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Diferencias hombres-mujeres

2016-03-14, Marian López


Está claro que hombres y mujeres somos diferentes: ni mejores, ni peores. Tan sólo diferentes. Y esa diferencia también se plasma a la hora de invertir.

La semana pasada-en concreto el 8 de marzo-, fue el “Día Internacional de la Mujer”. No es un día especialmente señalado en mi calendario, es más, espero y deseo que deje de celebrarse pronto, porque eso significará que estamos en igualdad de condiciones con nuestros colegas del género masculino.

En este post no pienso hacer ningún alegato feminista, se trata simplemente de dejar plasmado algo que está comprobado por equipos profesionales de sociólogos y psicólogos: hombres y mujeres también somos diferentes cuando invertimos.

En finanzas influyen muchísimo los sentimientos y las emociones a la hora de tomar una determinación. Incluso hay estudios que relacionan los colores con nuestra actitud ante el dinero (en agosto del año pasado, ya dediqué un post a este tema).

La mayoría de estos estudios se han realizado en Estados Unidos, pero las conclusiones a las que llegan, nos pueden ayudar a entendernos un poco mejor.

A la hora de invertir, hombres y mujeres lo hacen de manera diferente: ambos podrían aprender el uno del otro para mejorar sus debilidades y destacar aún más sus fortalezas.

Puntualizar que las generalizaciones no son buenas, y por tanto, estas conclusiones no implican “compartimentos estanco”: ni todas las mujeres son conservadoras, ni todos los hombres propensos al riesgo.

Los expertos en la materia coinciden en señalar que los hombres generalmente, tienen más confianza en sí mismos a la hora de invertir, mientras que las mujeres tienen sus objetivos más definidos y mueven menos sus inversiones.

Veamos algunas de estas diferencias:

Cómo invertimos en acciones.

El porcentaje de hombre y mujeres que invierten en acciones es prácticamente el mismo, pero sin embargo la forma en que lo hacen es distinta.

Los hombres compran y venden acciones con mucha mayor frecuencia que las mujeres. Ellos son más impulsivos y a veces tienden a precipitarse a la hora de tomar una decisión.

Nosotras nos lo pensamos más antes de dar un paso. En el caso de la Bolsa, la prudencia puede tener su recompensa. Al realizar menos operaciones que ellos, tenemos menos posibilidades de hacerlas en el momento equivocado y exponernos a perder dinero.

Cómo invertimos en Fondos.

Las mujeres tenemos tendencia a elegir fondos más conservadores o incluso que tengan una fecha determinada de vencimiento (como los fondos garantizados). En cambio los hombres prefieren por lo general fondos de inversión con un componente más elevado de renta variable.

También aquí, los expertos han corroborado que los hombres tienen menos problemas a la hora de cambiar un fondo por otro que las mujeres.

Cómo nos enfrentamos al ahorro.

Nosotras somos más propensas a ahorrar que nuestros colegas masculinos. Entre quienes guardan un porcentaje mayor de sus ingresos para el futuro, hay más mujeres que varones.

En una encuesta realizada por la gestora de fondos BlackRock, a la pregunta “¿Qué haría usted si recibiera un extra de 200 euros al mes?”, el 45% de las mujeres contestó que lo guardaría para el futuro, frente a un 38% de hombres.

 Nuestra tendencia femenina es la del ahorro a más largo plazo con un perfil conservador, pensando en nuestro futuro y el de nuestros hijos: una vez más, uno de nuestros instintos primarios como es el de la protección, vuelve a aflorar en el mundo de las finanzas.

Entre las conclusiones de los expertos en cuanto al ahorro para nuestro futuro, destaca que las pensiones de las mujeres son más bajas que las de los hombres, pero no porque nuestras estrategias de inversión sean peores que las de ellos, sino porque desgraciadamente, nuestros sueldos son más bajos.

Este puede ser uno de los argumentos que se esconda detrás de las determinaciones que tomamos a la hora de invertir.

Asesoramiento.

También existe una gran diferencia en la manera cómo nos enfrentamos a la hora de gestionar nuestras finanzas. En general, las mujeres preferimos estar asesoradas por profesionales, mientras que ellos optan por tomar sus propias decisiones según su criterio.

La búsqueda de un asesoramiento profesional para nuestras finanzas, puede suponer una ventaja. Nosotras preguntamos más, queremos entender cuál es el propósito de la estrategia que nos plantea nuestro asesor/a y cómo me va a ayudar a alcanzar mis metas.

Todos los inversores deberían plantearse estas cuestiones.

Conclusiones.

Tras revisar los estudios que se han hecho al respecto, mi conclusión es que hombres y mujeres por lo general, somos diferentes también a la hora de enfrentarnos a las finanzas.

El perfil de la mujer suele ser más conservador y a mayor plazo. Solemos mover menos nuestras carteras. Mostramos cierta desconfianza y por eso acudimos a profesionales que nos asesoren y ayuden a planificar nuestras inversiones. Estamos siempre dispuestas a aprender.

El hombre tiende más al riesgo: antepone los beneficios que pueda obtener al riesgo que conlleve. Confía más en sí mismo y eso tiene dos consecuencias: mueve con más frecuencia su cartera y además se fía más de su propio criterio, por lo que considera que no necesita un asesoramiento profesional constante.

Pese a ser diferentes, podemos complementarnos perfectamente y aprender unos de otros. Al final, ambas estrategias son igualmente válidas obteniendo resultados similares en cuanto a ganancias conseguidas.

Al aprender de los mejores hábitos de cada uno, podrían beneficiarse los inversores de ambos sexos. El diálogo puede ayudar a conseguir mejores resultados.

Si con este post, os ayudo a reflexionar, me daré por satisfecha porque habré conseguido mi objetivo.

Ya sabéis que si os decidís a solicitar ayuda de un profesional, en www.garciaslopezasesores.es, estaremos encantados de responder a todas vuestras dudas.

La semana que viene volveremos con un nuevo tema. Hasta entonces, sed felices.