Mi banda, mi gente

Mi banda, mi gente

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Seguro que alguna vez en vuestra vida habéis ido a un concierto y disfrutado de la experiencia. Pero… ¿Os habéis preguntado qué hay detrás de esa hora/ hora y media de show?. Ya os lo puedo adelantar: detrás de todo ese espectáculo hay trabajo en equipo.

Mis casi doce años sobre los escenarios me han enseñado, entre otras cosas, que sin un buen trabajo en equipo, nada sale como uno/a quisiera.

Empecemos de cero. La mayoría de las bandas surgen entre chavales jóvenes. Se juntan unos colegas con la música como afición en común y deciden ver qué pasa.

Esa primera intención puede caer en el olvido más absoluto, pasar a ser una banda más, o triunfar. Pocas de ellas triunfan. No os podéis ni imaginar la cantidad de grupos que hay por ahí tocando sabiendo que jamás rozarán la gloria. Ese es un privilegio al alcance de unos pocos.

¿Qué diferencia hay entre una banda común o un grupo famoso?. La verdad es que nadie posee “la fórmula secreta”. A veces el factor “suerte” también cuenta. Eso de “estar en el sitio adecuado en el momento adecuado” no le sucede a todo el mundo.

Uno de los elementos que influyen en que un grupo pase de mediocre a bueno son las personas que lo componen.

Si quieres tener un buen grupo de música, necesitas rodearte de los mejores. Las grandes bandas de rock están formadas por grandes músicos con un objetivo común: hacer buena música y vivir de ella.

Trasladado al entorno empresarial, un equipo es un grupo de personas diferentes que se comprometen a trabajar juntos para alcanzar unas metas comunes.

Aquí es importante destacar dos palabras: “compromiso” y “cohesión”. Para que el grupo alcance su meta necesita comprometerse y para que funcione, debe hacerlo como un todo.

Pongámonos en la piel de esos chavales que se juntan para tocar un par de temas. Cada uno de ellos proviene de una familia distinta, probablemente incluso de ambientes completamente diferentes. ¿Qué les une?. La pasión por la música y las ganas de trabajar para conseguir algunos bolos.

Con trabajo, compromiso y cohesión, podrán conseguirlo.

Pero no nos engañemos. Formar una banda sólida no es tarea fácil, y al igual que sucede en una empresa, implica  cumplir con una serie de pautas:

1.- En primer lugar: identificar y asignar las funciones que se consideren necesarias para alcanzar el éxito como equipo.

  • Define tu proyecto. ¿Qué tipo de música vais a tocar: ¿rock, pop, electrónico?. Trasladado al entorno empresarial sería contestar a la pregunta, ¿a qué se va a dedicar el equipo?.
  • Cada miembro del equipo debe tener una función predefinida y una responsabilidad para el éxito del proyecto. ¿Quiénes son los miembros de la banda?. ¿Qué papel tiene cada uno de ellos?. ¿Guitarrista, bajista, batería y voz?. ¿Hay teclista?. ¿Una o dos guitarras?…

 

2.- En segundo lugar, es necesario determinar el tamaño del equipo.

  • ¿Cuántos vais a ser en la banda? ¿Cuatro, cinco, más?. Además necesitarás a lo mejor, un técnico de sonido, alguien que se encargue del merchandising, un mánager, etc.

 

3.- En tercer lugar: seleccionar a las personas adecuadas para el equipo.

  • Visualiza qué tipo de personas quieres que formen tu equipo/ tu banda. ¿Con quién te gustaría trabajar?. ¿Qué perfil deben tener?.

 

4.- En cuarto lugar, recalcar la necesidad de liderazgo. El papel del líder tiene que estar bien definido. Él será quien marque las pautas a seguir por el equipo con la finalidad de conseguir un objetivo común. Una de las características que considero fundamentales en un líder es el carisma: ¡Imaginaos a Queen sin Freddie Mercury al frente!.

 

5.- Cuidado con el ego. Las personas somos seres sociales por naturaleza, y las relaciones de grupo satisfacen esa necesidad. Pero… ¡mucho ojo!. Cuando se está en proceso de creación (por ejemplo componiendo un tema para la banda), pueden surgir conflictos de egos.

Los miembros del equipo deben ser capaces de ceder parte de su ego en aras de la creatividad. Las aportaciones que realice cada uno de los miembros de la banda en ese caso, sería algo que enriquecería al grupo en su conjunto.

 

6.- Aprender a disfrutar con lo que hagas. Sólo si disfrutas, serás capaz de transmitir pasión. ¿Qué buscamos cuando vamos a un concierto?. Pasarlo bien, entregarte, dejarte llevar y salir con ganas de más. Si una empresa es capaz de transmitir ese mensaje, tiene mucho que ganar.

Esta semana acabaré con una frase de la mítica banda de rock londinense Status Quo: “¡Aquí estamos!. ¡Aquí vamos!. Todos a bordo y pisando la carretera. ¡Allá vamos!. A rockanrolear por todo el mundo.”

Porque esto, como todo en la vida, es cuestión de “ACTITUD”.

Volveré en breve con un nuevo post, pero hasta entonces no olvidéis ser felices.