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Planes de Pensiones

2015-11-23, Marian López


Aumenta la contratación de planes de pensiones privados que complementen a los de carácter público, ante la incertidumbre sobre la viabilidad de estos últimos.

Pero ¿conocemos realmente en qué consiste un plan de pensiones?. ¿Es conveniente abrir uno?. ¿Cuándo es un buen momento para hacerlo?. A lo largo de este post, intentaremos resolver estas preguntas.

¿Qué es un plan de pensiones?.

Los planes de pensiones son instrumentos financieros de ahorro a largo plazo, cuyo objetivo principal es complementar la pensión percibida por la Seguridad Social.

La persona que contrata un plan de pensiones realizará aportaciones periódicas, del importe y periodicidad que desee. Cuando el contratante llegue a la edad de jubilación, podrá disponer de este plan que complementará al que ofrezca el Gobierno.

Existen dos tipos de planes de pensiones:

  • Planes de pensiones individuales. Los puedes contratar directamente con tu banco o aseguradora y traspasarlos hacia otros planes.
  • Planes de pensiones de empleo. En los que la empresa aporta una parte y otra el empleado. El plan de pensiones no se podrá movilizar hasta que no se extinga la relación laboral (y siempre que esta opción esté contemplada en el producto).

¿Es recomendable abrir un plan de pensiones?.

El propio Gobernador del Banco de España. el señor Linde, en la presentación del Informe Anual se pronunció al respecto diciendo que «es necesario y urgente fomentar mecanismos de seguro y ahorro que ayuden a complementar el sistema público de reparto».

En julio, el Gobierno tuvo que echar mano de nuevo al cajón del Fondo de Reserva, y sacar 3.750 millones de euros para poder garantizar las pensiones contributivas extras de julio.

Un asunto que nos inquieta mucho es saber si nuestro sistema de pensiones público será capaz de soportar el aumento de la esperanza de vida junto al incremento de la tasa de paro.

España está a la cola de Europa respecto al ahorro para nuestra jubilación. Tan sólo el 18% de los españoles en edad de trabajar cuenta con planes de pensiones.

Son motivos más que suficientes para «preocuparnos» por nuestro bienestar en el futuro y pensar en los planes de pensiones privados no sólo como complemento a las pensiones públicas, sino como el instrumento a través del cual conseguir una vejez «digna«.

¿Cuándo es el momento adecuado para contratar un plan de pensiones?.

Es la eterna pregunta que nos hacemos sobre los planes de pensiones. Qué es más conveniente, ¿pagar menos durante más tiempo? o ¿pagar más en un período más breve?. La respuesta resulta obvia, ¿no?.

Nunca nos va a parecer el momento adecuado para ahorrar. Siempre encontraremos mil excusas antes de «gastarnos» el dinero en hacer aportaciones a un plan de pensiones.

Sin embargo, cuanto antes empecemos a aportar en nuestros planes de pensiones, mucho mejor.

Y ¿cuánto tendremos que ahorrar?.

Pues lo que cada uno pueda dependiendo de sus circunstancias. Hay planes de pensiones con aportaciones periódicas desde 30 euros. Aunque la mayoría de estudios señalan que lo ideal sería destinar un 5% de nuestros ingresos anuales a la jubilación.

¿Qué factores hay que tener en cuenta para elegir nuestro plan de pensiones?.

Los mejores planes de pensiones serán aquellos que respondan a nuestras expectativas, teniendo en cuenta nuestras circunstancias y que surjan a consecuencia de una adecuada planificación financiera.

Desde www.garciaslopezasesores.es, recomendamos que acudáis a profesionales capaces de diseñaros una correcta planificación financiera de cara al futuro que evite sobresaltos.

Entre los factores a tener en cuenta a la hora de elegir nuestros planes de pensiones están:

1.- Edad y riesgo. No tienen por qué ir juntos, pero están muy relacionados entre sí. Normalmente, a la hora de contratar un plan de pensiones, se tiene muy en cuenta la edad de la persona. 

Cuanto más joven se es, más riesgo se puede asumir por lo que se recomiendan planes de pensiones más agresivos (con mayor porcentaje de renta variable).

Conforme nos vamos haciendo mayores, y se acerca la edad de  jubilación, lo recomendable es ir posicionándose en planes de pensiones más conservadores.

2.- Rentabilidad. Rentabilidad y riesgo suelen ir unidos: cuanto más riesgo estemos dispuestos a asumir, mayores posibilidades de obtener una buena rentabilidad tendremos.

Sin embargo, a la hora de contratar nuestro plan de pensiones, deberemos fijarnos en las rentabilidades obtenidas por éste desde que comenzó, y si éstas son consistentes frente a las adversidades de los mercados.

3.- Entidad solvente. Tenemos que ser conscientes de dónde depositamos nuestro dinero. Es fundamental que tanto el banco como la aseguradora en la que decidimos abrir nuestros planes de pensiones, sean solventes y tengan una buena posición en el ranking.

4.- Comisiones. Mucho ojo en este punto. Hay que prestar atención a las comisiones tanto de gestión como de depósito. En octubre del pasado 2014, entró en vigor una rebaja de las comisiones máximas que podían aplicarse a los planes de pensiones. En concreto un 1,5 anual para la comisión de gestión y un 0,25% como máximo para la de depósito.

¿Podré disponer de mi dinero cuando quiera?.

Los planes de pensiones en principio son ilíquidos (no puedes disponer de tu dinero), excepto si se da alguna de las contingencias por las que puedes rescatarlos.

Las contingencias que permiten disponer del dinero de los planes de pensiones son:

  • Fallecimiento.
  • Incapacidad.
  • Enfermedad grave.
  • Paro de larga duración.
  • Desahucio de vivienda habitual.

En enero de este año 2015, se aprobó un nuevo supuesto de liquidez: se podrá rescatar el dinero del plan de pensiones sin necesidad de justificación alguna, una vez transcurridos 10 años desde la primera aportación. Los diez años empiezan a contar desde el 1 de enero de 2015.

¿Cuál es la fiscalidad de los planes de pensiones?.

El ahorro invertido en los planes de pensiones es deducible en su totalidad en la declaración de la renta. Te puedes deducir todas las aportaciones que hayas hecho a tu plan de pensiones.

Existen unos límites: la aportación máxima anual a los planes de pensiones es de 8.000 euros independientemente de la edad y sin que dicha cantidad supere el 30% de los rendimientos netos del trabajo. Esta cantidad es deducible en la declaración de IRPF.

Si se rescatan, las aportaciones realizadas y los rendimientos tributan como rentas de trabajo.

No obstante, para encontrar un buen plan de pensiones, es recomendable estar bien asesorado por expertos que puedan ayudaros a entender bien el producto y leeros la letra pequeña del contrato antes de firmar nada.

Cuidado con dejaros «deslumbrar» por los regalos que os puedan hacer al contratar vuestro plan de pensiones: tanto las bonificaciones como los regalos, tributan. Hay otras cosas mucho más importantes a tener en cuenta.

En www.garciaslopezasesores.es, estamos dispuestos a ayudaros con las dudas que os puedan surgir respecto a los planes de pensiones.

La próxima semana, estaremos aquí con un nuevo tema. Hasta entonces, hacedme el favor de ser felices.

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Publicidad engañosa FI

2015-11-16, Marian López


La semana pasada, la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) alertó en un comunicado sobre la publicidad engañosa de las gestoras respecto a los fondos de inversión.

En concreto, la CNMV ha realizado un análisis acerca del contenido de la información publicitaria que aparece en las páginas web tanto de las entidades gestoras como de las comercializadoras.

En palabras del organismo presidido por Elvira Rodríguez, “el resultado de dicho análisis ha permitido detectar algunas prácticas que deben modificarse”.

Como consecuencia de esa “publicidad engañosa” acerca de los fondos de inversión, el ahorrador recibe una información poco veraz sobre sus inversiones. En definitiva, la CNMV estipula que “la publicidad deberá ser clara, suficiente, objetiva y no engañosa”.

Y es que a lo largo de este año, más de un millón de ahorradores, debido a los tipos de interés tan bajos, han decidido traspasar su dinero de los depósitos a los fondos de inversión.

La CNMV ha decidido denunciar al supervisor de los fondos de inversión ante lo que considera “malas prácticas”, para defender al pequeño ahorrador, que muchas veces acude a los fondos como la única vía que le recomienda su banco de poder obtener algo más de rentabilidad.

Sin embargo, para entender a qué se refiere la CNMV, primero habría que recordar algunos conceptos básicos.

¿Qué son los Fondos de Inversión?.

Un Fondo de Inversión es un instrumento de ahorro que reúne a un gran número de personas que quieren invertir su dinero.

El fondo pone en común el dinero de un grupo de personas y una entidad gestora se encarga de invertirlo (cobrando comisiones) en una serie de activos que pueden ser tanto acciones como títulos de renta fija, activos monetarios e incluso otros fondos de inversión o una combinación de todos ellos.

¿Cuáles son los elementos de un fondo de inversión?.

La unidad de inversión de un fondo se llama participación, y los inversores son partícipes. Si quieres invertir en un fondo de inversión, tendrás que comprar participaciones (la compra se llama suscripción). Si quieres deshacerte de la inversión, te tocará vender tus participaciones (la venta se llama reembolso).

Una sociedad llamada gestora, decide en qué activos financieros se va a invertir. Además se encarga de todas las tareas administrativas y contables.

Otra sociedad llamada depositaria, custodia los valores y el efectivo que componen el patrimonio de los fondos de inversión.

¿Cómo se determina la rentabilidad de los fondos de inversión?.

El precio o valor de mercado de cada participación, oscila según los valores que compongan el patrimonio, y se calcula diariamente dividiendo el patrimonio total por el número de participaciones en circulación en ese momento. Es el llamado “valor liquidativo” que puedes consultar en las páginas web de las gestoras.

La rentabilidad que tú obtendrás se calcula como el porcentaje de variación del valor liquidativo entre la fecha de compra y la de venta, y puede ser positiva o negativa.

Y aquí es donde viene el “meollo” de todo este tema: en lo que publican las gestoras para informarte sobre la rentabilidad que has obtenido con tus fondos de inversión.

Veamos las siete prácticas que denuncia la CNMV:

1.- Publicitar rentabilidades pasadas cuando ha cambiado la política de inversión.

Algunas entidades financieras “incluyen datos con rentabilidades históricas obtenidas con anterioridad a un cambio sustancial en la política de inversión del fondo”.

Esto significa que si un fondo de inversión consiguió una rentabilidad media del 9% durante tres ejercicios invirtiendo mayoritariamente en renta variable, no tiene sentido que se publiquen esos datos si ahora el fondo por la situación de los mercados, ha cambiado y la mayoría de su cartera está en renta fija.

Es imposible obtener esas rentabilidades invirtiendo en renta fija, lo que puede generar falsas expectativas en los ahorradores.

2.- Datos de rentabilidad sesgados.

Hay gestoras que sólo publican rentabilidades históricas de los fondos de inversión obtenidas durante al último año o el año en curso.

De acuerdo a la normativa vigente las rentabilidades históricas deben hacer referencia a los cinco años anteriores (además del vigente) y si la vida del fondo es inferior a ese período, las gestoras están obligadas a publicar rentabilidades de un período mínimo de 12 meses.

3.- Sumar rentabilidades de varios años.

Tampoco se considera adecuada la publicidad sobre rentabilidades históricas de los fondos de inversión, acumuladas en periodos superiores a un año.

Por ejemplo, que se diga de un fondo que ha obtenido una rentabilidad del 40% en los últimos 6 años.

4.- Mostrar las bondades de los fondos de inversión, sin explicar los riesgos.

Otra práctica con la que quiere acabar la CNMV es que se haga publicidad sobre las grandes rentabilidades que se pueden obtener con un determinado fondo, sin avisar al futuro inversor de los riesgos asociados a la inversión en dicho fondo.

Todos sabemos que “a mayor rentabilidad, mayor riesgo”. Algo de lo que debe estar informado debidamente nuestro cliente. No vale eso de decirle lo bien que va el fondo de inversión, sin explicarle la “segunda parte”: que si quiere más rentabilidad, tendrá que arriesgar su dinero y estar dispuesto a perder parte del mismo en caso de que las cosas no vayan bien.

5.- Destacar la rentabilidad con letra grande y en rojo.

Hay gestoras que se dedican a destacar de manera exagerada las rentabilidades (siempre que éstas sean positivas, claro) de sus fondos de inversión. Sin embargo, la CNMV cree que “los resultados históricos no pueden ser el elemento más destacado de la comunicación”.

Y es que “rentabilidades pasadas, no garantizan rentabilidades futuras”. Para saber si un fondo tiene un buen comportamiento en su política de inversión, existen otros muchos datos más fiables que las rentabilidades obtenidas años atrás.

Por tanto, la rentabilidad no debe ser el único elemento a tener en cuenta a la hora de decidirse por un fondo de inversión. Ese es un error en el que caen muchos ahorradores y, lo que es peor, los que asesoran a dichos ahorradores.

6.- Entidades que incluyen en su web comentarios ampliamente destacados que pueden considerarse poco claros o engañosos.

Por ejemplo, comentarios en los que se indica que invertir en determinados fondos de inversión no suponen un riesgo para el inversor, o incluso que con determinados fondos se obtendrá una rentabilidad superior a la de otros productos financieros.

Estos contenidos no reflejan de manera cierta los riesgos que se asumen en fondos de inversión.

7.- Utilizar simuladores o videos que calculan una rentabilidad potencial futura basada en la rentabilidad histórica del fondo de inversión desde su constitución.

Los resultados futuros, según la normativa vigente, deben basarse en supuestos razonables respaldados por datos objetivos.

Como ya he dicho antes y no me canso de repetir, la rentabilidad que haya obtenido un fondo en el pasado, no significa en absoluto que en el futuro siga igual. Un fondo no es un depósito en el que conoces de antemano su rentabilidad.

Los activos en los que invierten los fondos de inversión van cambiando a lo largo del tiempo para adaptarse a las circunstancias de los mercados en cada momento.

Se deberá advertir de forma bien visible que las rentabilidades obtenidas en el pasado no son en ningún caso, un indicador fidedigno de resultados futuros.

Por tanto, cuidado con la «publicidad engañosa» de los fondos de inversión. Si pensáis en ellos como opción para rentabilizar vuestro dinero, aseguraros bien de lo que vais a contratar: «nunca os metáis en algo que no entendéis«.

En estos casos, acudir a un buen profesional que disipe vuestras dudas y os explique en profundidad el producto, es fundamental. Desde www.garciaslopezasesores.es, estamos dispuestos a ayudaros. Podéis consultarnos sin compromiso.

La semana que viene, volveremos con nuevos temas. Hasta entonces, sed felices.

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creditos-para-autonomos

2015-10-26, Marian López


Más de tres millones de españoles, están dados de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Las entidades financieras no son ajenas a estos datos, y se lanzan a la captura del colectivo. En nuestro post estudiaremos las ofertas del banco a autónomos.

En primer lugar, vamos a tratar de analizar si existe un perfil de autónomo. Teniendo en cuenta las estadísticas, casi el 70% de los autónomos son personas mayores de 40 años y de éstos, el 65,5% pertenecen al género masculino.

Por tanto hablaríamos de un hombre mayor de 40 años, sin trabajadores y que cotiza por la base mínima. Es un perfil que claramente requiere unos productos financieros específicos.

La pregunta sigue siendo la misma, ¿ofrecen los bancos productos específicos para los autónomos?.

Lo ideal sería que los bancos pudiesen cubrir tanto las necesidades de financiación como las de ahorro. Las entidades financieras, viendo que este colectivo puede incrementar considerablemente su base de clientes, se han «puesto las pilas» y ya son varias las que cuentan con productos diseñados para este colectivo.

Productos que ofrece el banco a los autónomos:

1.- Cuenta corriente. Es la primera vía de comunicación cliente-banco. Para el autónomo es importante que estas cuentas no tengan gastos (cero comisiones), que además estén remuneradas o que en su defecto, cuenten con algunas ventajas como devolución de un porcentaje de los recibos domiciliados o de algunos impuestos como el IVA o el IRPF.

La «oferta estrella» del banco a los autónomos en este aspecto es la cuenta nómina en la que se equiparan los ingresos regulares del autónomo a los de un salario por cuenta ajena.

Por ejemplo, recientemente Bankinter ha sacado al mercado su «Cuenta No-Nómina«. Se trata de una cuenta remunerada al 5% TAE el primer año y el 2% TAE el segundo, con liquidación de intereses semestral.

El importe máximo a remunerar es 5.000 euros y el cliente además debe cumplir una serie de requisitos para acceder a estas ventajas (ingresos mínimos de 1.000 euros, recibos domiciliados, gasto mínimo con la tarjeta de crédito, etc).

Además de estar remunerada o contar con la devolución de un porcentaje de los recibos domiciliados, insisto en la necesidad de que la cuenta esté libre de comisiones para las operaciones básicas (administración y mantenimiento o transferencias gratis).

La Cuenta Expansión de Banco Sabadell es otro ejemplo, con tarjetas gratis, sin comisión de mantenimiento, devolución del 3% de los recibos domiciliados y banca a distancia gratuita. Para ello habrá que cumplir con los requisitos que pide la entidad.

2.- Tarjetas de crédito. Es otro de los productos que puede ofrecer el banco a los autónomos.

El uso de tarjetas de crédito y débito es útil a corto plazo. Son muchas la entidades que ofrecen una serie de ventajas en este tipo de tarjetas como descuentos en las gasolineras, en viajes, restaurantes.

La Caixa cuenta con una serie de tarjetas para empresas, autónomos y colectivos. La Tarjeta de Negocios de BBVA también está pensada para autónomos y profesionales liberales incorporando entre otras ventajas, seguro de accidentes y asistencia en viajes o asesoramiento jurídico.

3.- Préstamos para la adquisición de equipos informáticos o maquinaria. Antes que montar tu propio despacho, es fundamental hoy en día tener un ordenador con el que comunicarte, darte a conocer.

Por tanto, otro producto que puede ofrecer el banco a los autónomos es un préstamo competitivo. Prestar al autónomo inicialmente un dinero que éste devuelva en un plazo determinado, con unas condiciones ventajosas.

4.- Pólizas de crédito. Estas pólizas deberían ofrecerse a un tipo de interés no muy elevado, con pocas comisiones y renovaciones previsibles.

Una póliza de crédito no es más que un préstamo con vencimiento a tiempo determinado, las diferencias con un préstamo personal «normal» es que en este tipo de pólizas el cliente puede disponer del dinero de manera aleatoria en función de sus necesidades.

No olvidemos que es importante el hecho de que exista la posibilidad de renovación.

5.- Préstamos hipotecarios. Entre los productos que puede ofrecer el banco a los autónomos también se encuentran los préstamos hipotecarios.

Para un autónomo, contar con su propia oficina, o con su nave industrial, es otra cuestión fundamental. Disponer de un lugar donde reunirse con sus clientes, o una nave que le permita el uso de su maquinaria y espacio de almacenaje, son otros factores determinantes en el desarrollo de su negocio.

El autónomo debería encontrar en el banco a su mejor socio en el que poder centralizar todo su negocio.

6.- Leasing. Es una opción tanto para el alquiler de vehículos como para el de ordenadores, con la posibilidad de quedártelos en caso de que te dieran un buen rendimiento.

BBVA, La Caixa o Banco Santander son sólo algunas de las entidades que disponen de este servicio para autónomos.

7.- Renting. Es el alquiler a medio y largo plazo de determinados bienes que nos ayudan a llevar a cabo nuestra actividad, sin que tengamos intención de quedárnoslos en propiedad más adelante.

Por ejemplo, en Banco Sabadell ofrecen distintos tipos de renting según la necesidad de la empresa o el profesional. Así cuentan con el InfoRenting para el alquiler de equipos informáticos, AutoRenting para el de vehículos o EquipRenting para alquiler de maquinaria agrícola.

8.- Banca on line gratuita. Otro producto que puede ofrecer el banco a los autónomos es una banca on line sin comisiones con la que operar de manera ágil.

Un aspecto muy importante del que no debemos olvidarnos es cómo rentabilizar nuestros ahorros. Para ello son fundamentales dos coordenadas: el plazo y la finalidad.

Los bancos suelen rentabilizar las puntas de tesorería con cuentas remuneradas o depósitos a corto plazo. Aunque actualmente, con los tipos en mínimos, la rentabilidad que puedan ofrecer sea bastante escasa.

A más largo plazo y teniendo en cuenta la delicada situación por la que atraviesan la mayoría de autónomos a la hora de jubilarse, lo ideal sería poder trabajar con bancos que ofreciesen una atractiva oferta tanto de planes de pensiones como de fondos.

En definitiva, los productos que puede ofrecer el banco a los autónomos son diversos, pero a las entidades financieras aún les queda un largo camino: entender en profundidad el negocio de dichos autónomos y saber solventar sus problemas en lugar de incrementarlos.

Muchas veces la cantidad de condiciones requeridas por los bancos es tal que tristemente se acaba desistiendo, algo que no debería suceder.

Esperamos que estas breves pinceladas os sirvan como orientación sobre lo que tenéis a vuestra disposición a través de entidades financieras.

Existe una nueva corriente de financiación alternativa a los bancos, pero ese ya será el contenido de un próximo post.

Si estáis interesados en obtener más información, no dudéis en contactar con nosotros a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es Estaremos encantados de poder ayudaros a resolver vuestras dudas.

Os esperamos la semana que viene. Hasta entonces, por favor, sed felices.

 

 

 

 

 

 

 

 

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little girl depositing change in her piggy bank

2015-10-05, Marian López


 

Imagino que a estas alturas, la mayoría de vosotros habréis oído hablar de las cuentas infantiles y es que los bancos han encontrado en este producto su mejor baza para atraer a los más pequeños: sus clientes potenciales.

Este lunes 5 de octubre se celebra el I Día de la Educación Financiera y qué mejor manera de celebrarlo que dedicar este post a aquellos que serán el futuro de nuestra sociedad.

Las cuentas infantiles (también denominadas cuentas de ahorro infantiles), son el instrumento a través del cual los niños dan el paso de la tradicional hucha a la cuenta en un banco.

España es un país que no se distingue precisamente por tener una buena educación financiera. A través de este producto, fomentamos en los más jóvenes el concepto del ahorro tan necesario para su futuro.

Y es que ¿quién de nosotros planifica correctamente su economía doméstica?. Si enseñamos a los niños a ahorrar, les estamos dando una base muy importante para que aprendan a controlar mejor sus gastos.

Cualquier excusa es buena: un regalo de cumpleaños, el aguinaldo de Navidad, etc. El cerdito-hucha ya no está de moda y deja paso a las cuentas bancarias infantiles.

Son muchas las entidades que ofrecen este producto tan específico para los pequeños de la casa y con el que pueden ver remunerado el dinero que ingresen en ellas. Aunque dicha remuneración no suele ser muy elevada ya que en la mayoría de casos, no supera el 1%.

¿Cuáles son las mejores cuentas infantiles?.

Pese a que los tipos de interés estén en mínimos históricos, aún hay cuentas infantiles que ofrecen una rentabilidad atractiva. La mayoría de estas cuentas no tienen comisiones y además el dinero está disponible en cualquier momento sin ningún tipo de penalización.

Hay cuentas que ofrecen regalos como sorteos para viajes, entradas a espectáculos, mochilas, juguetes educativos y un largo etcétera. Y aunque suele ser más rentable optar por la remuneración que por los regalos, para los niños es un «gancho» perfecto.

  • Cuenta Primera de Banco Sabadell. Es una cuenta de ahorro para menores de 14 años sin comisiones y que paga intereses trimestralmente. Los saldos inferiores a 150 euros, no están remunerados. Pero a partir se esta cantidad, pagan un 0,49% TAE.
  • Cuenta Naranja Mini de ING. Cuenta de ahorro para menores de 18 años. Paga una rentabilidad del 0,50% TAE mes a mes. Sin gastos ni comisiones y con total disponibilidad.
  • Mi Propia Cuenta de Banco Mediolanum.  Al igual que la de ING, es una cuenta de ahorro destinada a menores de 18 años. Cada seis meses pagan un interés del 1% TAE sin comisiones. Tienes hasta 18 operaciones gratis al año (ingresos en efectivo y cheques inferiores a 600 euros).

¿Qué necesitamos para abrir una cuenta infantil en el banco?.

  • DNI del menor así como de sus representantes (padres o tutores legales).
  • Si el menor aún no tiene DNI (no es obligatorio hasta los 14 años), se debe presentar su NIF.
  • Fotocopia del Libro de Familia o Certificado del Registro Civil Individual (desde el 201 sustituye al Libro de Familia).

El menor será el titular de la cuenta y los padres o tutores se convierten en sus representantes legales. Éstos además (y hasta que el niño sea mayor de edad), serán los únicos que tendrán potestad para operar con la cuenta y disponer del dinero.

¿Cuál es la fiscalidad de estas cuentas infantiles?.

  • Tendrán la consideración de contribuyentes en el IRPF los titulares menores de las cuentas.
  • A los intereses percibidos, se les aplica la retención a cuenta del IRPF según la legislación vigente. En nuestro caso es: del 01/01/2015 hasta el 12/07/15, la retención practicada a los intereses será del 20%. A partir del 12/07/15 dicha retención pasa a ser del 19,5%.
  • Los contribuyentes que incluyan al menor titular de la cuenta en su declaración-liquidación a efectos del mínimo por descendiente, deben saber que dicho mínimo no procede en cado de que el menor presente la declaración de IRPF con rentas superiores a 1.800 euros.
  • En las Declaraciones de Renta conjuntas, se tendrán que integrar las rentas obtenidas por el menor en la medida en que forme parte de la unidad familiar.

Así pues, las cuentas infantiles son la mejor manera de empezar a inculcar cierta educación financiera a nuestros hijos desde el ahorro.

Si os apetece que los niños tengan su primera cuenta de ahorro y tenéis dudas, ya sabéis que podéis consultarnos sin compromiso alguno, a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es

Para terminar, me despediré con una frase del célebre teólogo británico del siglo XVIII, John Wesley: «Gana todo lo que puedas; ahorra todo lo que puedas; da todo lo que puedas».

Os deseo una feliz semana.

 

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Ahorro pensión

2015-09-07, Marian López


Soy consciente de que insisto mucho sobre el tema de la jubilación. No sé si será cosa de la edad, pero conforme pasan los años es algo que me preocupa cada vez más.

A mis amigos siempre les digo que se lo planteen ya, porque cuanto más tarden, peor. Algunos ni me escuchan y otros me miran pensando «ya le ha salido la vena de asesora financiera«, mientras apuran su copa.

Me vais a permitir que este post se lo dedique especialmente a ellos, a ver si como consumidores de redes sociales, a través de éstas les llega mejor el mensaje. Y por supuesto espero que todos os grabéis bien estas pautas que os voy a proporcionar.

Muchos de vosotros os preguntaréis, ¿es posible ahorrar casi 200.000 euros para mi jubilación?. La respuesta es  «Yes, we can«. De hecho es totalmente factible ahorrar un importe cercano a los 200.000 euros que nos ayuden a vivir dignamente así como permitirnos algún capricho en el futuro.

Da igual el vehículo que utilicéis para alcanzar vuestro propósito: un plan de pensiones, una cesta de fondos de inversión, depósitos, compra de inmuebles, etc.

Y es que acumular 190.000 euros para jubilarnos (pese a ser un importe elevado) puede estar a vuestro alcance siguiendo cinco sencillas pautas:

1.- Empezar a ahorrar cuanto antes. En otros países, al contrario que en España, la cultura del ahorro está arraigada en su gente desde temprana edad. Aquí, ahorrar de cara a un futuro no cercano, nos parece una barbaridad. En España se gasta sin pensar en el mañana, y eso es un grave error.

¿Sabíais que cuando os vayáis a jubilar la pensión pública que cobréis será un 25% inferior a las pensiones públicas actuales?.

El instrumento más idóneo para acumular patrimonio de cara a la jubilación son los planes de pensiones. Éstos permiten que podamos deducirnos las aportaciones realizadas (hasta 8.000 euros anuales) de la base imponible del IRPF, lo que supone una gran ventaja fiscal.

Mejor si empezáis a los 30 que a los 40, desde luego. Pese a nuestra alta tasa de paro, hay muchos jóvenes que se incorporan al mercado laboral y pueden destinar una pequeña parte de su sueldo al ahorro.

No se necesita ser millonario para ahorrar: se pueden hacer aportaciones a planes de pensiones desde 50 euros o menos (hay planes que permiten aportaciones de 30 euros).

Bajo mi punto de vista, el importe idóneo para destinar a aportaciones de planes de pensiones, debería rondar los 100 euros (se nota mucho más el rendimiento del producto si la aportación es mayor).

Otra de las ventajas de empezar cuanto antes es que hacerlo te permitirá asumir algo más de riesgo y por tanto, obtener más rentabilidad. Si empiezas a ahorrar a los 30, tienes 37 años para generar esa rentabilidad. Mientras que si lo haces con 50, sólo dispones de 17 años.

Se puede apostar por planes de pensiones más agresivos durante los primeros años (por ejemplo, planes  con algo de renta variable), y luego ir transformándolos en más conservadores conforme nos vayamos acercando a la edad de jubilación.

2.- Hay que ser constantes en las aportaciones. No vale eso de «me hago un plan de pensiones y pago un año hasta que me canso y dejo de hacer aportaciones«.

Los planes de pensiones tienen la desventaja de su indisponibilidad. No pueden rescatarse antes de 10 años, a no ser que se cumpla alguna de las contingencias contempladas en los mismos (enfermedad grave, jubilación, paro de larga duración, etc). Y es que se trata de un plan de ahorro pensado a largo plazo.

Pero si vas realizando tus aportaciones de manera periódica (cada mes), verás como se va incrementado tu ahorro. Además, no debéis olvidar que las aportaciones son deducibles en vuestra Declaración de IRPF.

3.- El ahorro debe ser creciente. Otro factor a tener en cuenta para acumular capital de cara a vuestra jubilación, es ir incrementando progresivamente las aportaciones que hagáis.

Durante los primeros años de trabajo, siempre se tienen más gastos: hipoteca, crédito para el coche, gastos escolares. Pero lo lógico es que con el paso de los años, esos gastos vayan disminuyendo.

Muchos de vosotros me reprocharéis que los gastos de hipoteca o escolares son para toda la vida, pero vais a entender lo que os digo con un sencillo ejemplo.

Supongamos que hacemos una aportación a nuestro plan de pensiones de 100 euros al mes. Decidimos incrementar este importe en 10 euros al año (siguiendo el consejo de nuestro asesor financiero).

Para llegar a acumular un patrimonio cercano a los 200.000 euros, ahorraríamos 100 euros al mes el primer año, 110 euros el segundo, 120 el tercero y así sucesivamente.

Acabaríamos aportando 450 euros al mes a los 65 años, cuando ya hayas terminado de pagar tu hipoteca y en muchos casos, hasta los estudios de sus hijos. Durante los 37 años que hayas estado aportando dinero al plan (si empezaste con 30), ya tendrías 124.320 euros acumulados (más unos 60.000 euros de intereses).

4.- Permitirte asumir mayor riesgo en tu inversión durante los primeros años. Ya lo he comentado en líneas anteriores. El objetivo es alcanzar la máxima rentabilidad posible.

Ya conocéis de sobra que «a mayor rentabilidad, mayor riesgo«. Cuando se es más joven, se puede arriesgar más, ya que aún quedan muchos años que permitan recuperarnos de las posibles pérdidas.

Si habéis leído algo de prensa económica últimamente, sabréis que los planes de pensiones de renta fija (los más conservadores) han entrado en pérdidas, mientras que los de renta variable (más agresivos) son los que obtienen rentabilidades más atractivas.

Tenemos que quitarnos ese «miedo a perder» y ser capaces de asumir ciertas pérdidas a cambio de una mayor rentabilidad al principio (ya que el periodo de recuperación es también mayor), para ir hacia planes más conservadores conforme se acerca la edad de jubilarnos.

La idea con el tiempo es ir consolidando ganancias y disminuyendo pérdidas.

5.- Estudiar bien las comisiones que tendrá nuestro plan de pensiones. Debemos procurar que estas comisiones sean lo más bajas posibles.

Es muy importante tener en cuenta los gastos que nos cobrará la gestora del plan por administrar nuestro ahorro. Con rentabilidades tan bajas en los planes de pensiones de renta fija, que la gestora te cobre un 1% o un 0,75% de comisión, puede suponer una gran diferencia con la que veamos reducida la rentabilidad real.

Si seguís estas sencillas pautas, conseguiréis incrementar vuestro ahorro de cara al futuro que -aunque suene a «viejuno«- el tiempo pasa muy deprisa.

Como os digo siempre, si necesitáis algún tipo de aclaración al respecto, ya sabéis que podéis dirigiros a nosotros a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es

Os deseo una feliz semana.

 

 

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Color del dinero

2015-08-23, Marian López


Si a finales de los 80 ya erais adolescentes, el título de este post os sonará muchísimo. «El color del dinero» es una película de 1986 dirigida por Martin Scorsese, protagonizada por el gran Paul Newman y un jovencísimo Tom Cruise.

En ella se relata la vida de un antiguo «buscavidas» jugador de billar (Eddie «Relámpago» Felson), que renace cuando conoce al joven Vincent Lauria (Tom Cruise). Eddie vuelve a la carretera junto a su inexperto aprendiz, para vivir grandes momentos.

Sin embargo, no voy a hacer ninguna crítica de cine. Me ha resultado un título adecuado para introducir el tema sobre el que os hablaré esta semana.

¿Sabíais que existe un estudio que relaciona los colores con tu actitud hacia el dinero?. Vendría a ser algo así como «Dime con qué color te identificas, y te diré cuál es tu personalidad financiera«.

Si somos capaces de analizar nuestras actitudes a la hora tanto de ahorrar como de gastar, podremos tomar mejores decisiones financieras. Estas decisiones están directamente relacionadas con nuestras emociones y prejuicios.

¿Cuál es tu personalidad financiera?. ¿Eres de los que gasta, o por el contrario perteneces al grupo de los ahorradores?. ¿Sabes administrar bien tu dinero?. ¿Verificas tus decisiones antes de ejecutarlas?.

La consultora pública con sede en Baltimore, Ganiyah Fajingbesi, analiza nuestras actitudes ante el dinero agrupándolas en cinco tipos de personalidad a cada una de las cuales, les corresponde un color.

Vamos a ver en qué consiste esta clasificación por colores:

  • Verde: Impulsivo. Es el color que identifica a los emprendedores. Éstos creen que el dinero siempre debe invertirse para hacer crecer el negocio.
  • Azul: Prudente. Es un buen empleado o administrador financiero. Cumple «a rajatabla» con los presupuestos y no es amigo de asumir riesgos.
  • Amarillo: Desafiante. Acepta el trabajo duro. Le gusta jugar en la «liga de los campeones«. Es un gastador emocional al que le gusta gastarse su dinero en artículos de lujo que le proporcionen el estatus en el que mejor se siente.
  • Gris: Conservador. El color gris siempre se identifica con aquello que no destaca excesivamente. En el mundo de las finanzas, alguien gris es alguien conservador. No aspira a tener grandes cantidades de dinero. Sin embargo, puede ser un gran inversor, ya que se trata de personas muy pacientes.
  • Rojo: Poco realista. En cierta manera asociado (además de a la pasión), al peligro, a mantenerse alerta. La persona que financieramente se identifica con este color, no maneja el dinero de manera realista. Siempre tiene deudas y ningún plan para pagarlas.

De acuerdo con Fajingbesi, la mayoría de personas no se identifican con un único color, sino que son una mezcla entre «dos colores de dinero». Cuando descubras con qué color te sientes más identificado, estarás capacitado para conocer mejor cuáles son tus fortalezas y debilidades.

Tomar conciencia de tu personalidad financiera, puede beneficiarte a la hora de hacer negocios:

1.- Para elegir un socio. Por experiencia propia os diré que encontrar un socio adecuado no es una tarea fácil.

Una premisa que funciona es tratar de formar equipo con gente que sea capaz de compensar tus debilidades financieras. Siguiendo la escala de colores que acabamos de ver, si tu personalidad es «azul», te resultará muy fácil cumplir con los presupuestos, pero no invertir grandes cantidades de dinero.

Si eres emprendedor, demasiada cautela puede obstaculizar el crecimiento de tu negocio. Por tanto en este caso alguien conservador (azul), como tú, debería buscar un socio que te impulsase a asumir más riesgos y hacer inversiones. Ese sería tu complemento ideal.

2.- Adecuar tu «discurso» a la personalidad de tu «potencial» inversor. Si tienes una idea «arriesgada», debes ser capaz de convencer a un posible inversor de que tu proyecto es le que le encaja.

Hay emprendedores con muy buenas ideas que exigen cierta inversión inicial para que empiece a dar frutos en un futuro. En este caso, deberías buscar un inversor «gris» dispuesto a apostar por tu idea y empezar a recuperar su dinero a largo plazo.

3.- Tratar de evitar errores financieros. Para evitar esos errores, lo más importante es conocerte bien a ti mismo.

Por ejemplo, alguien con personalidad «verde», podría caer en el error de querer invertir su dinero en algo con poco futuro, en lugar de ahorrarlo. Si sabes que eres impulsivo, una buena idea sería tener un socio con personalidad «azul» (prudente), antes que poner en riesgo tu dinero.

Ahora que ya conoces este curioso estudio, ¿te sientes identificado con algún color?. Tanto si tu respuesta es afirmativa como si no, lo más importante a la hora de poner en marcha un proyecto, invertir o ahorrar, es conocerte. Analizar cuál es tu personalidad antes de tomar una decisión que pueda acarrearte «dolores de cabeza» en el futuro.

Si a pesar de todo, necesitas ayuda de algún profesional para tomar una decisión adecuada a tu personalidad, no dudes en contactar con nosotros a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es

Os deseo una feliz semana.

 

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2015-06-29, Marian López


Este fin de semana, la tensión sobre un acuerdo o no de Grecia con el Eurogrupo ha sido palpable. El lunes todos los periódicos reflejarán en sus portadas la «papeleta» a la que tendrá que enfrentarse el país vecino.

Se habla del «corralito» griego y su efecto en la economía. Es cierto que la situación no deja de ser complicada pero por favor, señores, «que no cunda el pánico» aquí en España. Ante todo, calma y prudencia.

Para entender toda esta historia, voy a tratar de hacer un breve recorrido por la misma y analizar sus posibles efectos.

En primer lugar ¿sabemos lo que es un «corralito»?.

Esta expresión nos empezó a resultar familiar allá por el 2001 con la crisis económica de Argentina.

Originariamente en Argentina se conoce como «corralito» a una especie de pequeña jaula acolchada, cerrada con una red y cuya estructura suele ser de madera. En su interior se coloca al bebé para que duerma o juegue de manera segura, ya que no puede salir de ese diminuto recinto sin ayuda.

El periodista argentino Antonio Laje, empleó este término para tratar de hacer una analogía con la situación que vivía su país.

El gobierno argentino, decidió en diciembre de 2001 restringir la libre disposición de dinero en efectivo tanto en plazos fijos como en cuentas corrientes (la situación se prolongó durante casi un año).

Esto se hizo con el objetivo de evitar la salida de dinero de los bancos, y con ello una ola de pánico bancario que llevaría al colapso del sistema.

¿Os suena esta situación?. Seguro que sí, porque es exactamente lo que está ocurriendo en Grecia. Durante la semana pasada, los griegos retiraron 400 millones de euros de los bancos. Que las entidades financieras de un país se queden sin dinero, supone un grave peligro para el mismo.

Esta semana viviremos una «tragedia griega» en todo su esplendor. Y es que los griegos tras el rechazo de sus socios europeos a prorrogar su rescate, pasarán una de sus etapas más complicadas.

Datos clave a seguir con atención durante estos días:

  • Grecia tiene una deuda acumulada con sus acreedores de 342.200 millones de euros.
  • 30 de junio. Finaliza la prórroga que el eurogrupo había concedido a Grecia para el pago de su deuda. Ese día, Grecia tendría que pagar al Fondo Monetario Internacional (FMI), 1.600 millones de euros.
  • 05 de julio: referendum. Se celebrará una consulta ciudadana para decidir si aceptan firmar un acuerdo con sus acreedores para el pago de la deuda, o si por el contrario la rechazan. Para que el resultado sea válido, deberán votar un 40% de los griegos.
  • 20 de julio. Grecia debe afrontar un pago de 3.500 millones al BCE (Banco Central Europeo). Si no paga la banca griega perderá su acceso al BCE y se verá abocada a la bancarrota.
  • Agosto. Grecia deberá pagar otros 4,38 mil millones de euros a sus acreedores.

Mientras no llegue la fecha del referendum (05 de julio), el país vecino no recibirá ninguna financiación por parte de sus socios.

Ante esta situación y dado que el dinero es muy «miedoso», los griegos entraron en una espiral de pánico que les ha llevado a retirar esos 400 millones de euros de los bancos en una semana.

Resulta necesario un control del capital para evitar que el dinero siga saliendo del país. A tal efecto, el gobierno ha decretado para este lunes el cierre de los bancos.

¿Cómo puede afectar la situación Griega a los mercados españoles?

El primer efecto será sin lugar a dudas, una bajada de la Bolsa. La semana pasada vimos como el Ibex 35 -índice que recoge a las 35 compañías más representativas de nuestro país- subía casi un 4% en un día. Pero esta inestabilidad nos pasará factura.

Por tanto, si tenéis dinero invertido en acciones, notaréis directamente la bajada. Aquellos que tengáis fondos de Bolsa Española, mi recomendación antes de marcharos de vacaciones, es que reduzcáis vuestras posiciones en los mismos a la mitad.

Dirigid vuestras inversiones hacia fondos que apuesten por compañías con elevada rentabilidad vía dividendo. Dentro de la renta fija, serían recomendables los fondos flexibles globales y siempre con la divisa cubierta.

Seguro que habrá inversores decididos a llevarse su dinero a otros países en los que prácticamente no existe riesgo de que abandonen la zona euro, como Alemania, Luxemburgo, Países Bajos o Finlandia.

Pero mi consejo es de nuevo que no cunda el pánico. La zona euro dispone de mecanismos suficientes para lograr la estabilidad y evitar que se rompa el euro.

Los tenedores de deuda (a quien debe dinero Grecia) no son bancos, sino organismos supranacionales como el BCE (Banco Central Europeo) o el FMI (Fondo Monetario Internacional). La exposición de los bancos es mínima, por tanto apenas tendría repercusión para nuestros bancos que Grecia entrara en bancarrota.

Podéis estar tranquilos que vuestros ahorros no correrían peligro. Son los griegos quienes lo pasarían mal si salieran del euro y volvieran al dracma. ¿Por qué?. Pues porque una vuelta a su antigua moneda significaría pérdida de poder adquisitivo tanto para las empresas como para los ciudadanos.

No podrían mantener sus deudas en euros, ya que la diferencia al cambio de moneda sería muy alta (efecto de la devaluación).

¿Qué ocurriría con nuestro dinero en caso de un hipotético corralito en España?

  • No todo el dinero que depositamos en el banco depende de que éste vaya bien o mal.
  • Por un lado tenemos las deudas que contraemos con nuestro banco, como los préstamos y las hipotecas. Estas deudas, en caso de quiebra del banco, seguiríamos manteniéndolas.
  • Los fondos de inversión. El banco sólo es el vehículo a través del que se hace la contratación, pero dichos fondos dependen de su gestora. Por lo que ni siquiera la quiebra del banco les afectaría: siempre que se trate de fondos de gestoras externas a la entidad.
  • Depósitos y plazos fijos serían los que se verían más afectados pues en caso de corralito, se pueden bloquear.

Pero repito: en España no habrá ningún corralito. La decisión de romper con el euro, ha sido meramente política. Mientras nuestro país continúe en la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE) seguirá cubriendo necesidades puntuales de liquidez.

Como os digo siempre, si necesitáis ampliar información al respecto o despejar alguna duda, podéis contactar con nosotros a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es

Gracias y feliz semana.

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Plan de Ahorro 5

2015-06-22, Marian López


Con los tipos de interés de los depósitos “por los suelos”, ha surgido una nueva figura en el panorama financiero para aquellos que quieran rentabilizar sus ahorros sin asumir riesgos. Se trata del Plan de Ahorro 5.

El Gobierno en su reforma fiscal de enero, presentó el Plan de Ahorro 5 como instrumento para incentivar el ahorro a largo plazo entre los pequeños y medianos ahorradores.

Nada más “nacer” el producto, tanto bancos como aseguradoras se pusieron “manos a la obra” utilizándolo como “gancho” para captar clientes. De hecho, en estos momentos, muchas entidades ofrecen el Plan Ahorro 5 como una alternativa a los depósitos para sus clientes.

La pregunta es ¿me conviene cambiar mi depósito por un Plan de Ahorro 5?. Pues depende de tus necesidades. Antes de responder a esta pregunta, vamos a tratar de entender en qué consisten cada uno de los productos mencionados.

1.- DEPÓSITO A PLAZO. Es un producto de inversión en el que un cliente entrega al banco una cantidad de dinero durante un tiempo determinado, a cambio de una remuneración por parte del banco en forma de tipo de interés aplicado sobre el capital.

El cliente puede recibir esos intereses mensual, trimestral, semestralmente o a vencimiento del plazo (por ejemplo un año), depende de lo estipulado en el contrato. A vencimiento, finaliza el producto y el banco te ingresará en tu cuenta corriente el importe que pusiste al inicio más los intereses que te correspondan (si es que no te los han pagado fraccionados).

Si necesitas dinero y te ves “obligado” a cancelar el depósito antes de tiempo, el banco te aplicará una penalización (suele ser un porcentaje que se descuenta a los intereses).

Existe un Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) que en caso de quiebra del banco, garantiza hasta 100.000 euros por titular.

¿Cómo tributan los depósitos?. Tributan como rendimientos de capital. El banco cuando te abona los intereses, ya te retiene el 20% (con la nueva fiscalidad) deducible de la cuota del IRPF en tu declaración de la renta.

2.- SIALP (Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo). El SIALP sólo puede contratarse en aseguradoras, ya que se trata de un seguro. Está pensado para que mantengas el dinero invertido durante cinco años.

Los rendimientos generados durante esos cinco años, están exentos de tributación. Se abonarán a vencimiento del producto. ¡Ojo! si decides disponer de tu dinero antes del vencimiento, sólo se te garantiza un 85% del capital invertido y además tendrás que tributar por los rendimientos.

La aportación máxima que se puede hacer es de 5.000 euros anuales. Eso sí, el SIALP (a diferencia del CIALP), te permite a vencimiento poder contratar otro seguro igual por cinco años más sin que compute el límite de los 5.000 euros.

En este caso la garantía del producto la ofrece la misma aseguradora (no hay un Fondo de Garantía como en los depósitos).

3.- CIALP (Cuentas Individuales de Ahorro a Largo Plazo). Sólo contratables en bancos, ya que se trata de una cuenta de ahorro. Sus características son las mismas que en los SIALP: inversión a cinco años con una aportación máxima de 5.000 euros anuales.

Los rendimientos generados también están exentos de tributación y se ingresan en la misma cuenta del producto: no es necesario abrir otra cuenta más en el banco para ingresar el beneficio.

A diferencia de los SIALP, en los CIALP no es posible abrir otra cuenta transcurridos los cinco años.

Las CIALP están cubiertas por el Fondo de Garantía de Depósitos.

Una vez explicados los tres productos, vamos a formularnos de nuevo la pregunta del inicio:

¿Me conviene cambiar mi depósito por un Plan de Ahorro 5?.

Si bien es verdad que en su inicio los planes de ahorro ofrecen mayor rentabilidad que los depósitos, esta circunstancia es sólo coyuntural. De hecho dos de las entidades más importantes de nuestro país ya comienzan a comercializar depósitos con un tipo de interés máximo del 3% según te vincules más o menos con el banco (domiciliando nóminas, recibos, etc).

Otra de las desventajas de los planes de ahorro frente a los depósitos es la falta de flexibilidad del producto. Hay depósitos que bajo penalización, te permiten disponer de tu dinero antes de su vencimiento: a veces de la totalidad, y otras veces puedes cancelar sólo una parte.

En los planes de ahorro, si contratamos un SIALP, tienes que rescatar sí o sí la totalidad del importe perdiendo con ello todas las ventajas fiscales del producto, ya que tendrás que tributar por los rendimientos generados durante ese período.

Lo ideal en los planes de ahorro es aprovechar el beneficio fiscal, es decir aportar siempre lo máximo (5.000 euros al año) y durante los cinco años de vigencia del producto. Si lo hacemos por menos cantidad o creemos que vamos a necesitar el dinero antes, se pierde el atractivo.

Resumiendo, el Plan de Ahorro 5 (donde se incluyen tanto SIALP como CIALP) nos conviene si queremos conseguir un capital que nos ayude a superar imprevistos importantes o asumir gastos o inversiones sin necesidad de pedir un préstamo.

Lo idóneo es poder aprovechar las ventajas fiscales de un Plan de Ahorro 5 (mantener el dinero 5 años y aportar lo máximo para no tributar por los rendimientos), pero teniendo dinero disponible en otros productos de ahorro como cuentas remuneradas o depósitos para cubrir otras necesidades puntuales. Es decir, combinar ambos productos.

Dejar todos tus ahorros en un Plan de Ahorro 5 no es lo más conveniente.

Esta semana, mi frase elegida para finalizar pertenece al ensayista Samuel Johnson: «El hombre que sabe gastar y ahorrar es el más feliz, porque disfruta con ambas cosas».

Hay que saber planificar muy bien nuestro ahorro para poder disfrutarlo de la mejor manera posible.

Ya sabéis que para cualquier duda o aclaración, podéis contactar con nosotros a través de nuestra página web www.garciaslopezasesores.es

 

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2015-06-01, Marian López


La semana pasada vivimos un 24 de mayo trepidante. No os preocupéis, no es mi propósito hablar de política. Sólo quería puntualizar algo que tiene relación con mi post.

Ese 24-M era el día de las elecciones municipales y autonómicas. La gente dejó constancia en las urnas de que quería un cambio. ¿Os habéis fijado en las caras del cambio?.

Se trata de personas jóvenes, con nuevas ideas, con una manera diferente de hacer política. Esas personas sustituirán (por decisión popular) a otras de mayor edad que se encontraban en el poder hasta ahora. Personas más mayores con otra forma de entender la política, quizás más conservadora.

Estamos en un momento de relevo generacional en muchos terrenos, no sólo en la política, sino también en las empresas, en la ciencia, en el deporte, etcétera.

De pronto vemos cómo en un mismo escenario conviven generaciones distintas. Un escenario muy cambiante, por el cual la Generación X y la Generación Y caminan juntas.

Pues bien, este panorama también se extrapola a las finanzas: dos generaciones, con dos maneras distintas de ahorrar y de gastar. Tanto si perteneces a una como a otra, posiblemente te sentirás identificado/a con estas características que vamos a analizar a continuación.

Una de las variables que más influye en la manera de entender y gestionar nuestra economía doméstica es precisamente la edad. No tiene por qué existir un abismo entre generaciones, esa diferencia de mentalidad se da en generaciones próximas entre sí.

Son las denominadas Generación X (comprende a quienes están entre los 35 y los 54 años), y la Generación Y (jóvenes entre 21 y 34 años). ¿Cuáles son sus hábitos financieros?.

Ahorro a medio y largo plazo.

Los años hacen que nos vayamos volviendo cada vez más conservadores. Es complicado hacer entender a un chaval que no llega a la treintena, que tal como están las cosas, va a necesitar un «colchón» financiero en unos años si desea vivir «con dignidad».

Generación X. Pese a  que muchos no se hayan decidido aún a contratar un plan de jubilación, es cierto que ya se han informado al respecto. Y es que dado el envejecimiento de la población y los escasos recursos públicos, en un futuro muy cercano será necesario contar con ese plan de jubilación que complemente la pensión pública (si es que cuando nos llegue el momento queda dinero para ello).

En países como Estados Unidos, sus ciudadanos no cuentan con sistemas públicos de previsión. El estado solamente cubre supuestos de necesidad, derivando el resto al ahorro privado. Por tanto, si quieres tener una jubilación, debes ahorrar.

Lo ideal es tener en marcha un plan de jubilación antes de cumplir los 45. La cantidad media que necesita ahorrar un español para poder mantener su nivel de vida al jubilarse, es de unos 100.000 euros. Por tanto, cuanto antes empecemos a ahorrar, antes podremos alcanzar esa cifra.

Existe un catálogo de productos de ahorro como complemento a las pensiones públicas: los planes de pensiones, planes de jubilación, PIAS (Planes Individuales de Ahorro Sistemático), etc.

Dentro de esta generación, el producto estrella sigue siendo el depósito pese a su escasa rentabilidad. Se trata de un producto conservador en el que se minimiza el riesgo al garantizar el capital.

Generación Y. Los llamados «millenials» se ven muy jóvenes para pensar en su jubilación, y ese es quizás el mayor escollo al que se enfrentan bancos y aseguradoras a la hora de ofrecerles este tipo de productos.

Sin embargo cuanto antes se empiece a ahorrar, mejor. Se podría empezar con un porcentaje bajo. Por ejemplo, un 10% de los ingresos. Ese porcentaje debería incrementarse paulatinamente conforme fuéramos haciéndonos más mayores.

Esta Generación Y, apuesta además por otras fórmulas para ahorrar dinero. ¿Cómo?. Pues apostando en Bolsa o invirtiendo algo de su capital en productos con más riesgo que los de sus mayores.

Cómo gestionar el gasto.

Es cierto que con la edad, nuestras deudas son diferentes y se incrementan. Evidentemente, las necesidades que pueda tener un chico soltero de «veintipocos» no son las mismas que las que pueda tener alguien con cuarenta y una familia que mantener.

No obstante, en nuestra economía doméstica debe ser prioritario mantener controlados los gastos y no adquirir deudas muy por encima de nuestras posibilidades.

Generación X. Es la generación de las grandes deudas. ¿Quién no tiene una hipoteca que pagar al banco?. La prioridad de esta generación es liquidar las deudas pendientes. Sobre todo las importantes como la ya mencionada hipoteca.

Eso no conlleva que nos olvidemos del ahorro, pero tenemos que organizar nuestra economía de manera que vayamos liquidando deudas a fin de poder ahorrar.

Generación Y. El objetivo de esta generación será evitar crear grandes deudas y controlar la evolución de las mismas. Una deuda grande adquirida demasiado pronto, nos lleva a reducir a la mínima expresión, nuestra intención de ahorrar.

 Juventud y ser impulsivo, van de la mano. Por eso para esta generación es fundamental desarrollar un pensamiento a largo plazo y reflexionar más las decisiones financieras que vayamos a tomar.

¿Cuál es su relación con los bancos?

Como podéis imaginar, en este aspecto también existen diferencias: la gente más joven evita el tener que desplazarse hasta una sucursal bancaria y hace sus operaciones a través de la banca on line.

Sin embargo, al ahorrador o inversor de mayor edad, le gustan más los canales convencionales. Aún prefieren acudir al banco para realizar sus operaciones. Es como si les «inspirara más confianza» ir a su sucursal.

Generación X. Los cercanos al rango de los 35 años, sí que han incorporado los pagos a través del móvil o la banca on line a su operativa con los bancos. Pero conforme se acercan a los 45-50 años, se vuelven más reticentes a operar a través de un ordenador o un móvil, recurriendo más a la banca tradicional.

Además con la edad, vamos solicitando más tarjetas de débito y crédito, y   abriendo cuentas en distintos bancos (con las consiguientes comisiones) que luego ni recordamos. De manera que llega un momento en que debemos sentarnos a ordenar, o  acudir a profesionales como asesores financieros, que nos ayuden a controlar el tema. De lo contrario podremos tener serios problemas.

Generación Y. Los expertos aseguran que uno de cada tres «millenials» no tiene tarjeta de crédito (es más común la de débito). Prefieren el efectivo y hacen más compras por internet empleando plataformas como PayPal.

Esta generación confía en aplicaciones móviles para gestionar sus ahorros. Son muy «sensibles» al cobro de comisiones por parte de los bancos, y no son nada fieles si la competencia le mejora las condiciones.

Seáis de la generación que seáis, siempre es bueno tener vuestra economía doméstica en orden, vivir conforme a vuestros ingresos y controlar muy bien los gastos.

 En www.garciaslopezasesores.es, disponemos de los conocimientos y herramientas necesarias para conseguir alcanzar vuestros objetivos de ahorro-inversión. No dudéis en contactar con nosotros.

Y para finalizar, una frase de Oscar Wilde: «La sociedad moderna olvida que el mundo no es propiedad de una única generación».

 

 

 

 

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2015-05-11, Marian López


Esta semana leíamos en la prensa cómo el Banco de España, sigue alentando a las entidades para que continúen los cierres de oficinas bancarias.

Según este organismo, pese a que ya se han cerrado muchas sucursales, aún es necesario realizar más ajustes que nos acerquen al modelo de banca de nuestros vecinos europeos.

El sistema financiero español ocupa los últimos puestos con respecto al resto de Europa.

A pesar de que el proceso de reestructuración bancaria que se está llevando a cabo en nuestro país, está llegando a sus últimas etapas, según el Banco de España para ser eficientes hay que llevar a cabo nuevos recortes. Se estima que aún se podrían cerrar entre 1.000 y 3.000 oficinas.

Todo esto se traduce por un lado, en más paro para aquellos que no tengan cabida en la nueva organización de su empresa, y de otro lado, en incertidumbre para los clientes que se sienten desorientados.

Estos clientes, necesitan depositar toda su confianza en el banco con el que trabajan. Pero llegados a estas alturas, no somos pocos los que nos preguntamos… Mi banco «¿será de fiar?».

La mayoría de los asesores, no nos cansamos de aconsejar a nuestros clientes que diversifiquen. Es decir, que no concentren todo su dinero o sus préstamos en un mismo banco. Pese a ello, siempre tendremos un banco con el que trabajaremos más a gusto.

Es en ese momento, cuando te asaltan las dudas: ¿en qué me beneficia cambiarme de banco?, ¿qué factores debo tener en cuenta?, ¿cómo puedo cambiar de entidad?.

En este post intentaremos abordar esas cuestiones para tratar de facilitaros algunas respuestas.

¿Qué significa cambiar de banco?

Cambiar de banco es una práctica bastante extendida. Significa mover el dinero de un banco a otro.

Parece que en nuestro país se le está «perdiendo el miedo» a eso de irse del «banco de toda la vida». Muchos clientes no se limitan ni a un sólo banco, ni a tener sólo una cuenta abierta. Las causas de este cambio pueden deberse a una creciente competencia y al auge de la banca online.

¿Por qué cambiar?. ¿En qué me beneficia?.

  1. Nos permite aprovecharnos de ofertas que puedan tener otros bancos. Por ejemplo, cuentas remuneradas a mejor tipo, que te paguen un tanto por ciento por cambiar tu plan de pensiones, remuneración si traspasas tu fondos a otra entidad, etc.
  2. Menos comisiones. Otro de los motivos que nos conducen a cambiar de banco son las elevadas comisiones que nos pueden cobrar en la entidad donde depositamos nuestros ahorros. Antes de hacer el cambio habría que analizar cuánto nos cobra nuestro banco y en qué concepto (mantenimiento de cuenta, transferencias, tarjetas).
  3. Beneficios al domiciliar la nómina. Muchos bancos ofrecen ventajas a quienes domicilien su nómina en ellos. Además de la exención de comisiones, también existen ventajas a la hora de solicitar un préstamo (el tipo de interés que te aplican es menor con nómina y recibos domiciliados en el nuevo banco).
  4. Descuento en recibos domiciliados. Hay entidades como por ejemplo Banco Sabadell que te devuelve cada mes el 2% de los recibos que tengas domiciliados en sus oficinas.
  5. Dar el paso a la era digital. Ahora por internet es todo mucho más fácil. Para tu operativa diaria, todo son ventajas: sin apenas comisiones, sin ceñirse a horarios ni esperar largas colas. Puedes operar directamente desde el ordenador de tu casa.

Tipos de cambio de banco:

  1. Cambiar la nómina de banco. Consiste en domiciliar la nómina en otro banco bien para aprovecharnos de alguna promoción puntual, para dejar de pagar comisiones o para conseguir regalos.
  2. Cambiar los ahorros. Podemos tener la hipoteca en un banco y los ahorros en otro. Recordad lo que os he comentado al principio: hay que diversificar «por lo que pueda pasar». Además hoy en día, «ya no se lleva» estar «atado» al mismo banco toda nuestra vida.
  3. Cambiar nuestra pensión a otro banco. Si tenéis plan de pensiones, en cuanto empiece la campaña, veréis como muchas entidades os pagan una «bonificación» si decidís traspasar vuestro plan.
  4. Cambiar la hipoteca de banco. Es lo que se conoce como subrogación de hipoteca. Ojo porque aquí hay que tener en cuenta que si nos subrogamos, los gastos de notario, y de los nuevos seguros asociados al préstamo (vida y hogar), tendríamos que asumirlos nosotros. Aún así, si nuestra hipoteca tiene ya algunos años, ahora que los tipos de interés están tan bajos, veremos que  hay ofertas suculentas en el mercado.

¿En qué debemos fijarnos?

    • Cláusula de permanencia. Hay que revisar todos los productos que tenemos contratados antes de dar el paso, ya que algunos de ellos pueden contener una cláusula de permanencia que te «obligue» a seguir vinculado con tu banco. Si decides irte, probablemente tengas que pagar una penalización.
    • Cambiar las domiciliaciones bancarias. De esto se suele encargar nuestro nuevo banco. Basta que le pases una relación de lo que tienes domiciliado. Aún así, «no está de más» que lo supervises por si acaso.
    • Cancelar las tarjetas. Asegurarse de que estén todas dadas de baja.
    • Dejar la cuenta o cuentas a cero y cancelarlas. Es recomendable solicitar un justificante al banco de dicha cancelación para evitar problemas.

¿Por qué no cambiar de banco?

Hay clientes que se sienten satisfechos con el trato que les da su banco, y no están dispuestos a cambiar. Y es que cuando algo va bien  ¿por qué cambiarlo?.

Sin embargo, siempre es bueno estar informado sobre las ventajas que ofrecen los demás bancos y valorar nuestra satisfacción real analizando lo que hacen las otras entidades.

Nuestro perfil como cliente, y nuestras necesidades pueden irse modificando a lo largo de los años. Estas circunstancias serán las que determinen si permanecemos en nuestro banco «de siempre» o buscamos otras opciones.

Cambiar de entidad es una decisión muy importante en la que debemos tener en cuenta todos los factores enumerados en este post. Además, no todos los bancos son igual de solventes, y ese es otro factor en el que fijarse.

No es necesario «cambiar por cambiar». Hay que fijarse en si realmente dicho cambio nos aporta más ventajas que desventajas. Y es que a veces «Más vale malo conocido que bueno por conocer»

Como siempre, ya sabéis que si queréis hacerme alguna consulta, podéis hacerlo a través de marian@garciaslopezasesores.es