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«El fin último en un proceso de toma de decisiones es común en todas las personas: la obtención de un beneficio» (Gary Becker).

Este Premio Nobel en Ciencias Económicas, vio como sus coetáneos se le «echaron encima» por pronunciar estas palabras.

Sin embargo, si nos paramos a analizarlas, Gary Becker tenía algo de razón. ¿O acaso tú no buscas obtener un beneficio con aquello que decides hacer?.

Estudiamos para sacarnos un título, hacemos deporte para estar en forma, trabajamos para ganar dinero, etc. Sin embargo, expresado así suena muy “plano” y es que detrás de cada una de nuestras decisiones, el cerebro juega un importantísimo papel.

En nuestro día a día, tomamos miles de decisiones que serán las que vayan forjando nuestro destino. Lo que debéis saber es que la mayoría de esas decisiones se toman de manera inconsciente.

En los últimos años se han realizado numerosos descubrimientos sobre los métodos que nuestro cerebro utiliza para evaluar las recompensas, los riesgos y el cálculo de probabilidades. Esto ha dado lugar al surgimiento de la neuroeconomía.

La neuroeconomía se basa en la aplicación de los conocimientos de la neurociencia a la toma de decisiones económicas.

Es muy importante que descubramos cómo nos comportamos frente al dinero. ¿Lo vemos como algo que nos quita el sueño, o como una oportunidad para conseguir aquello que queremos?.

¿Acaso creéis que un empresario/a puede montar un negocio de éxito desde una perspectiva negativa del dinero?. Rotundamente no.

Por eso es tan importante saber qué sucede en nuestro cerebro cuando tomamos una decisión económica. Si no tenemos una relación “sana” con el dinero, debemos cambiar el chip: la filosofía “Rock your Money” está ahí para que lo consigas.

Debemos “entrenar” nuestro cerebro para que no sufra un “cortocircuito” cada vez que hay que tomar una decisión económica.

Veamos el dinero como algo que nos ayudará a conseguir aquello que deseamos, como un medio para ello.

La metodología “Rock your Money”, nos propone transformar nuestras creencias limitantes en creencias potenciadoras y poder alcanzar así la “felicidad económica”, contestando a 4 sencillas preguntas:

  1. Mide la satisfacción personal que te da lo que estás haciendo (puntúa del 1 al 10).
  2. Reflexiona: ¿qué aportas a los demás?.
  3. ¿Cómo te valoras?.
  4. ¿Cuánto tiempo dedicas al día a tu trabajo?.

Una vez que identifiquemos cuáles son nuestros “puntos débiles”, debemos trabajar para que dejen de serlo.

Si eres de los/as que se apuntan al “Rock your Money”, ya sabes: “dale caña” a tu manera de ver el dinero y conviértelo en aquello que te ayude a conseguir tus sueños.

La semana que viene volveré con un nuevo tema. Hasta entonces, no olvidéis ser felices.

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Es época de cambios porque sí, porque después de muchos años me lo merezco. Porque sé lo que quiero hacer, y voy a luchar por ello sin descanso.

Como el título de la película de Garci, ganadora del Oscar en el 83, ha llegado el momento de «Volver a empezar».

Llegar hasta aquí ha supuesto una larga travesía por el desierto hasta encontrar ese famoso «foco» del que todo el mundo habla. A mi alrededor veía como la gente lograba dar con aquello que quería hacer. En cambio yo seguía frustrada viendo los días pasar, totalmente bloqueada.

¿Qué me ocurría?. ¿Acaso no era lo que tanto deseaba después de años trabajando para otros?. Abandoné mi trabajo por cuenta ajena porque tenía un «Plan B» en mi mente, y sin embargo han transcurrido 5 años hasta hoy.

Si bien es cierto que no he perdido el tiempo, pues me he dedicado a formarme en profundidad, no terminaba de encontrar mi «para qué«.

No sé si os ha ocurrido algo similar alguna vez, pero estoy convencida de que sí. Y esa sensación de no saber muy bien hacia dónde vas, te deja un desasosiego importante que puede hacerte caer en el desánimo más absoluto.

Precisamente este período me lo he querido tomar como un regalo, como una oportunidad que me ha brindado la vida para despegarme de aquello con lo que no me sentía a gusto, y centrarme en lo que realmente me hace feliz. Aquello con lo que siento que soy más yo.

Nuestro cerebro a veces nos juega malas pasadas. Nos cuesta mucho salir de nuestra «zona de confort», del espacio en el que nos sentimos más seguros y protegidos.

Debemos ser capaces de explorar, abrir nuestra mente, coger nuestras botas y caminar para descubrir nuevos caminos, porque quizás si te metes en uno de esos caminos estrechos que no sabes bien hacia dónde nos conduce-pero que nos ha llamado poderosamente la atención-, quizás en ese camino, encontremos nuestra razón de ser. El motivo por el que estamos aquí.

El motivo por el que yo estoy aquí, ahora escribiendo estas líneas, es el querer ayudar a otras personas a entrenar su mente para conseguir sus objetivos. Y esos objetivos pueden ser muy diversos: coordinar equipos de trabajo, motivar a tus empleados o a ti mismo/a, aprender a gestionar nuestras emociones, conectar con nuestros clientes, tomar decisiones que afecten a nuestro negocio, etc.

Y ¿cómo lo hago?. Pues a través de la neurociencia aplicada a los negocios, centrándome básicamente en el neuromanagement, neuromarketing y la neuroeconomía. Porque nuestro cerebro nos da muchas pistas sobre cómo actuamos y por qué hacemos unas cosas dejando de hacer otras.

Todo ello aderezado con un toque de «rock», que forma parte de mi esencia ya que sigo en activo con mi banda PSIDERALICA con la que estamos recorriendo Europa desde hace unos años.

La neurociencia, el rock y la docencia, se han convertido en los tres pilares esenciales que impregnan mis «Rockonferenzias«: una forma diferente de interactuar con empresarios y empresas.

«Volver a empezar», intentar hacer las cosas de manera diferente para obtener los resultados que queremos, requiere un esfuerzo. Entrenemos juntos para recorrer ese emocionante camino y conseguir lo que nos propongamos.

Si estás dispuesto/a, contacta conmigo a través de mi página web www.marianlopez.es, o en redes sociales.

La semana que viene comenzaremos a desgranar mi filosofía de las 3 R’s (R&R&R) y cómo aplicarla. Hasta entonces, no olvidéis ser felices.