23 Sep Suicide Blonde
Tiempo de lectura: 3 minutosLa semana pasada me desperté con la noticia: “La influencer italiana Chiara Ferragni dispara a las empresas en Bolsa”. OMG!! (Oh My God para quienes no conocéis la expresión).
Chiara Ferragni, la creadora del Blog de moda “TheBlondeSalad”, una diosa del universo Instagram con sus casi 25 millones de seguidores, catalogada por Forbes como la mayor “influencer” de moda del mundo en 2017… Pues sí, esa diosa parece que convierte en oro todo lo que toca.
Ella de por sí ya es una marca y muy potente, pero es que además es CEO de sus dos compañías: TBS Crew (que gestiona la plataforma de moda de su blog) y Chiara Ferragni Collection (su tienda de moda) y desde hace un tiempo se está planteando “romper la pana” saliendo a Bolsa.
Bueno, pues estos días ha sido noticia porque se ha convertido en un talismán en Bolsa para todas aquellas empresas con las que hace colaboraciones: que colabora con una firma de gafas (Safilo), pues se dispara en Bolsa un 14%. Que la conocida marca de calzado TOD’s anuncia la entrada de Chiara en su junta directiva, pues sube un 9% en Bolsa… Y así suma y sigue.
Lo de esta chica no es de este mundo: a sus 34 años se calcula que gana entre 52.000 y 100.000 euros por cada post publicado en Instagram. ¡No me lo puedo ni siquiera imaginar! Con todo lo que yo escribo, a ese precio ya sería multimillonaria…
En fin, bajemos al planeta Tierra para analizar qué está pasando con la Ferragni. Como ya os he comentado, las marcas se la rifan. ¿El motivo? Su horda de seguidores. Imaginaros que tenéis una tienda de bolsos personalizados y de repente Chiara Ferragni se hace una foto con uno de esos bolsos porque le flipan. Pues sin comerlo ni beberlo tendríais a 25 millones de posibles clientes.
Así de sencillo: es el poder de la influencia en Redes Sociales el que ha hecho de esta señorita un fenómeno potentísimo por el que todo el mundo la quiere. Y ella, claro está, le pone precio.
Pero no perdamos de vista a las nuevas generaciones, porque vienen pisando fuerte… Addison Rae a sus veinte añitos, ya tiene casi 85 millones de seguidores en TikTok y 40 más en Instagram. Pensad en el poder que tiene siendo tan joven.
Todo esto está genial, pero… ¿Qué pasaría si la llama se fuese apagando? ¿Qué ocurrirá cuando su poder de influir en otras personas vaya decayendo? Siempre habrá alguien más joven, más innovador/a, más fresco/a.
Se trata de personas muy jóvenes que amasan imperios económicos incontrolables por ellas mismas. Yo os diré qué puede pasar:
Si han sido previsoras y han sabido gestionar bien su patrimonio a través de profesionales en la materia, probablemente no perderán el sueño por problemas de falta de dinero.
Pero… ¿Y si son incapaces de gestionarlo? En el mundo tanto de la moda como artístico en general, conocemos muchos casos de personas que mueren de éxito y el final de sus días lo pasan viviendo de recuerdos rodeados de miseria y olvido.
La expresión “Morir de éxito” existe por algo. Significa que en el momento en que las cosas van “como un tiro”, no se saben gestionar o no se asume la responsabilidad que ello conlleva y se cae en el más absoluto de los fracasos.
¿Se puede hacer algo para evitarlo? ¿O se pierde totalmente la perspectiva? Caer en esa espiral sería muy peligroso. Ante una situación que te desborda, lo mejor es:
- Mantener la calma. El estrés, el miedo y la ansiedad te bloquean. Si consigues dominarlos, obtendrás la perspectiva necesaria para poder analizar la situación y tomar buenas decisiones.
- Rodearte de profesionales. A veces las situaciones que se nos presentan, nos desbordan. Si eso ocurre, lo mejor es acudir a profesionales del mundo financiero que sepan cómo gestionar tu dinero. Tampoco está de más acudir a psicólogos, terapeutas, o profesionales del sector del autocuidado para que te ayuden a gestionar todas esas emociones que te superan.
- Aprender a disfrutar del camino. De nada sirve una buena idea si no la trabajas constantemente, pero no debes permitir que el trabajo mate tus momentos de ocio. A nuestro cerebro le va de perlas que descansemos, riamos, lo pasemos bien.
El día que la muerte te mire, que vea en tus ojos a un disfrutón/a: ese será tu triunfo.