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Semáforo de riesgo

2015-07-27, Marian López


La CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) propuso en el mes de septiembre del año pasado, clasificar el riesgo de los productos financieros de inversión por colores.

El objetivo de esta clasificación era que los clientes pudieran identificar a simple vista, qué productos eran más seguros» y cuáles no. Los colores identificadores de este riesgo eran cinco (de menor a mayor riesgo): verde oscuro, verde claro, amarillo, naranja y rojo. Quedarían excluidos de dicha clasificación los depósitos simples y los fondos de inversión.

La idea es buena. Se trata de un instrumento más para ayudar a los «sufridos» clientes de los bancos en la identificación de los productos que contratan.

Entrecomillo la palabra «sufridos» porque yo siempre he distinguido tres tipos de clientes:

  • Aquellos con una cultura financiera a veces incluso superior a la del propio asesor de la entidad. Éstos tienen claro dónde invertir y asumen el riesgo de sus inversiones a cambio de obtener mayor rentabilidad.
  • El cliente con cultura financiera media. Tiene cierto conocimiento sobre algunos productos. En su mayoría conocen los depósitos y algo acerca de fondos o acciones, pero de manera bastante superficial. Con un «poco de persuasión«, el asesor del banco puede «colocarle» algún producto en campaña con un riesgo mayor al que realmente están dispuestos a asumir.
  • El cliente sin cultura financiera o con un conocimiento bastante escaso sobre productos financieros. Es «carne de cañón» para venderle todo lo que esté en campaña, se adapte o no a sus necesidades.

En este caso, la clasificación por colores de productos financieros ayudaría especialmente al segundo y tercer grupo de clientes. Sería una herramienta útil para que pudieran comprobar a simple vista, el riesgo del producto en el que tienen invertido su dinero.

El Ministerio de Economía en mayo del presente año, decidió ampliar a todos los productos financieros sin excepción este sistema de clasificación del riesgo basado en el semáforo y propuesto por la CNMV con el fin de evitar errores y malas prácticas en la comercialización al cliente particular.

Mientras la CNMV había presentado un código de cinco colores, imitando la imagen de la etiqueta de eficiencia energética de los electrodomésticos, Economía los aumenta a ocho: desde el gris, que indica el menor riesgo, al rojo, que alerta del mayor. Además incluía en la clasificación los depósitos, fondos, productos de seguros de vida ahorro y planes de pensiones.

Economía sometió a consulta pública el pasado 16 de junio este proyecto de orden ministerial relativo a las obligaciones de información y clasificación de productos financieros con el que se pretende proteger al cliente minorista. La idea es que esta norma entre en vigor después del verano.

De momento (mientras no esté en vigor el proyecto del Ministerio de Economía), como he explicado al principio, los productos financieros se clasifican en cinco niveles de riesgo:

Riesgo CNMV

Los productos de clase A (verde oscuro) son instrumentos financieros en euros, con compromiso de devolución del capital en un plazo igual o inferior a tres años. El emisor dispone de un rating como mínimo igual al de España. Por ejemplo un bono del Tesoro a dos años.

Los de clase B (verde claro) tiene un plazo de vencimiento entre tres y diez años y un rating mínimo de inversión (al menos BBB). También pertenecen a esta clase los instrumentos de inversión que no sean en euros. Por ejemplo un bono a tres años que garantice el 100% del nominal, pero con divisa distinta al euro.

En el ecuador de la escala, están los productos de clase C (amarillo). Son instrumentos financieros con compromiso de devolución del capital con plazo superior a 10 años y un ratio mínimo de inversión. También se incluyen los de compromiso de devolución del capital igual o superior al 90%, en un plazo igual o inferior a tres años. Igualmente se incluyen los instrumentos financieros con compromiso de devolución del capital en divisa (distinta al euro) con plazo superior a tres años. Por ejemplo, un bono a 15 años.

Los de clase D (naranja) son todos los demás productos como las acciones.

Por último, los de clase C (rojo) son derivados, cuyo valor depende de la evolución de precios que sufra otro activo («activo subyacente»). El activo subyacente pueden ser acciones, un valor de renta fija, índices de bolsa (como el Ibex 35), etc. Conllevan un riesgo muy elevado ya que tu dinero se «apuesta» a lo que haga un determinado activo. En caso de que ese activo incremente su valor un X%, tu puedes obtener una buena rentabilidad, pero si cae por debajo de un porcentaje determinado, puedes llegar a perder gran parte de tu dinero (la pérdida es ilimitada).

Si alguno de vosotros tiene dinero invertido, ya habrá recibido un extracto con este sistema de semáforo advirtiéndoles del peligro que corre su inversión dependiendo del producto contratado. No corre la misma suerte un cliente con un depósito (en el peor de los casos el Fondo de Garantía de Depósitos le garantizaría hasta 100.000 euros), que un cliente que tenga acciones (el valor de las mismas fluctúa. Se puede llegar a ganar dinero, pero también perderlo todo).

La propuesta pendiente por parte del Ministerio de Economía, ampliaría este semáforo a ocho colores y además, aparecerían unos candados que advertirán sobre la liquidez de los productos (el porcentaje de capital garantizado y cuándo se devolverá).

Os adjunto un cuadro para que lo veáis con mayor claridad:

Clasificacion productos

Siguiendo esta nueva clasificación propuesta por el Ministerio de Economía, los productos de la Clase 1 (color gris), serán los más seguros. En este grupo se incluyen: depósitos en euros, seguros de vida sin riesgo de inversión y determinados Planes de Pensiones (los garantizados) y PIAS (Planes Individuales de Ahorro).

En la Clase 2 (verde oscuro) estarían los instrumentos financieros en euros con el 100% del capital garantizado y con plazo igual o inferior a tres años. Si el plazo es superior a esos tres años, pero igual o inferior a cinco, entraríamos en la Clase 3 (verde más claro).

La Clase 4 (verde pálido), recogería instrumentos financieros con plazos entre 5 y 10 años. A partir de ese vencimiento, nos iríamos a la Clase 5 (amarillo). También se incluirían aquí productos que no garanticen el 100% del capital, pero sí al menos un 90%. Estarían en este grupo los fondos, planes, seguros de vida y PIAS donde se asuma riesgo siempre que garanticen al menos un 90% y no inviertan en derivados.

En la Clase 6 (amarillo anaranjado), se incluyen los productos de clase 5 que no cumplan los requisitos. Las «opciones» entrarían dentro de la Clase 7 (naranja) y por último en la Clase 8 (rojo) el resto.

Una «opción financiera» es un instrumento financiero derivado que se establece en un contrato que da a su comprador el derecho (no la obligación), a comprar o vender bienes o valores (el activo subyacente, que pueden ser acciones, bonos, índices) a un precio predeterminado, hasta una fecha concreta (vencimiento).  

¡NOTICIA DE ÚLTIMA HORA!. Esta misma mañana del lunes 27 de julio, la prensa nos sorprendía con el anuncio de una SEGUNDA REFORMA del borrador. El Ministro de Economía Luis de Guindos, vuelve a modificar el sistema de clasificación de instrumentos financieros e identificación de productos complejos lanzado el pasado año por la CNMV.

Este último borrador aparecerá acompañado de un extenso preámbulo que defenderá su licitud frente al reglamento europeo y defenderá las competencias de Economía para llevar a cabo esta regulación.

Además con esta nueva reforma, se recorta el número de colores pasando de ocho a siete (se elimina el color gris) y reduce su dureza respecto a los productos derivados. El texto ya ha sido enviado al Consejo de Estado con el objetivo de firmarse antes de las elecciones generales.

Así es que ya sabéis, cuando veáis «colorines» en vuestra información del banco… ¡no los ignoréis!. Os están indicando el nivel de riesgo de vuestros productos y las posibilidades de recuperar vuestro dinero.

Pese a que este sistema intente clarificar las cosas, estoy convencida de que aún os quedarán dudas por resolver. Para ello debéis contar con el asesoramiento de un experto. Ya sabéis que en www.garciaslopezasesores.es nos dedicamos a ello.

Os deseo una feliz semana.