optimismo Tag

Tiempo de lectura: 3 minutos

 

Maya Angelou (1928-2014) es una conocida escritora, cantante y activista que utilizo como referente entre otras cosas, porque pronunció una frase que encaja perfectamente en la primera de mis 3 R´s : «Rock your life«.

Ella dijo algo así como: «Si no te gusta algo, cámbialo. Si no puedes cambiarlo, cambia de actitud».

Y es que la actitud con la que decidamos enfrentarnos a la vida, lo es todo.

El ejemplo perfecto lo tenemos en dos patrones opuestos, que se repiten en nuestra sociedad: quienes ven el vaso medio vacío y quienes lo ven medio lleno.

Hay personas cuya naturaleza es pesimista y otras que, por el contrario, se muestran mucho más optimistas ante las visicitudes de la vida.

Casi la mitad de las diferencias que existen en nuestra personalidad, se deben a factores genéticos. Pero se ha descubierto que a lo largo de la vida esto se puede modificar. Las personas más tendentes al pesimismo, no pueden excusarse diciendo que son así:  esa no es la actitud.

«Rock your life» significa precisamente eso, que aunque tengamos cierto componente genético que formará nuestra personalidad, ésta se puede modificar.

No se trata de negar las dificultades con las que nos vayamos encontrando, sino de transmitirnos a nosotros mismos una serie de «consignas» o «trantas» que nos ayuden a superarlas.

Tenemos que llegar a ser capaces de autoestimularnos, autoanimarnos y por qué no, autocorregirnos, como hacen los buenos deportistas.

Otro fallo en el que caemos con mucha frecuencia es el de no asumir nuestros propios errores, o lo que es peor, no aprender de ellos. Cuando aprendemos de algo que no ha salido bien, no debemos verlo como un fracaso, sino como una experiencia.

Ser optimista equivale a vivir mejor, hace surgir en nosotros sentimientos de bienestar y nos recarga las pilas para afrontar situaciones difíciles.

Los pensamientos negativos activan una zona del cerebro denominada amígdala, relacionada con la aversión al riesgo. Además nos predispone a estar mucho más estresados. Por el contrario, la mentalidad positiva fomenta el pensamiento creativo y nos ayuda a resolver problemas. Por si esto fuera poco, reduce los niveles de estrés, mejorando el bienestar y aumentando la productividad.

No se trata de obviar los problemas o los riesgos que nos vayan surgiendo, sino dejar de verlos como una barrera. Alguien optimista no se atascará al ver el lado negativo de algo, sino que encontrará un camino alternativo para ponerlo en positivo.

Todo lo aquí expuesto, tiene repercusiones directas en el mundo empresarial. Poneros en la piel de un empresario o de alguien responsable de equipos.

¿Con quién trabajaríais mejor?. ¿Con alguien positivo, capaz de encontrar alternativas, soluciones creativas, o con alguien que se atasca en el problema y se muestra incapaz de buscar otras opciones?.

Está claro, ¿no?.

Ser optimista no es una cualidad, sino una habilidad que debe entrenarse.

Hay cuatro sencillos pasos que pueden ayudarte para empezar a cambiar y sólo necesitas 4 minutos:

  1. Comienza identificando uno o dos de esos pensamientos negativos que te atormentan y plásmalos en un papel (1 min).
  2. Cierra los ojos e intenta relajarte centrándote en tu respiración (1 min).
  3. Deja que fluyan tus pensamientos y obsérvalos. No intentes eliminar los pensamientos negativos, sólo déjalos pasar (1 min).
  4. La última fase es la visualización. Imagina cuál sería el mejor resultado posible a ese problema, con todo lujo de detalles (1 min).

Ya sabes: «Querer es poder». A partir de ahora, aplica la filosofía «Rock your life» y empieza cambiando gradualmente aquellas pautas de conducta negativas, para transformarlas en positivas.

Eso, además de hacerte sentir mejor, hará de ti alguien con mucho más potencial.

La semana que viene seguiremos con la segunda de mis R’s. Hasta entonces, no olvidéis ser felices.