagar el cliente indistintamente del comportamiento del euribor.

2.- Proteger el tipo de interés durante los primeros años de la operación. Esto lo hacen incrementando el diferencial durante un tiempo. Algunos bancos (no muchos) están optando por aumentar la parte fija de la hipoteca mientras el euribor siga en negativo y esperar a que éste se «normalice».

3.- Proteger el interés durante toda la vida de la hipoteca a través de la «cláusula cero».  En este caso, si los tipos fuesen negativos, sólo pagaríamos al banco la parte fija de nuestra hipoteca. La parte del índice al que va referenciada la hipoteca, sería cero.

Resumiendo: en caso de tipos negativos- como hipotecados-, sólo tendríamos que pagar la parte fija de nuestro préstamo (el diferencial). Pero de momento, no esperemos que el banco nos pague absolutamente nada. Y es que nuestra economía dista mucho de la danesa.

El dinero cuesta mucho ganarlo, y por eso es importante tener siempre bien claro todo lo que tiene que ver con él. Como decía el gran Benjamín Franklin: «Si quieres conocer el valor del dinero, trata de pedirlo prestado«.

Ya sabéis que ante cualquier duda, podéis contactar con nosotros a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es 

La semana que viene volveremos con nuevos temas. Hasta entonces, sed felices.

 

 

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Capacidad de pago

2016-02-22, Marian López


 

Antes de solicitar un préstamo, es importante que sepas calcular tu capacidad de pago para averiguar si serás capaz de devolver el dinero.

Todos sabemos que, pese a que se diga lo contrario, pedir un préstamo al banco no es tan sencillo. Generalmente, las entidades financieras nos demandarán mucha información además de las garantías que avalen el dinero que nos van a prestar.

Cuántas veces habremos oído ya la frase de “los bancos te prestan dinero cuando demuestras que no lo necesitas”.

Si lo pensáis bien, un banco no deja de ser una empresa cuyo negocio se basa por un lado en prestar dinero y por otro en pagarte por el dinero que depositas en ellos. Es lógico que quieran asegurarse de que ese dinero que te prestan será devuelto.

Por eso, es importante que antes de acudir a una entidad financiera en busca de ese dinero que necesitas, seamos capaces de calcular nuestra capacidad para devolverlo.

¿Qué es la capacidad de pago?.

La capacidad de pago es la cantidad de dinero que te queda disponible mensualmente una vez deducidos todos tus gastos.

Otra manera de definir la capacidad de pago sería la cantidad máxima de ingresos que tienes y de los que puedes disponer para pagar tu deuda. También se conoce como la capacidad de endeudamiento.

¿Cómo calcular tu capacidad de pago?.

Lo haremos a través de cuatro sencillos pasos:

1.- Ingresos brutos. Deberás tener en cuenta todos tus ingresos antes de impuestos: sueldo, comisiones o incentivos, y demás fuentes de ingresos.

2.- Ingresos netos. A esos ingresos brutos le restas los impuestos a los que estén sujetos. Por ejemplo a los ingresos que provengan de tu actividad laboral, se les aplica el Impuesto de la Renta de Personas Físicas (IRPF). El resultado de esta resta serían los ingresos netos.

3.- Gastos. Haz una lista de todos tus gastos y réstalos del ingreso neto. Entre los gastos deben figurar tanto los fijos cada mes como los variables (haz un cálculo de estos últimos).

Dentro de los gastos fijos, podemos considerar: la hipoteca o alquiler, el colegio de los niños, la comida, el importe que destinas a ropa, gasolina o transporte.

Los gastos variables estarían formados por: vacaciones, regalos, ocio, eventos sociales (aniversarios, cumpleaños).

4.- Ahorro. Igual que calculas los ingresos y gastos, también debes hacer constar el dinero que destinas al ahorro, aquél del que podrás disponer en caso de que se diese alguna emergencia o imprevisto.

Capacidad de pago para las entidades financieras.

Es el porcentaje que representa nuestro excedente después de restarle los impuestos y gastos al ingreso neto.

Además, para determinar tu capacidad de pago habrá que dividir el excedente entre los ingresos netos.

Una capacidad de pago es baja cuando el porcentaje resultante de estas operaciones es igual o menor al 10% del ingreso neto.

Por el contrario, una capacidad de pago es alta cuando sobrepasa el 30%.

Generalmente, esta suele ser la fórmula empleada por los bancos e instituciones crediticias para calcular nuestra capacidad de pago antes de concedernos un préstamo o crédito.

Ya os adelanto, que los bancos no permiten a sus clientes un endeudamiento superior al 30% de sus ingresos. Se supone que el 70% restante, es lo que necesitáis para vivir.

Es decir, todas vuestras deudas (por ejemplo lo que pagues de hipoteca + lo que pagues de algún préstamo) no pueden superar esa barrera del 30%. Por ejemplo, si ganas 1.500 euros al mes, podrías permitirte unos gastos de 450 euros mensuales.

Por tanto, o ganas un «sueldazo«, o para acceder a un préstamo en condiciones, tienes que pedirlo a nombre de dos personas.

De no ser así, resulta bastante complicado que un banco os conceda un préstamo. Otra cosa distinta son las empresas que se dedican a dar “microcréditos”. Algunas de ellas incluso aunque estés en la lista de morosos (ASNEF), pero esa ya es otra historia…

Os recuerdo que desde www.garciaslopezasesores.es, os ofrecemos el servicio de asesoramiento para vuestras finanzas personales. No dudéis en contactar con nosotros sin compromiso.

Lo único que os pido como cada semana, es que seáis felices.

 

 

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Doble comisión cajeros

2015-09-21, Marian López


Esta semana hablaremos de un tema que está en plena efervescencia: la doble comisión en los cajeros.

Sí, ya sé que no es nada original porque últimamente parece que se ha convertido en el centro de todos los foros sobre finanzas personales, pero cuando algo afecta a nuestros bolsillos, siempre interesa.

Por tanto, voy a intentar resumir qué ocurre y qué ocurrirá con el cobro de esa doble comisión.

Estos días se habla (y mucho) de la guerra por las comisiones de los cajeros pero nadie tiene muy claro qué ocurre. Lo único que sabemos es que debemos «andarnos con ojo» para que cuando queramos disponer de nuestro propio dinero «no nos metan un sablazo«.

El Banco de España se pronunció al respecto considerando que «la retirada de efectivo en un cajero automático constituye un único servicio de pago, en consecuencia, ese servicio sólo puede originar el cobro de una comisión, ya sea por la entidad emisora de la tarjeta o por la entidad propietaria del  cajero«.

Os voy a explicar en qué consiste este «galimatías» y para ello es necesario entender primero, cuál es la situación actual.

Actualmente cuando un banco te entrega una tarjeta con la que poder sacar dinero, te cobrará comisiones que irán desde los 0,65 a 1,50 euros cada vez que retires dinero en cajeros automáticos de otras entidades distintas a la que te emitió la tarjeta.

De esta cantidad que tu pagas por sacar dinero de cajeros de la competencia, una parte va destinada a remunerar al banco propietario del cajero que has utilizado.

Ese importe los consumidores lo tenemos asumido. ¿Quién no se ha visto alguna vez en esa situación?. Te has ido por ahí con tus amigos sin pensar que después de la comida o la cena suelen surgir «imprevistos» que no entraban en el presupuesto que te habías marcado.

Buscas desesperadamente un cajero de tu banco, pero no hay ninguno a la vista y con el apuro, pues sacas en el primero que encuentras sabiendo que te cobrarán una comisión por no ser cliente.

Hasta aquí todo correcto. El problema viene cuando el banco dueño de ese cajero del que tu no eres cliente, decida cobrarte un recargo «extra» de dos euros por utilizarlo.

Entonces la cosa cambia: tendrías que añadir a ese euro que ya te cobraba tu banco por utilizar cajeros de la competencia, los dos euros que te cobra directamente el propietario de ese cajero ajeno.

Por tanto acabarías pagando una comisión de tres euros o más, dependiendo del importe que necesites. Es decir por una sola operación– sacar dinero en un cajero de otro banco distinto al tuyo-, pagarías dos comisiones.

Eso es precisamente a lo que el Banco de España se opone: a cobrar dos comisiones al cliente por un mismo servicio. Pero no se pronuncia sobre cuál de las dos comisiones es la correcta.

El caso es que mientras tanto, el perjudicado vuelve a ser una vez más el cliente que ve indefenso cómo por sacar 20 euros de un cajero distinto al de su banco, puede llegar a pagar hasta 6 euros de comisión.

Caixabank lleva desde el pasado mes de marzo cobrando esta comisión de dos euros a sus no clientes por utilizar sus cajeros. A la propuesta de esta entidad se unen dos de las grandes: BBVA y SANTANDER.

Con esta decisión por parte de los grandes bancos, se verán afectados unos 20.500 cajeros: 9.000 de Caixabank, casi 6.000 de BBVA y 4.500 del Santander. Tanto Caixabank como BBVA poseen la mayor red de cajeros automáticos de nuestro país.

Esta medida está bajo investigación de la Comisión Nacional de los Mercados  y la Competencia (CNMC) y de Bruselas. Asociaciones de consumidores como FACUA también han criticado esta medida y han pedido al Banco de España que multe a los bancos que la cobren.

El Banco de España (BE) se ha pronunciado al respecto diciendo que este tema es competencia directa del Ministerio de Economía que será quien desde la legalidad,  deba encontrar una solución.

Así el BE propuso la semana pasada a la Dirección General del Tesoro que realice un cambio normativo imposibilitando el cobro de dos comisiones por retirada de efectivo.

El actual Ministro de Economía Luis de Guindos ha asegurado que el departamento de su Ministerio sacará a audiencia pública en unas dos semanas aproximadamente, una orden ministerial al respecto.

En los próximos días, «las aguas estarán revueltas» ya que seremos testigos de reuniones entre el Ministro y los dirigentes del sector bancario.

La situación actual: dos bandos.

Por un lado, las grandes entidades como Caixabank, BBVA o Santander (poseedores de la mayoría de cajeros automáticos), cobrarán dos euros a los no clientes. ¿Cuál es su argumento?. Pues que invierten mucho dinero en la red de cajeros automáticos y de oficinas que luego usan entidades sin apenas red como ING o Evo Banco. Al tratarse de un servicio, hay que pagar por él.

En este caso el cliente pagaría dos comisiones: la que cobra el dueño del cajero (Caixabank por ejemplo) y la que cobra le entidad emisora de la tarjeta.

Por otro lado, las antiguas cajas junto a Banco Sabadell han creado una alianza paralela para no aplicar el cobro de esta comisión a sus clientes.

Veamos quiénes cobran los dos euros y quiénes no.

Entidades que aplican la comisión de dos euros:

  • Caixabank. Cobra a sus no clientes una comisión de 2 euros por sacar dinero de sus cajeros.
  • Santander. Próximamente se unirá al cobro de la comisión.
  • BBVA. También ha empezado esta semana a cobrar los 2 euros.

Entidades que (de momento) no aplican dicha comisión:

  • BANKIA. No cobrará esta comisión. Se ha unido a la red Euro6000 y Banco Sabadell en una alianza.
  • BANCO SABADELL. También unido a esta alianza para no cobrarse entre ellos los dos euros de comisión.
  • EURO6000 (Kutxabank, Ibercaja, Grupo Liberbank, BMN, Abanca, Unicaja, Caja España-Duero, CajaSur). Se ha unido a la alianza entidades Euro6000 y Banco Sabadell para no cobrarse comisión entre ellos.
  • BANKINTER. No cobrará los dos euros. Está estudiando alianzas.
  • ING. No cobrará. Ha llegado a un acuerdo con Grupo Banco Popular (incluye Popular, Banco Pastor y TargoBank) para no cobrar a sus clientes.
  • BANCO POULAR. Lo está estudiando. Aún no ha tomado una decisión.

Todo se resume en una frase «Cobrar o no cobrar. Esa es la cuestión«. Cuanto antes se resuelva esta incertidumbre, mejor para nosotros.

Esperemos que a lo largo de estas dos semanas, se despejen las incógnitas y podamos ir a un cajero conociendo de antemano cuánto nos van a cobrar por sacar dinero. Como dirían nuestras queridas mamachico: esto es un «Cacao maravillao«.

Os esperamos la próxima semana con nuevos temas. Hasta entonces, sed felices.

 

 

 

 

 

 

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2015-06-29, Marian López


Este fin de semana, la tensión sobre un acuerdo o no de Grecia con el Eurogrupo ha sido palpable. El lunes todos los periódicos reflejarán en sus portadas la «papeleta» a la que tendrá que enfrentarse el país vecino.

Se habla del «corralito» griego y su efecto en la economía. Es cierto que la situación no deja de ser complicada pero por favor, señores, «que no cunda el pánico» aquí en España. Ante todo, calma y prudencia.

Para entender toda esta historia, voy a tratar de hacer un breve recorrido por la misma y analizar sus posibles efectos.

En primer lugar ¿sabemos lo que es un «corralito»?.

Esta expresión nos empezó a resultar familiar allá por el 2001 con la crisis económica de Argentina.

Originariamente en Argentina se conoce como «corralito» a una especie de pequeña jaula acolchada, cerrada con una red y cuya estructura suele ser de madera. En su interior se coloca al bebé para que duerma o juegue de manera segura, ya que no puede salir de ese diminuto recinto sin ayuda.

El periodista argentino Antonio Laje, empleó este término para tratar de hacer una analogía con la situación que vivía su país.

El gobierno argentino, decidió en diciembre de 2001 restringir la libre disposición de dinero en efectivo tanto en plazos fijos como en cuentas corrientes (la situación se prolongó durante casi un año).

Esto se hizo con el objetivo de evitar la salida de dinero de los bancos, y con ello una ola de pánico bancario que llevaría al colapso del sistema.

¿Os suena esta situación?. Seguro que sí, porque es exactamente lo que está ocurriendo en Grecia. Durante la semana pasada, los griegos retiraron 400 millones de euros de los bancos. Que las entidades financieras de un país se queden sin dinero, supone un grave peligro para el mismo.

Esta semana viviremos una «tragedia griega» en todo su esplendor. Y es que los griegos tras el rechazo de sus socios europeos a prorrogar su rescate, pasarán una de sus etapas más complicadas.

Datos clave a seguir con atención durante estos días:

  • Grecia tiene una deuda acumulada con sus acreedores de 342.200 millones de euros.
  • 30 de junio. Finaliza la prórroga que el eurogrupo había concedido a Grecia para el pago de su deuda. Ese día, Grecia tendría que pagar al Fondo Monetario Internacional (FMI), 1.600 millones de euros.
  • 05 de julio: referendum. Se celebrará una consulta ciudadana para decidir si aceptan firmar un acuerdo con sus acreedores para el pago de la deuda, o si por el contrario la rechazan. Para que el resultado sea válido, deberán votar un 40% de los griegos.
  • 20 de julio. Grecia debe afrontar un pago de 3.500 millones al BCE (Banco Central Europeo). Si no paga la banca griega perderá su acceso al BCE y se verá abocada a la bancarrota.
  • Agosto. Grecia deberá pagar otros 4,38 mil millones de euros a sus acreedores.

Mientras no llegue la fecha del referendum (05 de julio), el país vecino no recibirá ninguna financiación por parte de sus socios.

Ante esta situación y dado que el dinero es muy «miedoso», los griegos entraron en una espiral de pánico que les ha llevado a retirar esos 400 millones de euros de los bancos en una semana.

Resulta necesario un control del capital para evitar que el dinero siga saliendo del país. A tal efecto, el gobierno ha decretado para este lunes el cierre de los bancos.

¿Cómo puede afectar la situación Griega a los mercados españoles?

El primer efecto será sin lugar a dudas, una bajada de la Bolsa. La semana pasada vimos como el Ibex 35 -índice que recoge a las 35 compañías más representativas de nuestro país- subía casi un 4% en un día. Pero esta inestabilidad nos pasará factura.

Por tanto, si tenéis dinero invertido en acciones, notaréis directamente la bajada. Aquellos que tengáis fondos de Bolsa Española, mi recomendación antes de marcharos de vacaciones, es que reduzcáis vuestras posiciones en los mismos a la mitad.

Dirigid vuestras inversiones hacia fondos que apuesten por compañías con elevada rentabilidad vía dividendo. Dentro de la renta fija, serían recomendables los fondos flexibles globales y siempre con la divisa cubierta.

Seguro que habrá inversores decididos a llevarse su dinero a otros países en los que prácticamente no existe riesgo de que abandonen la zona euro, como Alemania, Luxemburgo, Países Bajos o Finlandia.

Pero mi consejo es de nuevo que no cunda el pánico. La zona euro dispone de mecanismos suficientes para lograr la estabilidad y evitar que se rompa el euro.

Los tenedores de deuda (a quien debe dinero Grecia) no son bancos, sino organismos supranacionales como el BCE (Banco Central Europeo) o el FMI (Fondo Monetario Internacional). La exposición de los bancos es mínima, por tanto apenas tendría repercusión para nuestros bancos que Grecia entrara en bancarrota.

Podéis estar tranquilos que vuestros ahorros no correrían peligro. Son los griegos quienes lo pasarían mal si salieran del euro y volvieran al dracma. ¿Por qué?. Pues porque una vuelta a su antigua moneda significaría pérdida de poder adquisitivo tanto para las empresas como para los ciudadanos.

No podrían mantener sus deudas en euros, ya que la diferencia al cambio de moneda sería muy alta (efecto de la devaluación).

¿Qué ocurriría con nuestro dinero en caso de un hipotético corralito en España?

  • No todo el dinero que depositamos en el banco depende de que éste vaya bien o mal.
  • Por un lado tenemos las deudas que contraemos con nuestro banco, como los préstamos y las hipotecas. Estas deudas, en caso de quiebra del banco, seguiríamos manteniéndolas.
  • Los fondos de inversión. El banco sólo es el vehículo a través del que se hace la contratación, pero dichos fondos dependen de su gestora. Por lo que ni siquiera la quiebra del banco les afectaría: siempre que se trate de fondos de gestoras externas a la entidad.
  • Depósitos y plazos fijos serían los que se verían más afectados pues en caso de corralito, se pueden bloquear.

Pero repito: en España no habrá ningún corralito. La decisión de romper con el euro, ha sido meramente política. Mientras nuestro país continúe en la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE) seguirá cubriendo necesidades puntuales de liquidez.

Como os digo siempre, si necesitáis ampliar información al respecto o despejar alguna duda, podéis contactar con nosotros a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es

Gracias y feliz semana.

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2015-05-18, Marian López


El paro es uno de nuestros mayores azotes. Han sido muchos los trabajadores que se han visto en la calle en un gran número de casos, con una edad «complicada»: Se trata de todos aquellos ex trabajadores con edades comprendidas entre los cuarenta y los cincuenta y tantos años.

Personas con una dilatada experiencia a sus espaldas, que de la noche a la mañana, se ven «arrojados a la jaula de los leones».

No todos sirven para ello, pero algunos de estos ex empleados por cuenta ajena, han decidido tomar las riendas de su vida laboral y comenzar a trabajar por cuenta propia.

A algunos de nosotros, nos ha picado el gusanillo del «emprendimiento«, pero emprender no es un camino de rosas.

Para comenzar, puedo asegurar que «emprender tiene un precio«: no sólo a nivel laboral (si quieres que tu negocio prospere, tienes que dedicarle muchas horas) , sino también a nivel económico.

Un aspecto clave a la hora de emprender es el de la financiación. Para iniciar un proyecto, es necesario dinero.

Si bien es cierto que algunos negocios pueden comenzar su andadura con una inversión mínima, esta semana nos centraremos en aquellos emprendedores que quieren crear su propia empresa y necesitan mayor financiación.

Veremos diferentes opciones, así como en qué consiste cada una de ellas.

Actualmente, existen más vías para obtener financiación que hace algunos años. Esta es una ventaja. Se puede recurrir a la obtención de financiación por la vía tradicional (mediante préstamos o créditos solicitados al banco), o bien acudir a las consabidas 3F´s: Family, Friends and «Fools». Es decir: familia, amigos y «locos».

Antes de acudir a solicitar financiación hay que tener muy presente la viabilidad del proyecto. Como es lógico, nadie te prestará dinero ni invertirá en tu negocio si éste no es viable. Si no aporta garantías de éxito.

Y ¿qué se necesita para saber si nuestro proyecto es viable?. Pues nada más y nada menos que un buen plan de negocio. Ahora viene la siguiente pregunta: ¿qué es un plan de negocio?. Pues se trata de un documento que recoge el conjunto de objetivos de una idea o iniciativa empresarial. Reúne tanto información verbal como gráfica de lo que el negocio es o tendrá que ser.

Repasemos algunos puntos:

1.-¿ Cuánto dinero necesito para poner en marcha mi negocio?. Pues depende del tipo de negocio que quieras. Como ya he comentado al principio de este post, hay negocios que prácticamente no requieren inversión inicial, pero otros sí: a lo mejor tienes que contratar personal, comprar maquinaria o alquilar un local.

Debemos tener muy claro el dinero que necesitamos: sin pasarnos ni quedarnos cortos para evitar problemas posteriores. Por ejemplo, si nos quedamos cortos deberemos solicitar más financiación a posteriori y eso se puede complicar.

2.- Necesidades de financiación de mi negocio. Lo ideal sería que pudiéramos contar con recursos propios que aportar. En caso de que se solicite financiación a un banco estos recursos propios deberían representar entre un 20% y un 30% de la cantidad que se solicite (más o menos como cuando se pide un préstamo hipotecario).

Habría que poder hacer una estimación lo más precisa posible sobre el importe que necesitamos.

3.- ¿Qué opciones existen en el mercado para financiar mi negocio?. Hay que estudiar la vía de financiación que mejor se adapte a mi modelo de negocio. Son varias las opciones. Aquí contemplaremos unas cuantas:

3.1.- Financiación bancaria. Es la vía tradicional por excelencia. Se trata del préstamo que pueda concederte el banco.

3.2.- Financiación con recursos propios. Los recursos propios lo conforman el capital que está permanentemente invertido en la empresa.

3.3.- Financiación con recursos ajenos. En lugar de aportar todo el capital de nuestro bolsillo, el inversor realizará una pequeña aportación, financiando el resto de la operación con deuda.

3.4.- Financiación a través de «business angels«. ¿Qué es un business angel?. Pues se trata de un particular (puede ser una persona física o una sociedad) que puede aportar dinero, experiencia o contactos a emprendedores con iniciativas empresariales, cuyo objetivo es obtener una ganancia futura.

3.5.- «Crowdfunding». La traducción de esta palabra al español es la de micromecenazgo. Cooperación colectiva, o colaboración entre varias personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos. La plataforma más empleada por el crowdfunding es internet.

3.6.- Financiación a través de préstamos participativos. Son préstamos que no necesitan aval, pero para conseguir financiación a través de esta vía, debes presentar un plan de negocio viable. El banco te va prestando el dinero conforme se va cumpliendo el plan de negocio (por ejemplo, que alcances un número determinado de clientes).

Es un préstamo a largo plazo cuyos intereses van ligados a los resultados que obtenga tu proyecto empresarial. Estos intereses son deducibles en el Impuesto de Sociedades.

3.7.- Financiación a través de créditos ICO. El préstamo ICO es un clásico de la financiación bancaria destinada a pequeñas empresas y emprendedores. El ICO (Instituto de Crédito Oficial), es un banco adscrito al Ministerio de Economía con autonomía propia. Sus deudas están garantizadas por el Estado.

Para conseguir un préstamo ICO, lo primero que debes saber es que no cuenta con oficinas para solicitar financiación. Esta solicitud debes hacerla a través de tu banco.

Éste (el banco) será quien autorice o no la operación. Ellos te dirán toda la documentación que debes aportar para solicitar un préstamo ICO. Y es que al ser el Banco quien asume el riesgo de impago por tu parte, pues miran las operaciones «con lupa».

4.- Otro de los puntos a revisar a la hora de solicitar financiación, es el grado de control que quiero tener sobre mi negocio. Dependiendo del tipo de financiación que escojas, tendrás un control mayor o menor sobre el negocio.

Si optas por la financiación bancaria, serás tú quien tenga el control de tu empresa. En cambio, si pides financiación a través de un inversor (que viene a ganar dinero, no lo olvidemos), pierdes parte del control de tu empresa.

La idea que os tiene que quedar clara con este post es que para pedir financiación, debes presentar un plan de negocio basado en un negocio viable, con números y cálculos reales.

Otra idea que debéis tener presente es que existen diferentes vías para obtener esa financiación. Aquí os he enumerado algunas, pero si queréis más información al respecto, no dudéis en contactar conmigo vía mail a la siguiente dirección: marian@garciaslopezasesores.es

Os dejo con una frase de Les Brown: «Acepta la responsabilidad de hacer de tus sueños una realidad».

Feliz semana.