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Lotería Navidad

2015-12-14, Marian López


Un año más vuelve la ilusión, pero no debemos olvidar que la Lotería de Navidad también tributa. Los números premiados con más de 2.500 euros, deben pagar impuestos.

Como cada año, el anuncio de la Lotería de Navidad «se cuela» en nuestros hogares. Esta vez el turno es para Justino, un humilde trabajador en una fábrica de maniquíes que, cansado de la rutina de su trabajo, decide sorprender a sus compañeros haciéndoles la jornada más llevadera.

El premio para Justino no es otro que un décimo de Lotería de Navidad que además resulta premiado con el Gordo. Lo que Justino quizás desconozca es que Hacienda le va a dar un buen «bocado» a su fortuna.

El próximo martes 22 de diciembre muchos de nosotros estaremos pendientes de que los famosos niños de San Ildefonso, canten el número premiado. Aunque intentemos disimularlo, siempre mantenemos la esperanza de que nos toque aunque sea un «pellizquito«.

Pero todo tiene su lado menos bueno y la lotería no iba a ser menos. Resulta que cuando nos toca un premio de este tipo, tenemos que pensar en lo que se llevará Hacienda para no montarnos «el cuento de la lechera» antes de tiempo.

En este post veremos qué impuestos debemos pagar si nos toca el Gordo de Navidad.

Si la suerte te sonríe y el 22 de diciembre te toca el Gordo, debes saber que de los 400.000 euros del primer premio, 79.500 euros se los llevará Hacienda.

Hasta el 31 de diciembre de 2012, cuando a alguien le tocaba un premio en un juego de Loterías y Apuestas del Estado, no tributaba por el importe ganado como premio, sino que sólo debía «pasar por caja» y pagar impuestos por los beneficios que ese dinero le reportaba a largo plazo.

Es decir, si invertías tu dinero en algún producto que te reportara unos intereses, debías pagar a Hacienda por esos beneficios obtenidos con la inversión.

A partir del 1 de enero de 2013, la cosa cambió. Esta es la fecha en la que entró en vigor el nuevo impuesto sobre premios de lotería. Ahora, a cualquiera que gane un premio superior a 2.500 euros, se le aplicará una retención del 20%.

Así pues, el que gane un premio cuyo importe supere esos 2.500 euros, recibirá sólo una parte de dicho premio, ya que el resto irá a parar al bolsillo del estado en concepto de pago de impuesto.

Qué impuestos debo pagar si me toca el Gordo.

Como ya hemos indicado, Hacienda grava los premios superiores a 2.500 euros. Lo veremos claro con un ejemplo:

Supongamos que nos tocan los 400.000 euros del gordo. Los primeros 2.500 euros están exentos de tributar. Por tanto los descontamos al importe inicial.

400.000 euros – 2.500= 397.500 euros

Hacienda nos aplicará una retención fiscal del 20% sobre el resto (397.500 euros). Con lo que,

397.500 euros x 20%= 79.500 euros.

Esos 79.500 euros serán los que se lleve Hacienda.

Dichos impuestos se retienen directamente en el momento del cobro del décimo premiado. Cuando hagáis la declaración de IRPF, si ya os han retenido el 20% o no os han practicado retención por ser el premio inferior a 2.500 euros, no tenéis que presentar ninguna otra autoliquidación.

Por otra parte, los que paguéis Impuesto sobre Sociedades, si habéis recibido un premio sujeto al nuevo gravamen especial, deberéis incluir- exactamente igual que antes del 1 de enero de 2013- el importe del premio entre las rentas del período sujetas al impuesto y la retención/ingreso a cuenta soportado como un pago a cuenta más.

Con la nueva norma, la única diferencia es que los premios pasan a estar sometidos a retención o ingreso a cuenta del 20%.

¿Qué ocurre si sólo tenemos una participación?.

En nuestro país existe la tradición, muy extendida por cierto, de compartir los décimos con los amigos o la familia. Incluso hay quien compra directamente participaciones.

Debéis saber que a efectos fiscales, no existen las participaciones. Lo que tributa es el décimo. Si tenéis una participación de un décimo que resulte premiado con más de 2.500 euros, Hacienda os aplicaría la retención correspondiente (20%) y cobraríais lo que os correspondiese proporcionalmente una vez descontados los impuestos.

La retención se aplicará a aquel que sea depositario del décimo o gestor del cobro. Este último deberá repartir el premio neto (una vez descontados los impuestos), entre los participantes.

Es recomendable identificar a los participantes del décimo.

Quien gestione el décimo de Lotería, deberá acreditar ante la Administración Tributaria que el premio ha sido repartido entre los titulares de participaciones para que cuando dicho premio se divida, no se considere como donación. De ser así, se gravaría con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Aconsejamos que los décimos premiados se cobren a través del banco y que en el propio banco se identifique con DNI, nombre y apellidos a cada una de las personas con las que se ha compartido el décimo agraciado.

El peligro de no proporcionar los datos identificativos de la lista de premiados en el banco es que no lleguen adecuadamente a la Agencia Tributaria. En caso de que se diese esta circunstancia, el comprador del décimo lo cobrará en el banco sin problema (una vez aplicada la retención del 20%).

El problema viene a la hora de que el comprador del décimo, lo reparta entre las personas con las que lo compartía, ya que la entrega se podría considerar como donación y gravarse por tanto, con el Impuesto de Donaciones.

¿Y si te ha tocado la lotería pero tributas en otro país?.

Los contribuyentes no residentes sin establecimiento permanente que ganen un premio de lotería y ya se les haya aplicado la retención en el momento del abono del mismo, podrán solicitar la devolución que les correspondiese por aplicación de convenio que evite la doble imposición internacional.

Si sois de los afortunados a los que les toque la lotería, ahora ya sabéis los impuestos que debéis pagar. No obstante, si tenéis alguna duda, desde www.garciaslopezasesores.es, estamos a vuestra disposición para ayudaros con este tema.

La semana que viene, volveremos con nuevo post. Hasta entonces, por favor, sed felices.

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ahorro-navidad

2015-12-07, Marian López


Ahorrar en Navidad es posible. Sólo necesitas seguir estos sencillos consejos para que la famosa «cuesta de enero» nos resulte más llevadera.

Diciembre es uno de los meses del año en el que gastamos más dinero. Papá Noel nos pisa los talones, las calles se llenan de luces que nos encandilan y la tele no para de bombardearnos con miles de anuncios… Sí, es el síntoma inequívoco de que llega la Navidad.

Todo está pensado para que saquemos a pasear el consumismo voraz que llevamos en nuestro interior. A veces se muestra aletargado, pero es en estas fechas cuando reluce en todo su esplendor.

Pero no nos volvamos locos. Si hacemos una correcta planificación, podremos disfrutar de las Fiestas sin quebraderos de cabeza. Pese a que hagamos algún que otro gasto «extraordinario«, se puede y se debe ahorrar en Navidad.

La clave está en la previsión. Con una adecuada planificación, todo nos resultará mucho más sencillo. Si elaboramos ya nuestro plan, podemos evitar que nuestro bolsillo se resienta más de lo necesario.

Basta con que pensemos en todas esas personas que ni siquiera tendrán un techo o algo de alimento que llevarse a la boca, para que se nos quiten las ganas de despilfarrar.

La regla de oro sería: «ahorra con antelación«. Probablemente, estas Navidades ya te habrá «pillado el toro«. Pues bien, no permitas que te suceda lo mismo para las próximas.

Lo ideal sería que cada mes (hasta el año que viene), ahorrases una cantidad. Así te costaría mucho menos llegar a estas fechas con algo de dinero «extra».

Puedes abrir una cuenta remunerada- aparte de la tuya habitual-, destinada sólo a este ahorro. Con ello conseguirás no sólo tener ese dinero apartado del resto, sino que además, puedes obtener algo de rentabilidad que incremente ese ahorro.

Ya una vez entrados en materia, ahí van unos consejos que os ayudarán a ahorrar en Navidad:

1.- Conoce cuáles son tus posibilidades. Lo primero que debemos hacer es sentarnos y saber con qué dinero contamos para los gastos navideños. Es mejor «perder» diez minutos en reflexionar acerca de ello, que salir a gastar a lo loco y tener que reparar el daño después.

2.- Elabora un presupuesto. En base a ese dinero del que disponemos, deberíamos hacer un presupuesto en el que se incluya todo lo que pensamos que vamos a necesitar en esta Navidad: comida, regalos, loterías, ropa, fiestas, lotería, etc.

Estima cuánto dinero te vas a dejar en cada una de estas cosas y ponte un tope del que no puedes pasarte.

3.- Compra sólo aquello que necesites. Siempre insisto en lo mismo: a la hora de gastar, hazlo «con cabeza«. Y es que en Navidad parecemos poseídos por el espíritu de las compras compulsivas. Trata de evitarlo. No derroches y si realmente no necesitas algo, no lo compres.

4.- Haz una lista. Escribe una lista con las personas a quien quieras regalarle algo y destina una cosa a cada uno en base al nivel de compromiso que tengas. A veces las personas aprecian más algo sencillo que demuestre que te acuerdas de ellas.

5.- Compara precios. No compres en el primer sitio que veas. Es mejor hacer un recorrido por varias tiendas o incluso comprar on line. Existen diferencias notables de precios.

Por estas fechas, hay «promociones especiales» en algunas tiendas: no dudes en aprovecharlas para ahorrarte unos euros.

6.- No esperes a comprar en el último momento. Hace unos días, disfrutamos del «Black Friday«, un buen momento para anticipar algunas compras aprovechando descuentos que iban desde el 20% hasta el 50%.

Esperando al último momento sólo conseguirás pagar más caro por el mismo artículo. Por ejemplo, algunos productos alimenticios pueden llegar a duplicar su precio.

7.- Mantén un registro de tus compras. Ten claro lo que te has gastado, para quién y cuánto te ha costado.

Haz una especie de hoja de contabilidad doméstica que te permita ver claramente lo que te has gastado y el dinero que te queda para poder seguir gastando. De esta forma, te asegurarás mantenerte dentro de los límites que te has marcado.

8.- Ojo con las tarjetas de crédito. Son días de mucho gasto y si no hemos sido previsores, «tiraremos de tarjeta«. Por supuesto lo mejor es comprar en efectivo porque de esta manera controlas mucho más lo que vas gastando, ya que lo notas directamente en tu cartera.

La gran mayoría de nosotros recurrimos a las tarjetas porque son un medio de pago más cómodo. Es «preferible» que te roben una tarjeta a dinero.

Lo mejor es utilizar la tarjeta de débito, ya que el dinero te lo descuentan al momento y es más fácil controlar el gasto.

Pero si no te queda más remedio que utilizar la tarjeta de crédito, mi consejo es que le pongas un límite bajo que sepas que puedes afrontar al mes siguiente cuando te lo carguen en cuenta, y trates de no ampliarlo.

Debes aprender a ceñirte a un presupuesto, o de lo contrario enero puede convertirse  en una pesadilla.

9.- Si puedes, espera a las rebajas. Sobre todo cuando se trata de ropa o ese bolso caro que nunca llegas a comprarte. Utiliza el viejo truco de hacerle un vale en un papel bonito a tu pareja o familiar (o que te lo hagan a ti), y cuando empiecen las rebajas os vais juntos a comprar ese objeto que tanto deseáis con un buen descuento.

Siguiendo estos sencillos consejos, comprobaréis como ahorrar en Navidad es posible.

Las navidades son unas fechas para disfrutar en familia. Debería bastar con esas reuniones eternas en las que ves a familiares que no recuerdas haber visitado en los últimos dos años y con los que acabas cantando villancicos bajo la promesa de veros más a menudo.

Ese es el verdadero espíritu de la Navidad. Mucho más llevadero con una economía planificada, desde luego.

Ya sabéis que si necesitáis algún consejo para vuestras finanzas domésticas, desde www.garciaslopezasesores.es, os brindamos un asesoramiento de calidad ya que contamos con un equipo de profesionales dispuestos a ello.

Me despido una semana más con la mejor recomendación del mundo: sed felices.

Hasta la semana que viene.