Rock your life Tag

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Huele a Navidad. Los anuncios en la tele, las calles abarrotadas, los comercios ofreciendo su mejor cara… Todo nos indica que hemos entrado de lleno en la época de mayor consumo del año.

Yo me quedo con la otra Navidad. La de los reencuentros, la de los momentos con tus amigos, la de las risas y los abrazos, la de los paseos con la familia para ver la ciudad iluminada…

Ya lo dice el villancico: «Noche de Paz, noche de AMOR«. Pero no de amor almibarado, no de amor empalagoso, ese no va conmigo.

Lo que sí va conmigo es el AMOR con mayúsculas, el incondicional, el que te hace darlo todo. Y es ese tipo de amor el que debemos poner en todo lo que hagamos.

Cuando tengamos claro lo que queremos en la vida, pongámosle AMOR, de ese cañero, del de verdad.

Sin AMOR las cosas no salen. Y lo digo en serio. Probadlo.

Hablad de vuestra marca, de vuestro negocio, de vuestro trabajo. Si lo amáis de verdad, las palabras brotarán de vuestros labios sin ningún esfuerzo y aquél o aquellos/as que os escuchen, os comprarán. Y si no lo hacen, peor para ellos. Vosotros a seguir con lo vuestro, pero sin dejar de amarlo. Porque en el momento que eso pase, vuestro negocio, vuestra marca, vuestro trabajo, perderán su energía y dejarán de ser atractivos.

Desde la hastío, el cansancio, la pereza… desde ahí, no sale nada bueno. Debéis estar locamente enamorados de lo que hacéis. Y si no lo estáis, es porque no ocupáis el lugar que os corresponde. Porque le dedicáis vuestra vida a algo que no os llena.

Es lícito estar cansado/a, sentirse descorazonado/a, abatido, pero no dejéis que esa sensación invada vuestra mente. No permitáis que los pensamientos tóxicos se apoderen de vuestro cerebro.

Cuando empecéis a sentir eso, dejadlo. Porque si seguís ahí con ese rollo «chungo«, estáis perdiendo el tiempo.

Dejadlo y salid a respirar hasta que os enamoréis de nuevo. Cuando notéis que vuestro corazón se acelera, que el estómago se os encoge, que tenéis ganas de gritar, entonces y sólo entonces, id a por ello como si no hubiese un mañana.

ROCK YOUR LIFE!!!. Sed kamikazes, lanzaos a la conquista y dejad que el AMOR inunde cada parte de vuestro cuerpo. Es desde ahí, desde donde debéis escribir vuestra vida.

Ya lo decían los Beatles: «ALL YOU NEED IS LOVE»Porque ese,  el AMOR verdadero- no el de postureo, «para quedar bien»- todo lo puede.

Pronto volveré con un nuevo post pero hasta entonces, no olvidéis ser felices. 

 

 

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Maya Angelou (1928-2014) es una conocida escritora, cantante y activista que utilizo como referente entre otras cosas, porque pronunció una frase que encaja perfectamente en la primera de mis 3 R´s : «Rock your life«.

Ella dijo algo así como: «Si no te gusta algo, cámbialo. Si no puedes cambiarlo, cambia de actitud».

Y es que la actitud con la que decidamos enfrentarnos a la vida, lo es todo.

El ejemplo perfecto lo tenemos en dos patrones opuestos, que se repiten en nuestra sociedad: quienes ven el vaso medio vacío y quienes lo ven medio lleno.

Hay personas cuya naturaleza es pesimista y otras que, por el contrario, se muestran mucho más optimistas ante las visicitudes de la vida.

Casi la mitad de las diferencias que existen en nuestra personalidad, se deben a factores genéticos. Pero se ha descubierto que a lo largo de la vida esto se puede modificar. Las personas más tendentes al pesimismo, no pueden excusarse diciendo que son así:  esa no es la actitud.

«Rock your life» significa precisamente eso, que aunque tengamos cierto componente genético que formará nuestra personalidad, ésta se puede modificar.

No se trata de negar las dificultades con las que nos vayamos encontrando, sino de transmitirnos a nosotros mismos una serie de «consignas» o «trantas» que nos ayuden a superarlas.

Tenemos que llegar a ser capaces de autoestimularnos, autoanimarnos y por qué no, autocorregirnos, como hacen los buenos deportistas.

Otro fallo en el que caemos con mucha frecuencia es el de no asumir nuestros propios errores, o lo que es peor, no aprender de ellos. Cuando aprendemos de algo que no ha salido bien, no debemos verlo como un fracaso, sino como una experiencia.

Ser optimista equivale a vivir mejor, hace surgir en nosotros sentimientos de bienestar y nos recarga las pilas para afrontar situaciones difíciles.

Los pensamientos negativos activan una zona del cerebro denominada amígdala, relacionada con la aversión al riesgo. Además nos predispone a estar mucho más estresados. Por el contrario, la mentalidad positiva fomenta el pensamiento creativo y nos ayuda a resolver problemas. Por si esto fuera poco, reduce los niveles de estrés, mejorando el bienestar y aumentando la productividad.

No se trata de obviar los problemas o los riesgos que nos vayan surgiendo, sino dejar de verlos como una barrera. Alguien optimista no se atascará al ver el lado negativo de algo, sino que encontrará un camino alternativo para ponerlo en positivo.

Todo lo aquí expuesto, tiene repercusiones directas en el mundo empresarial. Poneros en la piel de un empresario o de alguien responsable de equipos.

¿Con quién trabajaríais mejor?. ¿Con alguien positivo, capaz de encontrar alternativas, soluciones creativas, o con alguien que se atasca en el problema y se muestra incapaz de buscar otras opciones?.

Está claro, ¿no?.

Ser optimista no es una cualidad, sino una habilidad que debe entrenarse.

Hay cuatro sencillos pasos que pueden ayudarte para empezar a cambiar y sólo necesitas 4 minutos:

  1. Comienza identificando uno o dos de esos pensamientos negativos que te atormentan y plásmalos en un papel (1 min).
  2. Cierra los ojos e intenta relajarte centrándote en tu respiración (1 min).
  3. Deja que fluyan tus pensamientos y obsérvalos. No intentes eliminar los pensamientos negativos, sólo déjalos pasar (1 min).
  4. La última fase es la visualización. Imagina cuál sería el mejor resultado posible a ese problema, con todo lujo de detalles (1 min).

Ya sabes: «Querer es poder». A partir de ahora, aplica la filosofía «Rock your life» y empieza cambiando gradualmente aquellas pautas de conducta negativas, para transformarlas en positivas.

Eso, además de hacerte sentir mejor, hará de ti alguien con mucho más potencial.

La semana que viene seguiremos con la segunda de mis R’s. Hasta entonces, no olvidéis ser felices.