El caso Lemmy: ¿Puede un bajista ser líder?.

El caso Lemmy: ¿Puede un bajista ser líder?.

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Vivimos rodeados de “infoxicación” y el liderazgo no iba a ser una excepción.

Tenemos definiciones de liderazgo. Entre ellas la que lo define como “conjunto de habilidades directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser de las personas o en un grupo de personas determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo, en el logro de metas y objetivos”.

También contamos con las características que se le presuponen a un líder del siglo XXI, entre las que se encuentran la capacidad de comunicación y ser motivador/a.

Además está el tema de las clasificaciones. Una de las clasificaciones de líder es la que ofrece Max Weber. Según él, existen tres tipos puros de liderazgo:

  • Líder carismático. Tiene la capacidad de generar entusiasmo.
  • Líder tradicional. Es líder porque ha heredado el poder.
  • Líder legítimo. Adquiere el poder mediante procedimientos autorizados en las normas legales.

Y podría seguir hasta el infinito: teorías y definiciones sobre lo que es o debe ser el liderazgo, se multiplican por doquier.

Los humanos somos así: necesitamos “encorsetar” conceptos y generalizarlos porque así todo es mucho más fácil. Lo que se salga de estos “estereotipos”, nos descoloca.

Como sabéis, una de mis facetas es la de ser cantante en el grupo de rock industrial Psideralica (www.psideralica.com). Bien, pues en el mundo del rock por supuesto que existen líderes.

¿Qué sería de Metallica sin la inconfundible voz de James Hetfiel?. ¿Y de Queen sin Freddy Mercury?. ¿O de los Rolling sin el descaro de Mick Jagger?. Todos ellos han sido y son líderes indiscutibles de sus bandas: aportan ese carisma tan necesario dentro del escenario y además han sabido contagiar su energía a millones de fans en todo el mundo.

Pero… ¿os habéis dado cuenta de una cosa?. Todos los ejemplos que he mencionado hacen referencia a cantantes. No obstante existen líderes de bandas que no son necesariamente vocalistas.

En los grupos de rock hay una especie de jerarquía (como en las empresas). En la primera posición suele estar el/la cantante, seguido del guitarrita, el/la batería y el/la bajista. Hay poca gente que cuando va a un concierto se fije en el bajo. De hecho muchos confunden guitarra y bajo, cuando ni en número de cuerdas ni en sonido tienen nada que ver.

Sin embargo para un cantante, el bajo es un aliado brutal porque acompaña constantemente a la voz.

Pero como en todo, existen excepciones y hay bajistas que han tenido mucho más protagonismo que el resto de la banda. ¿Por qué?. Pues simple y llanamente porque han sido líderes natos.

Uno de esos ejemplos es Lemmy bajista y cantante de la banda Motörhead, fallecido el 28 de diciembre de 2015.

Lemmy empezó a tocar el bajo por casualidad, sin embargo destacaba su inusual forma de tocar este instrumento. En lugar de puntear, rasgaba las cuerdas de su bajo como si fuera una guitarra y distorsionaba su sonido.

No era agraciado físicamente, ni cantaba especialmente bien, pero su desgarrada voz de “borracho de bar” inundaba estadios.

Su metro setenta y ocho vestido de negro riguroso, su sombrero de cowboy y su bigote de motero, eran la viva representación de alguien que vivía al límite.

Por encima de todo, Lemmy era un líder, con unas características que lo hacían destacar sin duda del resto de su banda:

  • Carismático. Todo en él era único: hasta la posición de su micro cuando cantaba. Y ese carisma hace que su legión de fieles seguidores continúe incrementándose.
  • Le entusiasmaba lo que hacía: era rock & roll 365 días al año.
  • Creativo. Tiene una extensísima discografía.
  • Creía en el potencial de las bandas emergentes. Apoyaba a las nuevas bandas con quien a veces colaboraba en el escenario. Detectaba el talento.

Lemmy no era un simple bajista, se convirtió en cantante y líder de una banda que ha vendido miles de discos. Cuando salía al escenario lo llenaba todo con su sola presencia, y el público totalmente entregado, coreaba sus canciones hasta quedar afónico.

Como buena estrella del rock, su ego era infinito y eso muchas veces lo hacía intransigente. Sin embargo, basta ver alguno de sus conciertos para comprobar la huella que ha dejado en la escena musical.

Voy a cerrar este post con una frase pronunciada por Lemmy que podría convertirse en un “tantra” para muchos de nosotros: “La forma más sencilla de sobrevivir es no rendirse”.

¡Esa es la actitud!.

Pronto volveréis a tener noticias mías, pero hasta entonces no olvidéis ser felices.