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En los 90 el archiconocido grupo AC/DC cantaba eso de «Come on, come on listen to the moneytalk» («Vamos, vamos, escucha la charla del dinero»). Con él suelo abrir algunos de mis cursos porque me encanta y me va «de perlas» para introducir temas que tengan que ver con las finanzas.

Y es que la música y el dinero están estrechamente relacionados. Al margen de las historias acerca de cantantes o grupos sumidos en la ruina más absoluta por no saber manejar sus finanzas, lo cierto es que la industria musical puede darnos lecciones sobre economía bastante interesantes.

El mayor quebradero de cabeza en la industria musical es cómo monetizar un disco en una época en la que consumir música es prácticamente gratis.

Lejos quedan ya los días en que los músicos vivían prácticamente de sus ventas de discos (en formato cassette, vinilo o CD). De un tiempo a esta parte, cualquiera de nosotros puede acceder a nuestros temas favoritos de manera gratuita o a precio irrisorio. ¿Cómo? A través de plataformas de streaming como Spotify.

El streaming permite que cualquier persona en cualquier parte del mundo pueda escuchar su música favorita a coste cero.

Actualmente gran parte de los ingresos de los músicos proviene de sus actuaciones en vivo. Aquí cito a Alan Krueger, quien fue asesor económico del expresidente Obama y su más que recomendable libro (disponible sólo en inglés) titulado «Rockonomics». Krueger cita en su libro a Paul MacCartney como ejemplo de lo dicho anteriormente: el 80% de sus ingresos provienen de sus conciertos en vivo. Ya os podéis imaginar, el descalabro económico que el Covid-19 está causando en el gremio.

Razones más poderosas que la adrenalina hacen que artistas no ya tan jóvenes continúen «dando guerra» sobre sobe los escenarios (para disfrute de muchos). Muchos de ellos sin ni siquiera aportar nuevo material. ¡Los fans quieren escuchar los clásicos de siempre!

Otra de las fuentes de ingresos de los músicos son sus negocios complementarios. Muchas de las grandes estrellas tienen negocios paralelos que les proporcionan una buena cantidad de dinero.

Os puedo poner unos cuantos ejemplos. Rihanna es una de las artistas musicales más ricas del mundo según la revista «Forbes». Hace más de 4 años que no saca un disco, sin embargo sus firmas de moda y cosméticos están logrando alcanzar un gran éxito.

El cantante de Iron Maiden, Bruce Dickinson, también le ha sacado jugo a esto de los negocios complementarios: es conferenciante de moda en el mundo empresarial, tiene su propia empresa de mantenimiento de aviones (es piloto), desarrolla los primeros drones comestibles del mundo, diseña su propia cerveza con el nombre del grupo que se vende actualmente en más de 50 países … ¡Eso sí que es Rock&Roll!

La economía colaborativa también se cuela en el mundo de la música. Grandes artistas consagrados colaboran con jóvenes que «lo están petando» en la actualidad. Ambos salen ganando: los veteranos vuelven a ser visibles y los jovencitos suman likes a sus ya rebosantes redes. Una de las últimas colaboraciones ha sido la de Madonna con Dua Lipa causando un gran revuelo ya que la cantante de «Like a Virgin» ni siquiera se digna a aparecer en el video.

Los AC/DC también tiene algo que decir al respecto. Con su álbum «Back in Black» (1980) vendieron más de 50 millones de copias. Son un grupo de culto al que siguen varias generaciones. ¿Cuántas de vosotras no tenéis alguna camiseta de AC/DC comprada en Bershka? No sólo viven de sus giras. El merchandising, o sus negocios alternativos (tienen hasta un crucero propio), les proporcionan grandes alegrías. El grupo amasa una considerable fortuna. De hecho los hermanos Young se encuentran entre las familias más adineradas de Australia.

Ellos ya lo decían en su canción «Moneytalks»: «Ámame por el dinero (…) Escucha la charla del dinero». Y es que cuando se tiene, suena bien. Pero desgraciadamente, son muchos los artistas anónimos que jamás llegan a escuchar su sonido. Aunque de eso ya hablaremos otro día…

 

 

 

 

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Doble comisión cajeros

2015-09-21, Marian López


Esta semana hablaremos de un tema que está en plena efervescencia: la doble comisión en los cajeros.

Sí, ya sé que no es nada original porque últimamente parece que se ha convertido en el centro de todos los foros sobre finanzas personales, pero cuando algo afecta a nuestros bolsillos, siempre interesa.

Por tanto, voy a intentar resumir qué ocurre y qué ocurrirá con el cobro de esa doble comisión.

Estos días se habla (y mucho) de la guerra por las comisiones de los cajeros pero nadie tiene muy claro qué ocurre. Lo único que sabemos es que debemos «andarnos con ojo» para que cuando queramos disponer de nuestro propio dinero «no nos metan un sablazo«.

El Banco de España se pronunció al respecto considerando que «la retirada de efectivo en un cajero automático constituye un único servicio de pago, en consecuencia, ese servicio sólo puede originar el cobro de una comisión, ya sea por la entidad emisora de la tarjeta o por la entidad propietaria del  cajero«.

Os voy a explicar en qué consiste este «galimatías» y para ello es necesario entender primero, cuál es la situación actual.

Actualmente cuando un banco te entrega una tarjeta con la que poder sacar dinero, te cobrará comisiones que irán desde los 0,65 a 1,50 euros cada vez que retires dinero en cajeros automáticos de otras entidades distintas a la que te emitió la tarjeta.

De esta cantidad que tu pagas por sacar dinero de cajeros de la competencia, una parte va destinada a remunerar al banco propietario del cajero que has utilizado.

Ese importe los consumidores lo tenemos asumido. ¿Quién no se ha visto alguna vez en esa situación?. Te has ido por ahí con tus amigos sin pensar que después de la comida o la cena suelen surgir «imprevistos» que no entraban en el presupuesto que te habías marcado.

Buscas desesperadamente un cajero de tu banco, pero no hay ninguno a la vista y con el apuro, pues sacas en el primero que encuentras sabiendo que te cobrarán una comisión por no ser cliente.

Hasta aquí todo correcto. El problema viene cuando el banco dueño de ese cajero del que tu no eres cliente, decida cobrarte un recargo «extra» de dos euros por utilizarlo.

Entonces la cosa cambia: tendrías que añadir a ese euro que ya te cobraba tu banco por utilizar cajeros de la competencia, los dos euros que te cobra directamente el propietario de ese cajero ajeno.

Por tanto acabarías pagando una comisión de tres euros o más, dependiendo del importe que necesites. Es decir por una sola operación– sacar dinero en un cajero de otro banco distinto al tuyo-, pagarías dos comisiones.

Eso es precisamente a lo que el Banco de España se opone: a cobrar dos comisiones al cliente por un mismo servicio. Pero no se pronuncia sobre cuál de las dos comisiones es la correcta.

El caso es que mientras tanto, el perjudicado vuelve a ser una vez más el cliente que ve indefenso cómo por sacar 20 euros de un cajero distinto al de su banco, puede llegar a pagar hasta 6 euros de comisión.

Caixabank lleva desde el pasado mes de marzo cobrando esta comisión de dos euros a sus no clientes por utilizar sus cajeros. A la propuesta de esta entidad se unen dos de las grandes: BBVA y SANTANDER.

Con esta decisión por parte de los grandes bancos, se verán afectados unos 20.500 cajeros: 9.000 de Caixabank, casi 6.000 de BBVA y 4.500 del Santander. Tanto Caixabank como BBVA poseen la mayor red de cajeros automáticos de nuestro país.

Esta medida está bajo investigación de la Comisión Nacional de los Mercados  y la Competencia (CNMC) y de Bruselas. Asociaciones de consumidores como FACUA también han criticado esta medida y han pedido al Banco de España que multe a los bancos que la cobren.

El Banco de España (BE) se ha pronunciado al respecto diciendo que este tema es competencia directa del Ministerio de Economía que será quien desde la legalidad,  deba encontrar una solución.

Así el BE propuso la semana pasada a la Dirección General del Tesoro que realice un cambio normativo imposibilitando el cobro de dos comisiones por retirada de efectivo.

El actual Ministro de Economía Luis de Guindos ha asegurado que el departamento de su Ministerio sacará a audiencia pública en unas dos semanas aproximadamente, una orden ministerial al respecto.

En los próximos días, «las aguas estarán revueltas» ya que seremos testigos de reuniones entre el Ministro y los dirigentes del sector bancario.

La situación actual: dos bandos.

Por un lado, las grandes entidades como Caixabank, BBVA o Santander (poseedores de la mayoría de cajeros automáticos), cobrarán dos euros a los no clientes. ¿Cuál es su argumento?. Pues que invierten mucho dinero en la red de cajeros automáticos y de oficinas que luego usan entidades sin apenas red como ING o Evo Banco. Al tratarse de un servicio, hay que pagar por él.

En este caso el cliente pagaría dos comisiones: la que cobra el dueño del cajero (Caixabank por ejemplo) y la que cobra le entidad emisora de la tarjeta.

Por otro lado, las antiguas cajas junto a Banco Sabadell han creado una alianza paralela para no aplicar el cobro de esta comisión a sus clientes.

Veamos quiénes cobran los dos euros y quiénes no.

Entidades que aplican la comisión de dos euros:

  • Caixabank. Cobra a sus no clientes una comisión de 2 euros por sacar dinero de sus cajeros.
  • Santander. Próximamente se unirá al cobro de la comisión.
  • BBVA. También ha empezado esta semana a cobrar los 2 euros.

Entidades que (de momento) no aplican dicha comisión:

  • BANKIA. No cobrará esta comisión. Se ha unido a la red Euro6000 y Banco Sabadell en una alianza.
  • BANCO SABADELL. También unido a esta alianza para no cobrarse entre ellos los dos euros de comisión.
  • EURO6000 (Kutxabank, Ibercaja, Grupo Liberbank, BMN, Abanca, Unicaja, Caja España-Duero, CajaSur). Se ha unido a la alianza entidades Euro6000 y Banco Sabadell para no cobrarse comisión entre ellos.
  • BANKINTER. No cobrará los dos euros. Está estudiando alianzas.
  • ING. No cobrará. Ha llegado a un acuerdo con Grupo Banco Popular (incluye Popular, Banco Pastor y TargoBank) para no cobrar a sus clientes.
  • BANCO POULAR. Lo está estudiando. Aún no ha tomado una decisión.

Todo se resume en una frase «Cobrar o no cobrar. Esa es la cuestión«. Cuanto antes se resuelva esta incertidumbre, mejor para nosotros.

Esperemos que a lo largo de estas dos semanas, se despejen las incógnitas y podamos ir a un cajero conociendo de antemano cuánto nos van a cobrar por sacar dinero. Como dirían nuestras queridas mamachico: esto es un «Cacao maravillao«.

Os esperamos la próxima semana con nuevos temas. Hasta entonces, sed felices.

 

 

 

 

 

 

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«ECONOMÍA PARA TORPES«

Doce años de mi vida. Ese es exactamente el tiempo que le he dedicado a trabajar en el sector de la Banca, la mayoría de los cuales han estado centrados en la gestión de patrimonios de Banca Privada.

No son muchos, ni pocos, son «sólo» doce años que me han servido para aprender muchas cosas. He aprendido que nadie es imprescindible, que ser jefe no es sinónimo de excelencia profesional, que todos somos compañeros hasta que empiezan las luchas por conservar tu puesto de trabajo (entonces te llueven las dagas).

Puede sonar a tópico, pero mi historia no se diferencia de muchas otras. Un día empecé a analizar mi vida: horas interminables en la oficina, viajes, reuniones. Tenía un nivel económico aceptable, pero no me sentía cómoda en mi trabajo.

Cuando me reunía con los clientes, me costaba mucho trabajo posicionarme del lado de la entidad para la que trabajaba e intentar «colocar» un producto que quizás no me convencía demasiado. Lo hacía porque tenía que cumplir objetivos, pero sabía que éticamente quizás no fuera lo más adecuado.

Eso me hizo ir fraguando un Plan B. ¿Por qué no posicionarme del otro lado?. ¿Por qué no salir de mi zona de confort?. En definitiva ¿por qué no utilizar mi experiencia para ayudar a comprender las finanzas a todos aquellos que no son expertos en ello?.

Así pues, tras sufrir una presión brutal por una complicada fusión de entidades que me llevó a perderme el primer año de vida de mi hija, decidí dar el paso definitivo y lanzarme al vacío.

Han pasado ya dos años de aquello y la verdad es que cada día que pasa me siento más feliz por la decisión que tomé. Al principio me dio vértigo, pero poco a poco todo ha ido cobrando forma.

Así se resume un poco mi trayectoria hasta llegar a la actualidad. Pero, ¿quién es Marian López?. Pues Marian López es una asesora de finanzas personales a la que le apasiona su trabajo. Que intenta hacer más fácil a los demás un tema tan engorroso como el financiero. Que acompaña a sus clientes de principio a fin, ofreciéndoles consejos, intermediando entre él y los bancos para adoptar la mejor solución posible.

Afortunadamente ahora empiezo a sentir que todo encaja. Que soy dueña de enfocar mi carrera hacia donde yo quería. Que hago lo que me gusta con la gente que deseo. Y es que mi cliente objetivo es un cliente del siglo XXI. Los dinosaurios se extinguieron hace millones de años.

Mi cliente objetivo no juega al golf, hace running. No va a comidas copiosas con gente igual de aburrida que ellos. Busca lugares alternativos donde reunirse, comer algo ligero y tomarse una copa mientras poder charlar distendidamente. No es ostentoso. le gusta disfrutar de sus logros a su manera. No tiene 40 reuniones semanales. Más bien se reúne lo justo, pero de manera provechosa.

Mi cliente objetivo dedica el máximo tiempo posible a estar con su familia y amigos. No tiene tres carreras y cinco másters, pero habla idiomas y no para de investigar la manera de aportar valor a su negocio, de diferenciarse del resto, de actualizarse. Donde otros ven competencia, ellos ven colaboración.

Precisamente las redes sociales me están aportando muchísimo en eso de la colaboración. Encuentro personas con las que poder poner temas en común que al final consiguen enriquecerme. Además me permiten estar al día.

Ellas me han abierto la puerta a una nueva manera de comunicarme con la gente. Decidí aprovechar todo eso para comenzar a escribir un post semanal en un diario de economía digital. En estos post, intentaba hablar sobre finanzas aptas para todos los públicos.

Ahora doy un paso más creando mi propio blog «ECONOMÍA PARA TORPES«. Un título que me regaló mi querido amigo Ignacio Miranda de Visual Factor+i.

A partir de ahora, cada semana en este blog, tendréis algunas pinceladas y consejos prácticos sobre productos financieros. Espero con todo ello poder ayudar a todas esas personas que alguna vez se han sentido «estafados» por su desconocimiento del tema.

No soy ni pretendo ser una salvadora, sólo soy una «torpe» más dispuesta a aportar mi grano de arena.

 Y vosotros, ¿estáis preparados para uniros a nuestro club?.

Os espero la semana que viene con nuevos temas. Hasta entonces, sed felices.

«ECONOMÍA PARA TORPES«

Marian López.

Asesora de finanzas personales.